Capitulo 35 - ¡Entonces Adiós!

368 21 32
                                    

Días Después...

-Narra Dulce-

Hojeo algunas revistas tratando de encontrar algo que me guste o al menos alguna idea sobre mi vestido. Al alzar la vista suelto una carcajada y río al ver a los sobrinos de Víctor. Ahora me encuentro sentada en el porche del jardín y todos los niños juegan alrededor de la alberca y corren por todo el jardín.

Sonrío cuando mi hija se hace notar y la imagino aquí, dentro de uno o dos años, corriendo por todos lados junto a su hermano y sus primos. Estos días aquí en Querétaro junto a toda la familia de Víctor están siendo una auténtica maravilla, él está feliz y todo el día se la pasa junto a sus hermanos así que yo no puedo sentirme mejor, todos son amables y atentos conmigo y en especial mi suegra quien es un amor.

Ella y también las cuñadas de Víctor me están ayudando a organizar nuestra boda, aún no puedo creer que vayamos a casarnos en unos días más, mi familia también estará aquí ese día y después viajaremos por algunas semanas antes de regresar a casa.

Víctor: ¿Cómo están las dos mujeres de mi vida?

Escucharlo hace que mi sonrisa se haga aún más grande y llega hasta mí para besarme muy apasionadamente, hasta dejarme sin aire.

Dulce: wow sí que nos extrañaste.

Víctor: siempre las extraño mi amor ¿Cómo está mi princesa hermosa?

Pone su mano sobre mi vientre y me acomodo para que ahora deje su cara pegada a él, así se la pasa todo el día hablándole a nuestra hija y juro que ella parece que lo entiende porque se pone a moverse y da pequeñas patadas, es algo que de verdad me sorprende porque es desde hace varios días que comienzo a sentirla de esta manera.

Víctor: ¿Cómo estás Luna? Hola princesa... papá ya quiere conocerte pitufina.

La besa repetidas veces y hasta siento que me tocará comprarle un babero a él porque juro que se le cae la baba cuando la siente moverse y si ahora es así no puedo ni imaginar cuando nazca y comience a crecer, cuando le diga papá se me infarta.

Víctor: serás hermosa mini pitufina, papá te ama ¿sabes?

Mi hija responde con una patada y su sonrisa de idiota aumenta, cuando alzo la vista veo a sus hermanos mirarlo muertos de la risa y casi tirados en el suelo agarrándose la panza.

Juan Carlos: hermanito si quieres te puedo prestar un babero o una toalla, digo harás que nos resbalemos de toda la baba que estás derramando.

Gabriel: sí brother mira en lo que te convertiste, pobre de mi cuñada que no la dejas respirar.

No puedo evitar reírme y Víctor se separa y los mira fulminándolos, de verdad que siento que los matará si siguen haciéndole este tipo de bromas.

Víctor: ustedes cállense par de idiotas.

José: ya ya no molesten a nuestro hermano, vean sólo la cara de tontito que se le queda cada que se pone a hablarle a Lunita.

Víctor: miren por mí pueden pensar lo que se les dé la gana y ¿saben qué? Pueden irse a...

Kitty y Dulce: ¡Víctor!

Le regañamos las dos al tiempo y sus hermanos ríen, lo conozco demasiado bien y ya me imagino donde los quería mandar porque de verdad no soporta ni una bromita con respecto a Luna.

Víctor: ¿Qué? Ahora ya hasta se ponen de acuerdo.

Kitty: ¡claro que sí! Parecen niños chiquitos peleando.

Víctor: pues diles a ellos que no paran de molestar, yo hablo con mi hija porque se me da la gana.

Dulce: Víctor ya, no les hables así que son tus hermanos.

Quiero AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora