Maratón 3/3 - Capitulo 56 - Nada De Nada

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-Narra Dulce-

Apenas suena el despertador lo apago estirándome en la cama y al abrir los ojos completamente, acostumbrándome a la luz, lo busco a mi lado pero ya no lo encuentro. Me incorporo un poco para buscarlo por la habitación y entonces puedo escuchar el agua de la ducha correr, recuerdo lo que pasó anoche y suspiro. Espero que se le haya pasado esa tontería que me dijo y dispuesta a conseguirlo me levanto de la cama yendo hacia el baño.

Con sigilo entro y deshaciéndome de mi pijama camino hasta la ducha y entro con él, nota mi presencia enseguida porque me mira por encima del hombro y mirando al frente vuelve a cerrar los ojos bajando la cabeza.

Lo abrazo llevando mis manos hasta su pecho y beso su espalda, siguiendo por toda ella hasta llegar a sus hombros.

Dulce: buenos días amor.

Víctor: buenos días.

Dulce: ¿cómo dormiste?

Víctor: bien ¿y tú?

Dulce pues te extrañé mucho...

A pesar de que sigo notando cierta tensión trato de no hacer mucho caso, sé que se hace el fuerte ahora pero ninguno de los dos podemos resistirnos al otro.

Dulce: por eso quería ducharme contigo, desayunar juntos...

Me pongo de puntitas para besar su nuca y con mis manos sobre su pecho bajo poco a poco hasta llegar a su vientre, lo acaricio y siento cómo su respiración se vuelve pesada cuando llego a su cintura.

Dulce: me encanta ducharme contigo amor.

Beso de nuevo su espalda y cuando bajo mis manos para tomar su miembro entre ellas me detiene, tomando mi muñeca y apartándose de golpe.

Dulce: pero Víctor...

Víctor: yo ya terminé, iré a despertar a Luna.

Besa mi mejilla y sale de la ducha enrollándose una toalla en la cintura y dejándome, otra vez, con las ganas.

Cuando salgo de la ducha me visto y me encamino a la cocina cuando me doy cuenta que mi hija ya no está en su cuarto. Al entrar ahí veo a Emma preparando el desayuno de Luna y a Víctor sentado a su lado mientras habla con ella que ríe y lo atiende divertida, olvidando todo lo que pasó ayer.

Luna: papi ño...

Ríe y toma sus manos para apartarlas de ella cuando pellizca su nariz.

Víctor: ¿Quién es mi pitufina preciosa?

Luna: Luna.

Víctor: ¿ah sí? ¿Tú eres mi pitufina?

Luna: shi yo fina.

Víctor: sí, si que lo eres mi vida.

Besa su frente con una gran sonrisa y yo sólo puedo verlos, dándome cuenta una vez más que mi hija no puede tener un padre mejor que él.

Dulce: buenos días Emma.

Emma: buenos días señora ¿le preparo su desayuno?

Dulce: de momento sólo un café, gracias.

Emma: enseguida.

Asiente y me acerco entonces hasta mi hija quien al verme alza sus bracitos hacia mí pero Víctor... él cambia su expresión por completo.

Luna: mami.

Dulce: hola mi vida ¿Cómo estás princesa?

Luna: ben, gugo papi.

Quiero AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora