4.

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-¿Pasaporte? - le pregunté por décima vez.

-¡Miller! - exclamó Niall riendo. - Tengo todo, mamá -

-No me llames así - Me cruce de brazos.

-Lo siento pero ni mi propia madre me ha hecho tantas preguntas en diez minutos. - Me sonrió mirándome a los ojos. El no solía hacer eso muchas veces, pero cuando lo hacía, yo lo disfrutaba como si fuera la última vez.

Íbamos agarrados de la mano, caminado por el aeropuerto. Su vuelo salía en dos horas, pero tenía que presentarse antes debido al papeleo. La gente cuando pasaba, nos miraba con ternura, seguro pensaba que éramos pareja. <Ojalá>

-Te extrañaré - le dije luego de un gran silencio, mientras caminábamos.

-Yo también preciosa, pero nos vemos en una semana, ¿cierto? - Paramos de caminar, y escondió un mechón detrás de mi oreja.

Suspiré. -Si Nialler - intente hacer mi mejor sonrisa.

-No puedo esperar para que nuestra nueva vida comience. - Me abrazo fuertemente.

-Y yo - susurré en su oído. En ese instante sólo quería llorar.

-¿Te cuidarás? -

-Claro que si, como siempre -

Río fuerte. -No eres cuidadosa Miller, cruzas la calle sin mirar, dejas la puerta de tu casa sin seguro, he entrado por tu ventana en el medio de la noche incontables veces, has... -

-¡Entendí! - Lo interrumpí. Yo solía ser algo despistada. -Me cuidaré, y espero que tú también. Nada de mujercitas en el apartamento - Lo señalé entrecerrando los ojos.

-No prometo nada - respondió pero recibió un golpe de mi parte. -¡Hey! Dolió. -

-Merecido - Me cruce de brazos.

-Niall, ya es hora cariño - Habló Maura.

-Está bien - contestó.

Niall fue a despedirse de su familia, sus abuelos, padres, hermano y primos habían ido a saludarlo. Los Horan eran una familia numerosa, cariñosos y muy carismáticos. Estar con ellos era muy agradable. Mientras Niall se despedía, decidí esperar apartada, mientras mi cabeza explotaba. Mi madre aún no sabía, sólo le dije que tenía unos asuntos de papeleo que arreglar y luego me iría. Pero no lo haría, no podía. Había decidió decirle a mi madre cuando llegara del aeropuerto, sólo esperaba que ella de verdad no lo tomara mal... no tanto.

-Bien - Sentí que habló a mi lado aquel rubio. - Ya es hora princesa. -

-Lo es -

-Mis padres me dijeron que te esperan afuera, quieren llevarte a tu casa. Sana y salva. - sonrío.

Lo miré, quería apreciar su rostro por última vez, quien sabe si por mucho tiempo, o por poco. Quería grabarmelo en la mente y jamás olvidarte de él. Ni de sus ojos, ni de su sonrisa. Mucho menos de su risa. Era mágica, al igual que el. Había tenido los mejores treces años junto a él. Mi infancia y adolescencia la había pasado junto a él y sin dudas, pase lo que pase, Niall marcaría mi vida para siempre.

-¿Qué tanto me miras? - rió avergonzado.

-L-Lo siento, yo... no lo sé - respondí avergonzada mientras miraba hacia abajo.

-Hey - agarro mi mentón provocando que lo mire.

Sentía como si sus ojos pudieran atravesarme, como si todo el mundo al rededor nuestro se hubiera paralizado. Lentamente, comenzó a acercarse, provocando que cierre mis ojos por instinto. Otra ve, como hace unos días, podía sentir su aliento en mi cara. Estaba en mi cuento de hadas. Sus labios rosaban los míos, a punto de chocarse, cuando algo hizo que yo me separara de él. Moría por besarlo, pero no podía hacerlo, tenía un bebé dentro de mi panza, aún no sabía cómo decirle a mi madre y mucho menos a Niall. No podía besarlo, no quería seguir lastimándome.

Niall carraspeó.

-Lo siento. -

-No tienes por qué- sonrei mientras acariciaba su mejilla.

-Creo que debo irme - Me miro triste.

-Ve pequeño pájaro - dije provocando que Niall ría.

-Este pequeño pájaro se va... y te extrañará como nadie -

Niall parecía estar despidiéndose como si nunca más en nuestras vidas nos volviéramos a ver. Quizá, era el destino.

-Adiós - besó mi mejilla lentamente, para luego caminar hacia la puerta de embarque. -¡Te quiero! - gritó, para luego desaparecer.

Suspiré y miré hacia arriba. Necesitaba que algo bueno me pase alguna vez en mi vida.

***

Escuché la puerta de entrada cerrarse, supe que era el momento de hablar con mi madre. Moría de vergüenza de solo imaginar a mi madre mirarme decepcionada, era lo ultimo que quería. Realmente no entendía como es que había pasado todo esto.

-¿______? -escuché.

-Hola madre - aparecí en la cocina.

-¿Que es todo esto? - pregunto extrañada.

Le había preparado su comida favorita para darle la noticia, si iba a morir, que sea comiendo su comida favorita, ¿no es cierto?

-Solo... quise hacerte una sorpresa - Me encojo de hombros intentando sonar despreocupada.

-Oh - respondió mientras se sentaba.

Comencé a servirle la comida en silencio. El dolor que sentía en mi pecho, no lo había sentido jamás, y cada vez aumentaba más.

-¿Como te ha ido hoy? - pregunte mientras me sentaba frente a ella.

Mi madre comenzó a contarme de su gran día, su pequeña empresa crecía día a. Día y yo estaba muy orgullosa de eso. Ella había soñado toda su vida con eso, pero cuando tuvo a Luke, a sus veinte años, tuvo que dejar su carrera de lado. Unos años después, volvió y al pasar de los años, consiguió lo que tiene hoy en día. Una gran madre y un gran ejemplo.

-Bien hija - suspiró mi madre mientras terminaba de comer. - Te conozco lo suficiente como para saber que me tienes que decir algo. Comienzo a asustarme porque no puedo imaginarme qué es, ¿es bueno? ¿Malo? - pregunto curiosa.

-No sé, mamá. - respondí suspirando.

Las lágrimas estaban a punto de salir de mis ojos.

-¿______? ¿Que pasa? - Mi madre se levantó asustada, al ver que yo comencé a llorar desconsoladamente.

-No se lo que he hecho, no lo sé - apenas pude contestar.

-Cariño debes decirme que pasa -

-Perdón madre, no quería decepcionarte. No sé cómo pasó, no lo sé, arruiné todo. ¡lo arruine! - Las lágrimas no paraban de salir de mis ojos y el aire no lograba entrar en mis pulmones.

-Habla _______. - dijo mi madre, pero esta vez estaba arrodillada en el piso, frente a mi.

-Estoy... estoy embarazada -

Noah. |Niall Horan & tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora