28.

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Me di una relajante ducha que duro aproximadamente media hora. Relaje cada parte de mi cuerpo e intente no pensar en nada. El encuentro con Austin me había dejado bastante preocupada y no quería que Niall se dé cuenta de que algo andaba mal. Ni ninguno de los chicos.

Salí de la ducha envuelta en la toalla encontrándome con Niall, quien estaba recostado utilizando el móvil. Instantáneamente me miró escaneandome de arriba a abajo, apareciendo una sonrisa pervertida en su cara.

—¿Que tanto me ves? — pregunté divertida.

—Te ves hermosa.

—No llevo nada puesto Niall. — reí mientras buscaba mi vestido.

—Ese es el punto. — guiñó el ojo acercándose a mi.

—Eres un pervertido, ¿sabías? — reí volteando a verlo.

—Te gusto de todas formas. — besó mi cuello.

—¿Estas seguro?

—¿Que? — paro de besar mi cuello para mirarme con una ceja levantada.

—Era una bromita, amor. — reí mientras besaba ahora yo su cuello.

Niall comenzó a estremecerse y cerró los ojos disfrutando el rastro de besos que dejaba sobre su perfumado cuello. Sabía que ese era su punto débil perfectamente.

—Deja de besarme el cuello o no me haré cargo de lo que te haré. — dijo casi en un susurro.

No contesté y seguí haciendo lo que a él tanto le gustaba. Pase los brazos por al rededor de su cuello y dirigí mis labios a los suyos, los cuales fueron aceptados gustosamente por Niall. El beso comenzó a subir su intensidad y ambos comenzábamos a sentirnos acalorados. Niall pasaba los manos por mi cuerpo cubierto por la toalla.

—Debemos irnos cariño. — dije entre jadeos.

—Podemos llegar más tarde. — contestó con la voz ronca.

—Niall, no...

Fui interrumpida por sus dulces labios. Niall agarró mis piernas para ir camino a la cama, inmediatamente enrosque mis piernas en su cadera. Comencé a besar su cuello otra verdad, mientras dejaba algunas marcas, y estaba muy segura que no estaría bien visto por la prensa pero ¡qué más da!

Mi toalla había desaparecido de mi cuerpo dejándome completamente desnuda, era la primera vez que estaba con Niall, y también la primera vez que hacía el amor con alguien. Nunca había hecho el amor, sólo tuve sexo. No tenía sexo hacia un año y la última vez había sido la peor experiencia de mi vida, Lucy me obligó a ir a una fiesta en Dublín en la cual terminé en la cama con un italiano. Era muy apuesto pero muy malo en la cama.

Comencé a sacar las bermudas de Niall, iba sin camiseta lo cual facilitaba mi trabajo. Niall admiraba mi cuerpo provocando vergüenza en mi. Demasiada.

—No me veas. — reí nerviosa.

—¿Tienes vergüenza? — sonrió.

—Si amor, yo no...

—Eres hermosa. — me interrumpió. — No hay nada de lo que debas avergonzarte, me encanta cada cosa de ti, incluso más allá de lo físico.

Bien, aquello había hecho que mi corazón bombee a 100 km por hora. Cuatro años atrás no creería si me dijeran que iba a tener a mí tan preciado mejor amigo sobre mi, en bóxers, diciéndome lo mucho que le gusto. Me preguntaba que hubiera pasado que le confesaba lo que sentía cuando éramos niños.

—Te amo. — susurre mirándolo a los ojos.

—Y yo a ti, cariño. — contestó sonriente para luego besarme.

Noah. |Niall Horan & tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora