Hacía ya poco más de un año que las grabaciones de la teleserie Muy Padres habían finalizado. Desde entonces todos y cada uno de sus protagonistas habían iniciado otros proyectos, retomado pendientes o simplemente se habían decidido por relajarse y...
Termino de grabar la última canción y salgo de la cabina viendo como Nacho y su ayudante hablan mientras escuchan las grabaciones.
Dulce: ¿pasa algo? ¿No quedó bien?
Nacho: tranquila Dulce, quedó todo perfecto.
Dulce: ¿entonces ya terminamos?
Nacho: por hoy sí, ya todo quedó.
Dulce: genial, nos vemos mañana.
Nacho: claro, hasta mañana.
Me despido de ellos y voy hacia la sala de descanso donde se encuentra Nerea, mi asistente, cuidando de mi hija.
Dulce: ¿dónde está mi hermosa princesa?
Nerea: aquí la tienes.
Dulce: hola mi vida ¿cómo te portaste?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La tomo en mis brazos y ella ríe y agita sus manitas mientras la lleno de besos.
Nerea: se portó como una auténtica princesita.
Dulce: ay sí pues será contigo porque a mí no me deja respirar.
Oigo a Nerea reír y cuando le hago cosquillas a mi hija en su tripita ella ríe mirándome con los ojos muy abiertos. Ya tiene más de cuatro meses y es todo un terremoto. Ya comienza a agarrar lo que encuentra a su alrededor y alza su cabeza y hasta se gira en la cuna o dónde esté recostada para buscar con qué entretenerse.
Nerea: pues se comportó muy bien.
Dulce: gracias por ocuparte de ella mientras trabajo.
Nerea: no tienes que agradecerme Dul, no es ningún esfuerzo hacerlo.
Dulce: igual gracias, cuidar de ella no es tu trabajo.
Nerea: pero lo hago con gusto.
Le sonrío y me concentro en hacerle caricias a mi hija quien me sonríe y balbucea. Víctor ya empezó su nueva telenovela hace un par de semanas y yo estoy feliz de que esté trabajando y mucho más porque está aquí con nosotras. Yo me traigo a Luna conmigo al estudio porque soy yo quien la alimenta pero estoy segura que si no tuviera que hacerlo se la llevaría con él, de verdad que esta niña trae embobado a su padre.
Dulce: ya terminamos por hoy Nerea, yo ya tengo que irme.
Nerea: bueno entonces nos vemos mañana.
Me despido de ella y enseguida regreso a casa con Luna, apenas llegamos mi hija reclama su alimento y en cuanto termina y le cambio su pañal se queda tranquilita aunque no logro dormirla.
Dulce: ¿qué pasa mi amor? ¿extrañas a papi?
La veo hacer algunos pucheros y la miro fascinada y sin entender cómo esta hija mía puede entender y hacer estas cosas apenas siente la falta de su padre.
