Capitulo 49 - No Puedo Pedir Más

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-Narra Dulce-

Me levanto de la cama aprovechando que Víctor aún duerme al igual que Luna y Marcelo para poder darme un baño relajada y sin interrupciones. Apenas entro en el baño dejo que la bañera se llene por completo y pongo mis sales favoritas, me deshago de mi pijama y entro en el agua caliente sumergiéndome hasta mojar mi cabello por completo y consigo relajarme. Abro los ojos al escuchar a Luna llorar pero ni me decido a salir cuando ya la no la escucho.

Me relajo de nuevo cerrando los ojos por no sé cuánto tiempo y finalmente lavo mi cabello porque no quiera tengo que salir de aquí. Me envuelvo en un albornoz y cuando salgo del baño me quedo parada al ver la escena que tengo frente a mí. Ahora Víctor ya no duerme solo, Marcelo lo hace de mi lado de la cama y Luna está entre ellos dos. Los tres están totalmente estirados y de idéntica forma durmiendo como si nada importase, estoy segura que así se cayese el mundo ahora mismo estos tres no abrirían ni un ojo.

Los observo por algunos minutos y los tres hacen los mismos gestos, si Víctor hace un movimiento Marcelo lo imita y Luna lo sigue. Es tan divertido verlos así y sobre todo hermoso, es hermoso verlos juntos a los tres y ver como ambos se parecen a su padre aunque Luna sea físicamente más parecida a mí.

Entro al vestidor para alistarme y cuando ya estoy lista no me queda más remedio que despertar a estos tres dormilones. Me acerco a Víctor y me siento en la cama inclinándome sobre él para besarlo.

Dulce: mi amor... buenos días.

Víctor: mmm...

Dulce: mmm no mi amor, vamos despierta.

Acaricio sus mejillas y beso sus labios de nuevo haciendo que por fin abra los ojos.

Dulce: buenos días.

Víctor: el mejor de los buenos días.

Me rodea la cintura con sus brazos y me hace tumbarme sobre él.

Dulce: Víctor suéltame, los niños.

Víctor: están dormidos mi amor, además no te haré nada sólo unos besitos.

Besa mis labios repetidas veces haciéndome reír bajando por mi cuello y aunque trate de zafarme de su agarre me sujeta con fuerza deteniéndome cuando nuestros labios se unen en un beso más intenso.

Dulce: ya... espera, para.

Me separo para sentarme de nuevo a su lado y lo veo incorporarse un poco para sentarse en la cama.

Dulce: ¿Qué hacen aquí los dos?

Los mira a los dos y finalmente sonríe acariciando la mejilla de Luna.

Víctor: comenzó a llorar y tuve que ir por ella al darme cuenta que tú estabas bañándote, Marcelo también se despertó y cuando se metió en la cama con nosotros nos quedamos profundos los tres.

Sus ojos brillan como nunca antes al mirarlos y al ver a Marcelo y a Luna juntos, ahora él inconscientemente abraza a mi hija y su sonrisa no puede ser más grande.

Víctor: se ven hermosos juntos ¿verdad?

Dulce: sí mucho, se adoran.

Víctor: lo sé y me encanta que así sea.

Lo veo entristecerse un poco pero enseguida tomo su cara entre mis manos y lo hago mirarme.

Dulce: mi amor no pienses en eso por favor, a mí también me encantaría que esto fuera todos los días.

Víctor: lo sé, es que desde que nació Luna despedirme de él cada vez que se regresa a Miami se me hace más difícil.

Dulce: yo lo sé mi amor y no sabes cómo me gustaría que no tuviéramos que despedirnos de él pero...

Quiero AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora