-Narra Dulce-
Rodeada por sus brazos y apoyada contra su pecho seguimos bailando al ritmo de una hermosa música, lenta y pausada. Alzo mi cabeza para mirarlo y él sonríe depositando un beso en mis labios.
Víctor: ¿Qué?
Dulce: nada.
Víctor: ¿estás cansada?
Niego y ahora enredo mis brazos a su cuello y entonces me doy cuenta que ya no hay nadie aquí, sólo nosotros.
Dulce: ¿Dónde están todos? ¿cuándo se fueron que no me di cuenta?
Víctor: hace unos minutos mi amor, estamos solitos.
Dulce: Víctor no me hagas esas caras.
Golpeo su brazo cuando me sonríe malicioso y me aprieta aún más contra él.
Víctor: pitufina te digo que estamos solitos en este lugar, ya no hay nadie acá.
Dulce: no espera ¿Cómo que no hay nadie? ¿Dónde fueron?
Víctor: se fueron a la casa de mis padres, aquí pasaremos nuestra noche de bodas por eso es que nos dejaron sólos.
Dulce: Víctor por favor dime que no le pediste esto a tus papás.
Lo miro sin poder creerlo y ríe negando con la cabeza.
Víctor: tranquila, no les pedí nada ellos decidieron irse.
Dulce: ¿seguro?
Asiente y suspiro aliviada, moriría de la vergüenza si se le hubiera ocurrido pedirle eso a sus padres.
Víctor: ¿sabes algo?
Dulce: ¿Qué?
Víctor: me encantaría saber que traes bajo este vestido.
Sonrío divertida y me acerco a su oído para susurrarle.
Dulce: ¿y que te imaginas que traigo?
Siento como un escalofrío recorre su cuerpo y rozo sus labios al separarme.
Víctor: Dulce no seas así, no me hagas estas cosas.
Dulce: ¿no quieres descubrir lo que traigo debajo del vestido?
Víctor: por supuesto, ahora mismo.
Río al ver su cara pero mi risa se convierte en un grito cuando me alza del suelo tomándome entre sus brazos.
Dulce: ¡Víctor! ¡Que haces no! ¡Bájame!
Chillo y pataleo tratando de que me deje en el suelo pero él sólo niega riendo.
Dulce: ¡ya Víctor! No seas payaso, bájame.
Víctor: no mi amor, tenemos que cruzar el umbral juntos.
Dulce: ay no Víctor pues lo cruzamos caminando.
Víctor: no así no sirve, ya relájate que no te bajaré.
Dulce: ya bájame por favor.
Víctor: no.
Dulce: ¡ay que necio eres en serio!
Lo golpeo en el brazo y resignada dejo de intentar convencerlo, camina entrando a la casa y unos segundos después cruzamos el umbral de nuestra habitación. Me deja en el suelo y admiro fascinada la habitación, decorada con velas y pétalos de rosas acompañados de la luz de la Luna que entra por la terraza.
Dulce: mi amor que hermoso.
Víctor: ¿te gusta?
Dulce: me encanta, gracias.
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Quiero Amarte
FanfictionHacía ya poco más de un año que las grabaciones de la teleserie Muy Padres habían finalizado. Desde entonces todos y cada uno de sus protagonistas habían iniciado otros proyectos, retomado pendientes o simplemente se habían decidido por relajarse y...