Hacía ya poco más de un año que las grabaciones de la teleserie Muy Padres habían finalizado. Desde entonces todos y cada uno de sus protagonistas habían iniciado otros proyectos, retomado pendientes o simplemente se habían decidido por relajarse y...
Salgo de la ducha ya completamente relajada y cuando entro al cuarto no puedo evitar sonreír, me acerco a la cuna y veo a mi hija profundamente dormida.
Acaricio sus cachetes y la veo removerse para terminar haciendo un puchero y estirarse completamente.
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Aún no puedo creer que ya tenga tres meses de vida y tanto yo como Víctor estamos absolutamente enamorados de nuestra hija, ya toda nuestra familia la conoce a excepción de Claudia y mis sobrinas que sólo la han visto en fotos y en videollamada. Marcelo está como loco con ella, nos encantaría que estuviese aquí todo el tiempo no puede ser aunque sí viene muy seguido ya que trae vueltos locos tanto a Nora como a Víctor pero cada vez que tiene que regresar le cuesta miles de lágrimas.
Ahora mi hija ya está muy despierta, es bastante inquieta y sobre todo demandante. Apenas escucha la voz de su padre empieza a balbucear y a llamar su atención para que la cargue y le diga cosas lindas y por supuesto que él está encantado.
La dejo arropada para que siga durmiendo y cuando camino hasta el vestidor escucho la voz de Víctor fuera del cuarto, creo que hablando por teléfono.
Víctor: no... no es que no quiero pensarlo, no voy a aceptar esto... como quieran hacerle pero en unos días seguiré pensando lo mismo... está bien, bye.
Frunzo el ceño porque sé perfectamente quien era la persona del otro lado de la línea y entro al vestidor, tardo unos minutos en escoger mi ropa y por fin ya estoy vestida. Cuando regreso al cuarto veo a Víctor sentado en el borde de la cama y apoyado con su brazo en la cuna de Luna, haciéndole caricias tiernas y silenciosas para no despertarla.
Víctor: no os voy a dejar aquí pitufina mía porque tú, tu hermano y mamá sois lo más importante que tengo.
Me quedo observándolo en silencio y sin poder creer que siga tan necio con esa idea, a mí tampoco me agrada pero es una muy buena oportunidad.
Víctor: ¿tu si me entiendes verdad princesa? Papá no quiere perderse ni un solo día contigo, no podría estar tan lejos de ti y de mamá mi amor.
Deposita un tierno beso en su frente y sigue observándola mientras toma su manita y juega con ella muy pensativo ya que ahora está despierta.
Decidida a hacerlo cambiar de opinión camino hasta llegar a su lado y sólo cuando escucha mis pasos levanta la vista.
Víctor: ¿Qué hacías ahí? No pensé que estuvieses aquí.
Dulce: salí de la ducha y me metí a vestir, además estabas tan concentrado hablando con Luna que ni te diste cuenta de que estaba aquí.
Víctor: escuchaste...
Lo dice como en un suspiro y de nuevo se queda mirando a nuestra hija.
Dulce: sí escuché y también te escuché hablar por teléfono, era tu mánager ¿verdad?
