6.

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Tres años después...

-¡Despierta, cariño! - exclamé mientras llevaba una bandeja con un desayuno a la habitación. -¡Arriba, que hoy es un día muy especial! - abrí sus cortinas para que la luz del día entre.

-No quiero, mami. Dormir - habló con su dulce voz, mientras bostezaba.

-No pequeño, hoy es tu primer día de escuela - sonrei mientras le entregaba su desayuno. - Y mañana, es tu cumpleaños número tres -

-¡Si! ¡Regados! - exclamo sentándose en su cama. Rei ante eso, el aún no hablaba muy bien.

-Si mi amor - bese su frente.

Todo iba perfecto, Noah me había alegrado la vida. Estaba muy contenta de tenerlo en mi vida. Luego del día en el que le había confesado a Austin que Noah era su hijo, no lo había vuelto a ver. El me había dejado en el hospital y nunca más lo vi. Escuché que se había marchado a otro país, pero no me interesaba, yo no lo quería en mi vida y mucho menos lo necesitaba.

En cuanto a Niall, el estaba triunfando por el mundo junto a su banda, se habían hecho muy famosos y estaban en su mejor momento. Todas las radios ponían su música, ¿quien hubiera imaginado? Si yo estaba orgullosa, no imaginaba Maura.

Mire por la ventana, parecía algo ventoso y nublado. Me había mudado a Londres hace un año, ya que conseguí un trabajo de fotógrafa en la revista Vogue. Tenía una muy buena paga, ya que fotografiaba todo tipo de celebridades, y aunque no lo crean, lidiar con ellos no era algo simple.

-Hoy por la tarde iremos a buscar a la tía Lucy y vamos a McDonald'a. ¿De acuerdo? -

-Está ben mami - sonrío.

Mi hijo era muy bonito. Era de tez blanca y ojos verdes, como yo. Pero, era rubio, ni yo ni Austin lo éramos, era algo que me resultaba extraño pero podía pasar, no siempre tenía que ser idéntico a sus padres.

Busque en su armario, elegí unos jeans, una remera y un buzo abrigado. Noah era aún muy pequeño, y siempre pescaba resfriados. No quería que eso vuelva a pasar. Una vez vestido, le puse su gorrito y campera, parecía un pequeño duende. Mi duende irlandés.

Camino a su primer día de clases, íbamos conversando. Amaba pasar el tiempo con el, éramos muy unidos y eso me hacía muy feliz. No quería que crezca. De verdad no.

Luego de dejarlo en su jardín, iba camino a el edificio de Vogue, donde hoy tendría una nueva sesión de fotos. A veces, fotografía a los Angeles de Victoria's Secret, cantantes famosas como Demi Lovato, Miley Cyrus, luego actrices como Jennifer Aniston, Ashley Benson y muchísimos mas. Sacaban una revista por mes, pero las fotografías tomaban bastante tiempo.

Estacione mi auto, el cual mi madre me había regalado para mis diecinueve años, hace un año. Ella había crecido con su línea de ropa y hoy era una muy reconocida marca en varios países. Ya no la veía seguido, eso es lo malo, pero ella estaba viajando por el mundo mientras triunfaba con su ropa.

Entre al edificio de Vogue, coloqué mi credencial en la pantalla de entrada y luego entré. Sin esa credencial, las puertas no se desbloqueaban. Tecnologías de ahora. Subí en el elevador hacia el piso quince, era un edificio muy alto, de exactamente veinte pisos. Era demasiado. En el espejo del elevador, acomode de mi ropa, debía vestir bien pero no súper formal. Tenía puesto unos jeans negros, unos botas de taco bajo, un sweater elegante y finalmente mi saco, que también podría ser algo elegante, acompañado con un bolso diseñado por mi propia madre.

-Buen día, George - salude a mi amigo y recepcionista.

-Hola lindura - bromeó. - Tienes mucho trabajo hoy -

Noah. |Niall Horan & tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora