30.

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-¿Que fue eso? - preguntó Niall enojado.

-Solo estábamos hablando, Niall. - conteste nerviosa caminando a mi habitación.

-No parecías sorprendida de verlo aquí. ¿Por que algo me dice que se han visto antes? - me siguió a la cocina. Opte por quedarme en silencio. -¿Te has visto con el cierto? ¡Increíble! No puedo creer que te hayas visto con ese idiota a mis espaldas, eres una... - escupió sus palabras con furia, provocando aún más furia en mi.

-¿Una qué, Niall? - pare de caminar y gire rápidamente. -No te atrevas a decir una maldita palabra más, yo soy la que tendría que estar enojada aquí.

-¿Tú? ¿Y ahora cuál es el maldito problema, eh? - río falsamente.

-Vé y pregúntale a Selena. - respondí casi gritando mientras comenzaba a subir las escaleras rápidamente.

-¿De que hablas? -apareció Niall en mi habitación.

-Ya deja de mentirme Niall, vi las fotos en la televisión. - escondí mi cara en la almohada.

-De verdad no sé de que hablas _____. - se sentó en la esquina de mi cama.

Agarré mi móvil y tecleé sus nombres rápidamente en google, las fotos aparecieron al instante clavándome una daga en el corazón. Le tendí el celular a Niall quien al instante demostró una expresión neutra en su rostro. ¿Mala señal?

-¿No tienes nada para decir? - me senté en la cama cruzándome de brazos.

-Yo... _____...

-No tengo idea de qué clase de excusa debes estar pensando ahora pero hiciste que quedara como una estúpida frente a todo el mundo, ¿lo sabías no? Y lo que más me duele es que confiaba ciegamente en ti... hasta ahora. - Niall iba a hablar pero lo interrumpí. -No se qué habrá pasado entre ustedes dos aquella noche pero por lo visto no es la primera vez que los fotografían juntos. - las lágrimas estaban cerca y no quería llorar frente a Niall.

-¡Es sólo una amiga! - exclamó enojado. -No eres una víctima aquí, _____, no se que habría pasado con Austin si yo no los interrumpía. ¡No puedo creer que te estabas por besar con el imbécil que te dejó sola!

-No me estaba por besar. - respondí más calmada. -Yo estaba llorando y él solo estaba consolándome.

-¡Wow! ¡Que considerado! - debía admitir que nunca había visto a Niall tan enojado. -¡Entonces tú y Austin se pueden ir a la mierda! - gritó provocando que abra la boca debido a la sorpresa que me había llevado. Él nunca me había hablado así y muchos menos, nunca me había gritado.

-Vete de mi casa. - dije secando una lagrima que se deslizó por mi mejilla. Al ver que Niall sólo se había quedado mirándome fijamente, volví a hablar: -¡Vete!

Niall resopló mientras negaba con la cabeza.

-Eres increíble, Miller. - fueron sus últimas palabras antes de retirarse de mi casa.

-¡Idiota! - grité entre lágrimas una vez que escuché la puerta de salida.

Me acosté sobre mi cama mirando fijamente a la fotografía que tenía junto a Niall en mi mesa de noche. Ambos teníamos trece años, en nuestro primer día de instituto con nuestros uniformes totalmente horrendos. Yo llevaba la típica pollera de colegiala y Niall su típica camisa blanca junto con corbata. Los dos estábamos abrazados haciendo muecas graciosas. Nos divertíamos mucho cuando éramos pequeños, estaba segura de que éramos muy felices juntos. No lo dudaba. Las cosas habían cambiado notablemente, Niall ya no era ese niño dulce que no pelearía por nada en el mundo conmigo. No lo culpaba, ambos habíamos crecido y cambiado mucho. Ninguno de los dos tuvo una adolescencia común. Él una súper estrella de la boyband más famosa del momento y yo una adolescente sola y embarazada. Ninguno de los dos tuvo la típica vida que esperábamos tener, universidad, fiestas, alcohol. Al fin y al cabo la vida nos había llevado por otro camino, y no me quejaba en absoluto.

{...}

El día de ayer había terminado pésimo, había pasado el resto del día llorando. Cuando Greg trajo a Noah a mi casa luego de una tarde jugando con Theo, tuve que fingir mi mejor sonrisa frente a ellos. Greg me conocía desde muy pequeña y estaba segura de que no se había tragado aquella forzada sonrisa.

Mi móvil sonó fuertemente sacándome de mis pensamientos. Atendí para luego escuchar la sexy voz de mi mejor amigo.

-Hey, Puppet.

-Hola Styles. - intenté sonar lo más alegre posible para que él no notara mi tristeza pero fue en vano.

-¿Estas bien?

Suspiré pesadamente. -Eso creo.

-¿Que paso, _____?

-Con Niall tuvimos una pelea fuerte, salieron fotos nuestras besándonos, salieron fotos de Niall coqueteando con Selena Gómez, Austin volvió y quiere ponerle su apellido a Noah, Austin apareció en mi casa y Niall me vio con el, luego... - hablé rápidamente sin respirar hasta que Harry me interrumpió.

-¡Ey, ey, ey! Respira Puppet. - rió. -Ahora cuéntamelo todo con detalles.

Había pasado gran parte de mi mañana hablando con Harry por teléfono, el se encontraba en Homels Chapel visitando a su madre. En tres dias debíamos volver al tour y cada uno de los chicos estaba disfrutando sus días libres con sus debidas familias. Suponía que Niall también, ya que desde ayer ninguno ha sabido nada del otro.

Decidí llevar a Noah a comer al lugar que Niall y yo amábamos cuando éramos niños. Nando's. Niall me llevó a ese lugar un día y me convirtió en la mayor fan. Cuando salíamos del Instituto, todos los jueves íbamos a comer ahí. Sin falta.

Suspiré nostálgica. Extrañaba mi antigua vida junto a Niall, realmente era muy feliz junto a el. No es que no lo sea ahora pero las cosas eran mucho más complicadas.

-Mami. - habló Noah sacándome de mis pensamientos. -Ya se que quiero para mi cumpleaños.

-Faltan dos semanas cariño, ¿que es lo que quieres?

-Quiero un hermanito. - dijo provocando que comience a toser ya que estaba comiendo mi sándwich y no me esperaba en absoluto eso. Estábamos sentados en una mesa junto a la ventana, a pedido de Noah.

-¿Un hermanito? ¿Para que?

-Para jugar. - dijo en tono obvio.

-Noah, no creo que eso vaya a pasar. - sonreí.

-Pero dijiste que si me portaba bien ibas a comprarme lo que quisiera. - se cruzó de brazos.

-Amor, no puedo conseguir un hermanito en este momento.

-¿Por que no? ¡Vamos a la tienda y ya! - contestó enojado provocando que riera.

-Es mucho más complicado que eso. - negué. -Si quieres puedo llamar a Madison y que...

-¡Si! - contestó interrumpiéndome.

Madison era la hija de Anne, la vecina de nuestro departamento en Londres. Ambos jugaban desde que nos habíamos mudado ahí, cuando Noah tenía un año. Tenían la misma edad y tenían una conexión asombrosa. Estaba dispuesta a pagarles todo para ver a mi niño feliz por su cumpleaños.

-Hola. - habló esa voz conocida detrás mío.

-¿Que haces aquí? - comencé a ponerme nerviosa.

-Yo sólo pasaba... y los vi. - comentó mirando a Noah.

-No creo que debas estar aquí, Austin.

-¿Puedo sentarme? Solo un rato. - me miró suplicante.

-Bien.

Se sentó junto a mi, teniendo frente a frente a su hijo.

-¿Quien es él? - pregunto curioso Noah.

-Noah, él es Austin. Un... viejo amigo.

-Hola Austin. - sonrío mi hijo mostrando sus dientes.

-Hola, campeón. - sonrió ahora Austin. Ambos eran tan parecidos que asustaba.

-Austin. - lo llamé provocando que dirija su mirada hacia mí. -¿Nos estás siguiendo? - pregunte provocando que riera.

-No ______, solo los seguí hasta Mullingar cuando me enteré que estaban aquí, pero los seguiría a cualquier parte del mundo si es necesario. Quiero recuperar a mi hijo.

Suspiré algo frustrada. Mi vida era un completo lío. 

Noah. |Niall Horan & tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora