5.

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Mis pies hinchados, mi barriga enorme y mis ganas incontrolables de comer una torta de chocolate estaban siempre junto a mi. Estaba en mi semana treinta y seis, lo cual significaba que en cuatro semanas más, tendría a mi pequeño bebé junto a mi. Me había costado asimilarlo, pero con la ayuda de mi madre todo fue posible. Ella lo había tomado bastante bien, me regañó por unos cuantos meses, pero estuvo junto a mí todos estos meses, junto con Lucy, nunca se separaron de mi. En cuanto a Niall, no sé si sabia, no sé si se había interesado, pero él jamás llamó, jamas preguntó por qué no fui. En casi nueve meses, todo había cambiado rotundamente. Él había participado en un programa de talentos llamando The X Factor, Niall sabía cantar muy bien y estaba orgullosa de que se haya animado a concursar. Meses después de audicionar, se formó una banda llama One Direction, la cual él era un miembro. Y al parecer, les iba muy bien, el concurso aún no terminaba, y ellos tenían éxito como si fuesen los ganadores. Estaba orgullosa de él, demasiado.

-¿Qué haré contigo? - hablé a mi pequeño bebé que ya no era tan pequeño.

Estos meses habían sido de terror, no dejaba de vomitar y sentirme mal, creí que expulsaría a mi bebé por la boca.

-¿Dejarás de hablar con tu panza algún día? - rió Lucy. Nos encontrábamos en su farmacia, yo muchas veces le hacía compañía en su turno.

-Lo siento, no puedo esperar a que salga, es algo pesado -

-¿Que nombre le pondrás? -

-Noah - respondí.

-¿Noah Brown? -

-No - negué rápidamente - Noah Miller. -

-_______... - Me miro seria.

-No le diré Lucy, el ni debe recordarme -

-Si tu no lo haces, lo haré yo -

-Pero... -

-Nada de peros, o lo haces tú o lo hago yo. -

-Bien - suspiré resignada - Hoy por la tarde le diré, ¿está bien? -

-Claro que s... - Fue interrumpida por la puerta.

Sentí mi sangre congelarse en este instante. Nada más podía salirme mal, ¿cierto? Ella me miraba perpleja, como si estuviera viendo un fantasma.

-¿______? -

-Si - respondí

-¿Que ha pasado? - señaló mi panza, aún sorprendida.

-Pues... ¿debo explicártelo? -

-No - se aclaró la garganta. -¿Es de Niall? -

-No - sonrei cínica - para tu suerte, no lo es Stephanie. -

Suspiro. - Lo siento - dijo para luego irse de la tienda, sin comprar nada.

-Eso fue intenso - habló Lucy.

***

Estaba frente a su puerta, juntando fuerzas para tocar el timbre. No sabía que podía llegar a pasar, y menos sabía si él recordaba mi nombre... o mi cara.

-Si no lo haces, bajaré yo y lo haré por ti - escuche decir a Lucy desde su auto.

-¿Algún dos dejarás de ser tan molesta? - le saque la lengua.

-Es por tu bien -

Suspiré profundamente, y toque el timbre. Finalmente, luego de unos cuantos minutos, la puerta se abrió.

-Hola Austin - saludé.

-¿______? - Me miro sorprendido.

-Oh, veo que recuerdas quien soy -

-Claro que lo recuerdo... - Miró mi panza.

-¿Puedo pasar? -

-Claro, ven. -

Entre a su lujosa casa, por dentro era acogedora pero muy elegante. Me senté en el sofá.

-Es raro verte por aquí... digo... no solemos hablar - sonrío incómodo.

-Lo se, pero debo hablar contigo. - suspiré.

-Está bien -

-Yo... esto es muy difícil -

-Ve al grano - contestó nervioso.

-¿Recuerdas la fiesta de Niall? - asintió. - Nos acostamos, ¿lo recuerdas? -

-Si, lo recuerdo - Me sorprendí.

-Pensé que no sabrías ni mi nombre - sonreí apenas.

-_______ - Me llamó. -¿Es mi hijo? - señaló mi panza.

-Lo es - Lo mire seriamente.

-Oh santa mierda - sujetó su cabeza entre sus manos. Vaya, no era la reacción que yo esperaba. -¿Que haremos? -

-¿Que no es obvio? - fruncí el ceño -Lo tendré -

-¡¿Que?! - se sobresaltó - N-no puedes hacerme eso, yo no estoy preparado - comenzó a caminar de un lado para otro.

-¿Y tú crees que yo lo estaba? - reí cínicamente. - He hechos esto yo sola por ocho meses, ¡ocho malditos meses! - casi grite.

-No lo tengas - Me pidió casi suplicando.

-¿No has aprendido nada en clase de biología? Este bebé ya está formado, no puedo abortar idiota - conteste enojada. -Y aunque pudiera, no lo haría, decidí tenerlo y así será. Te guste o no -

-No podré ayudarte - contestó furioso. - No quiero ese bebé -

-¿De verdad me dejarás sola en esto? - pregunté al borde del llanto.

-No lo quiero, _______. Aún no estoy listo -

-¡Yo tampoco lo estaba! - exclamé casi gritando.

-¡No me grites! - se acercó violentamente, provocando que me asuste.

-Te quemará la conciencia saber que tienes un hijo en el mundo, y tu no te harás cargo de eso.-

-No me interesa nada, no me interesa ese bebé y no me interesas tú - respondió con maldad.

No era el mismo Austin Brown de la preparatoria. Aquel chico, era bueno y dulce. Este Austin, parecía ser un monstruo.

-¿Eso es todo? - pregunto.

-Si -

-Ni siquiera sé si es mi hijo... eres una zorra - escupió.

-He hecho muchas cosas en mi vida, pero el mayor error de mi vida fue haberme acostado contigo. - Lo mire con odio. -Pobre de mi hijo, que tendrá un padre tan patan como tú - dije, para luego caminar directo hacia la puerta.

-¡Vete! Y no vuelvas a aparecer -

-Eres un... -voltee a decirle unas cuantas groserías pero algo me interrumpió. -Oh, no - Lo mire.

-¿Que? - Me miro preocupado, al ver mi cara.

-Necesitas llevarme al hospital - sujete mi panza.

-¿Que? ¿Por que? - suspiré pesadamente. ¿Acaso debía explicarle todo?

-¡Rompí bolsa, idiota! -

Noah. |Niall Horan & tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora