Noah. |Niall Horan & tu|

36.

Tres años y unos meses después...

-¡Ven aquí! - gritó Cameron corriendo detrás mío. Aumente la velocidad mirando hacia atrás, me estaba por alcanzar y no iba a permitirlo pero cuando miré hacia adelante choqué contra alguien provocando que ambos caigamos al piso.

-¡Ten cuidado, estúpida! - gritó la chillona voz que tanto odiaba escuchar.

-Lo siento Madison. - contesté levantándome del piso y tendiéndole la mano, la cual ella solo se dedicó a mirar con asco e ignorar.

-Este es un lugar de trabajo, no de juegos. - dijo mientras se iba del escenario.

-Odiosa. - canturreó Cameron una vez que desapareció.

-Es tu culpa. - golpee su hombro.

-¡Hey! Es tu culpa. - me señaló.

-Claro que no, es tu culpa.

-No.

-Si.

-No.

-Si.

-¡Ya basta! - dijo Jade exasperada. -Ustedes dos no tienen remedio. -negó.

Días después del funeral de Noah, tomé aquel boleto con destino a Los Ángeles y me subí a ese avión sin avisarle a nadie. Bueno, solo había dejado una nota en mi departamento diciendo que no me busquen. En cuanto aterricé en LA, miles de llamadas de Niall, Lucy, Harry y los chicos llegaron a mi teléfono pero sólo me dediqué a contestar que estaba bien y boté el teléfono. No quería saber nada de nadie.

Sabía que las cosas no se solucionaban de esa forma pero estaba totalmente rota y cada paso que daba, sentía que me rompía aún más. Sabía que abandonar a Niall y a mis amigos de esa forma no estaba bien y esperaba que si algún día nos volvíamos a ver no me guardaran rencor alguno.

Conocí a Cameron bailando en una de las calles de LA. Tenía mi edad, soñaba con ser bailarín profesional y era muy parecido a mi, rápidamente se convirtió en mi confidente y éramos muy unidos. Incluso vivíamos en el mismo departamento, claro que cada uno tenía su habitación.

Él me había animado a hacer lo que tanto amaba hacer: bailar. No tenía idea como lo había hecho pero había logrado que yo pueda hacerlo.

Hacia un año, me suplicó por un día entero que lo acompañe a la prueba de bailarines de Justin Bieber. Claro que yo no me iba a presentar, solo acompañar, pero como siempre las cosas salen diferente a como las planeo Justin me reconoció de aquella vez en el hotel -quien me juró no decirle nada a Niall- ¡Y eso no es todo! Mi querido amigo había abierto su bocota y le dijo que yo era una gran bailarina. Hice la prueba -obligada- y quedé junto a Cameron y algunos bailarines más. Después de todo se lo agradecía.

-¿En que piensas? - preguntó Jade, otra de las bailarinas. Nos habíamos convertido en amigas aunque no sabía ni la mitad de lo que Cameron sabía de mi vida.

-En que estoy agradecida de tenerlos después de todo. - sonreí.

-Yo también lo estoy.- sonrió también.

-Sobretodo por Cameron. - canturree. Jade no solía admitirlo pero ambas sabíamos que moría por él.

-¡Idiota! - me golpeó.

-Eso dolió. - la golpeé.

-¡Toma eso! - volvió a golpear. Iba a devolverle el golpe pero algo nos interrumpió.

-¡A sus posiciones! - gritó Edward, el coreógrafo.

Debíamos ensayar ya que por la noche Justin se presentaba en los Billboard's Awards. Él no solía hacer sus presentaciones con los bailarines pero esta vez había decidido hacerlo y me ponía nerviosa en cierto punto. Nunca había bailado para un evento tan importante.