Capitulo 52 - Quiero Quedarme

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Dos Semanas Después...

-Narra Dulce-

Entro hasta la sala y aún no puedo creer estar aquí por fin. Hoy terminaremos de traer todas nuestras cosas a la nueva casa y no puedo sentirme más feliz. Venir a vivir a Miami ha sido la mejor decisión que pudimos tomar. Aquí Luna estará cerca de su hermano y Marcelo no sólo tendrá a su hermana cerca si no que también tendrá a sus dos padres viviendo en la misma ciudad y podrá ver a Víctor cuando él lo deseé.

Apenas nos costó encontrar la casa perfecta para vivir, teníamos muy claro lo que queríamos y Víctor se ha encargado de encontrar el lugar perfecto para nosotros. Está muy cerca de la casa de Nora y también de la playa, en una urbanización privada donde tendremos toda la privacidad que queremos y lo mejor de todo es que nuestra hija tendrá el lugar perfecto para crecer libremente.

La casa tiene varios cuartos, entre ellos el de Luna y uno que hemos acomodado para Marcelo además del nuestro. Una cocina enorme y también una amplia sala de estar, cuarto de juegos. Dos estudios, uno para mí y otro para Víctor y mi parte favorita, el jardín.

Es el lugar más grande de la casa, tiene una gran piscina, una enorme zona ajardinada y un porche a modo de espacio de ocio para cualquier reunión familiar.

Dulce: Marcelo mi amor ¿Qué pasa?

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Dulce: Marcelo mi amor ¿Qué pasa?

Camino hasta las puertas acristaladas que dan al jardín desde el salón al escuchar cómo mi hija se queja y chilla. Ya ha cumplido nueve meses y cada día es peor con ella, no hay quien la pare.

Marcelo: creo que mi hermanita no quiere seguir en su cochecito Dul.

Dulce: ¿ah no? ¿y se puede saber donde quiere ir usted señorita?

Me pongo de cuclillas a su lado y la hago reír cuando pellizco su nariz.

Luna: ma.

Trata de salirse de donde está sentada y no puedo evitar reír, esta niña es puro nervio.

Dulce: quiere bajarse de aquí ¿puedes vigilar que no se vaya mientras yo voy a bajar las maletas del coche?

Marcelo: sí Dul, yo cuido de ella.

Dulce: gracias mi amor, eres un sol.

Beso su mejilla y desato a mi hija sacándola de su cochecito, la pongo sobre la alfombra y la dejo a cargo de su hermano para ir por las maletas. Ya eso es lo último que queda junto con algunas cajas que llegaron desde México hace algunas horas.

Agarro las cosas de Luna para subirlas hasta su cuarto y aprovecho para colocar su cuna, esta noche será la primera que pasemos en esta casa y sólo deseo que esta casa de verdad sea nuestro hogar definitivo. Aprovecho para colocar algo de su ropa también pero me detengo al escuchar a mi hija chillar, de verdad que no entiendo como esta niña no se queda sin voz porque cuando algo no le gusta comienza a chillar.

Quiero AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora