Capitulo 39 - Miami

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Días Después...

-Narra Dulce-

Al abrir los ojos un día más lo veo dormido a mi lado, profundo como si fuera un bebé. Decido dejarlo descansar un poco más y me levanto de la cama tomando una de sus camisas para cubrirme, pido el desayuno y mientras espero que lo traigan me siento en la terraza de la habitación observando como el día comienza. Observando como los romanos corren a comenzar su día de trabajo o a turistas que vienen a conocer esta maravillosa ciudad.

Hoy es nuestro último día aquí luego de haber pasado dos semanas completas recorriendo varias ciudades de Italia.

En nuestros primeros días nos dedicamos a recorrer cada rincón de Roma, visitamos sus numerosos monumentos, plazas y Villas sin dejarnos por supuesto la Fontana di Trevi y la Basílica de San Pedro, dos lugares que amo de esta ciudad y que en esta ocasión he disfrutado más que nunca de verlos de nuevo.

Pasamos dos maravillosos y románticos días en Venecia y paseamos por sus famosos canales, aunque al principio me negué finalmente Víctor me convenció y fue una experiencia increíble. También pasamos dos días más visitando La Toscana, admirando la belleza de ese rinconcito de Italia para finalmente regresar a Roma y aquí finalizar nuestro viaje.

Víctor: buenos días...

Dulce: buenos días mi amor.

Se inclina para besar mis labios y seguido se sienta a mi lado para pegar su cara a mi vientre.

Víctor: buenos días mi Luna hermosa.

Besa y acaricia a nuestra hija que ya muy activa saluda a su padre con tremendas patadas.

Víctor: que madrugadoras ustedes dos, ya parece que tomaron el horario europeo.

Dulce: no es por eso, es que ya tenemos hambre.

Víctor: ¿pido el desayuno?

Dulce: no, ya lo hice yo y creo que ya está aquí.

Tocan la puerta y cuando voy a levantarme, me detiene haciendo que me siente de nuevo.

Víctor: yo voy, no voy a dejar que uno de esos italianos te vea así vestida.

Dulce: ¿así vestida? ¿Pues que tiene?

Víctor: apenas traes mi camisa.

Dulce: traigo ropa interior.

Víctor: no me importa, no voy a dejar que te vean así.

Dulce: pues para que lo sepas en la novela me ven con mucha menos ropa.

Víctor: iré a abrir.

Aguanto la risa al ver como se voltea enojado y absolutamente celoso, pasan unos minutos y finalmente puedo desayunar. Lo hacemos juntos en la terraza disfrutando de la hermosa panorámica de la ciudad. Pasamos algunos minutos en silencio hasta que recuerdo algo.

Dulce: mi amor.

Víctor: ¿Qué?

Dulce: finalmente no me dijiste nada de los billetes ¿lograste solucionar eso?

Víctor: ah sí, encontré un vuelo con escala en Lisboa.

Dulce: ¿y ya le contaste a Marcelo?

Víctor: no obvio no, quiero que sea una sorpresa.

Dulce: se volverá loco cuando nos vea llegar.

Asiente y al mirarlo veo que él me mira serio como si estuviera preocupado.

Dulce: ¿pasa algo Víctor?

Víctor: ¿Qué?

Dulce: te quedaste muy serio ¿Qué te pasa?

Quiero AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora