Meses Después...
-Narra Dulce-
Cuando abro la puerta una sonrisa se instala en mi cara al escuchar las inconfundibles risas de Luna y Marcelo en alguna parte de la casa, puedo distinguir la voz de Víctor mezclada con sus risas y guiada por eso llego hasta donde se encuentran, el jardín.
Apoyada en el marco de la puerta del salón los observo a los tres, Víctor está sentado con su portátil y todos sus juguetitos de Dj, poniéndole música a mi hija que baila y ríe sin ningún tipo de miedo mientras Marcelo ayuda a su padre y elige las canciones que su hermana le pide.
Sin poder dejar de sonreír los veo, los observo y puedo darme cuenta de cuánto ha cambiado mi vida en tan sólo unos años. Aunque ahora esté en pausa, me dedico a hacer lo que me gusta combinando mi trabajo con una de las cosas más maravillosas que puede pasarle a una mujer, ser madre y esposa, tener una familia.
Cuando pienso en ello siento unas pequeñas patadas en mi vientre, dándome cuenta de que este bebé también quiere que lo atienda. Lo acaricio y se mueve como loco, o loca, porque aún hoy no hemos podido saber qué será. Ya he cumplido mi séptimo mes y cada día que pasa deseo más y más poder tenerlo por fin entre mis brazos, poder conocerlo y que sus hermanos y su padre puedan hacerlo también. Este pequeño o pequeña que es tan necio o necia que trae a su padre de cabeza, desesperado desde el primer día por saber que es y no conseguirlo. Este bebé que se hizo de rogar, que tanto deseamos y que ahora ya está aquí y al que amo tanto como amo a su hermana.
Al levantar la vista de mi vientre, mientras lo sigo acariciando, puedo ver la sonrisa de mi esposo al darse cuenta de mi presencia y levantándose camina hasta donde estoy.
Víctor: no te sentí llegar.
Dulce: sólo llevo un par de minutos aquí.
Sonríe y pone sus dos manos sobre mi vientre, lo mira acariciándolo y nuestro bebé lo recibe con fuertes patadas.
Dulce: se pone feliz cada vez que siente que lo acaricias.
Víctor: es hermoso poder sentir esto de nuevo mi amor, no puedo creerlo aún.
Suelto una risita al escucharlo y asiento, viendo como sus ojos brillan mientras acaricia mi vientre.
Dulce: lo sé mi amor pero aquí está, nuestro bebé.
Pone mala cara cuando me escucha decirle así, sé que el no saber si es niño o niña lo trae desesperado.
Dulce: no pongas esa cara Víctor.
Víctor: odio tener que decirle el bebé, ya quisiera saber si será otra pitufina como asegura Marcelo.
Dulce: Víctor no le dirás así si llega a ser niña.
Lo veo sonreír malicioso y le golpeo el brazo cuando ríe.
Víctor: ya tranquila, no me agredas.
Dulce: es que no es gracioso.
Víctor: mi amor si fuera niña y también le dijera pitufina, tu hija dejaría de hablarme de por vida.
Suelto una carcajada y asiento, tiene toda la razón. Lo oigo reír también y tomándome por la cintura me pega a su cuerpo todo lo que mi vientre se lo permite.
Víctor: ahora ¿me saludas en condiciones?
Dulce: pero por supuesto.
Sonríe ampliamente y cuando rodeo su cuello con mis brazos no duda dos segundos en unir nuestros labios, tomándolos con pasión entre los suyos haciendo que su lengua invada mi boca sin descanso hasta sentir que me llega a faltar el aire.
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Quiero Amarte
FanficHacía ya poco más de un año que las grabaciones de la teleserie Muy Padres habían finalizado. Desde entonces todos y cada uno de sus protagonistas habían iniciado otros proyectos, retomado pendientes o simplemente se habían decidido por relajarse y...