Noah. |Niall Horan & tu|

11.

Entre a la habitación en la que Noah dormía anteriormente. Mi hijo se encontraba sentado en la cama, con algunas lágrimas en sus ojitos, apenas me vio estiró sus brazos indicando que lo cargué.

—Hola mi amor — susurre mientras lo acomodaba entre mis brazos para que duerma.

—Dormir conmigo mami—contesto dándome un sonoro beso en mi mejilla.

—Está bien, vamos a dormir — conteste mientras lo volvía a acostar en la gran cama.

Le cante su canción favorita, Umbrella de Ember Island, yo solía escucharla siempre y a él le encantaba que se la cante antes de dormir. Comencé a ver como sus ojitos se cerraban de a poco, con una sonrisa, comenzó a quedarse dormido. A todo esto, Niall estaba mirando esa escena desde la puerta de la habitación con una sonrisa plasmada en su rostro. Una vez que Noah se durmió, Niall entró y se sentó en el piso, junto a la cama, lo imité.

—¿Sabes? — hablo luego de un gran silencio. —Jamás en la vida te hubiera imaginado de esta forma, siendo madre y cuidando muy bien de tu hijo — sonrió — realmente estoy orgulloso de ti.

—Vaya... — suspire — yo tampoco hubiera imaginado nunca que tendría un hijo con casi 20 años. Pero, no me arrepiento de tenerlo en mi vida, es de las mejores cosas que me ha pasado en mi vida —

—Oye — se quejó Niall haciéndose el ofendido.

—Tu también — me acerque y acaricie su cara, como antes solía hacerlo.

Niall cerró los ojos disfrutando de mi caricia, quería quedarme en este momento toda la vida. Niall sujeto mi mano, que aún seguía en su mejilla, y la colocó entre sus dos cálidas manos.

—Daría todo por volver hace dos años atrás —

—Y yo — conteste. —No tenía ningún problema, ni pañales, ni chupetes — reí.

—A veces, cuando la prensa está sobre mí todo el tiempo, extraño ser Niall, el mejor amigo de ______ Miller. —

—Yo también lo extraño — sonreí — extraño a aquel Niall con sus dientes chuecos, sus camisas a cuadros, que vivía con su guitarra de aquí para allá. — lo mire a los ojos.

—Lo se, yo también lo extraño a veces — suspiro triste.

—Oye, ¿estás triste? — me alarme. Me puse de rodillas frente a él.

—Solo... te necesité este tiempo, es todo —

—oh — realmente me había partido el corazón en mil pedazos — yo también lo he hecho y de verdad me odio por no haberte contado nada, me hubieras ayudado mucho. —

Acto seguido, Niall me sujeto por la espalda y me tiro encima de él, provocando que me siente sobre el, quedando muy cerca.

—No me volverás a dejar, ¿cierto? — nuestras frentes estaban pegadas, y nuestros ojos cerrados.

—Jamás, ¿tu lo harás? —

—Nunca cariño —

—¿Promesa? — conteste, eso solíamos decir de pequeños.

—Promesa —sonrió mirándome a los ojos.

—Te quiero — lo abrace.

—Y yo a ti — beso mi mejilla.

Nos quedamos en esa posición un buen tiempo, quien sabe cuanto, pero sabía que los dos lo estábamos disfrutando, demasiado. Las palabras sobraban en ese momento, solo éramos Niall y _____ de Mullingar. Y, ¿como no? Todo tenía que ser arruinado. La puerta sono, escuchando una voz del otro lado.

—¿Niall? ¿Estás ahí? — una voz femenina. Estaba casi segura quien era.

—Ve — sonreí falsamente.

Niall abrió la puerta y era nada más y nada menos que Stephanie. Al ver que yo estaba ahí dentro, su mirada cambio, ¿enojo? ¿Asombro? No lo sé.

—¿_____? — entró a la habitación. Me miro de arriba a abajo. — estás más... flaca —

—Gracias, supongo. —

—¿El es tu hijo? —

—si —

—Que bello es — lo miro enternecida.

—Gracias — volví a responder.

—Te he venido a buscar, los chicos te están buscando — le hablo ahora a Niall.

—Voy en un minuto — respondió Niall incómodo. Aún no sabía por qué salía con ella, no notaba aquella mirada en sus ojos.

—Está bien, nos vemos _____ — respondió para luego desaparecer.

—Adiós — susurre.

—Debo bajar — respondió Niall.

—Está bien, ve —

—Ven conmigo — me dijo casi suplicando.

—Oh... no, será mejor que me quede aquí. — conteste sentándome junto a Noah.

—Vamos, hay que divertirse — insistió.

—No Niall, solo no... no me siento cómoda con ella aquí, lo siento — sonreí apenada.

—Lo se, lo entiendo — sonrió débilmente.

—Diviértete — le dije intentando sonreír.

***

Desperté por un gran estruendo, mire a mi alrededor y estaba en la habitación de Niall, donde había dejado durmiendo a mi hijo anteriormente. Mire la hora, seis de la mañana. Debería irme a casa. Otra vez, se volvió a escuchar un gran estruendo. Abrí la puerta de la habitación algo asustada, pero lo que vi afuera hizo que comenzara a reír.

—Ven aquí — le dije.

Niall estaba casi durmiendo en la puerta de la habitación.

—¿Quien eres tú? ¿Mi héroe? — dijo riendo, había tomado unas cuantas copas.

—Vamos a dormir — conteste mientras lo llevaba hacia la cama, donde mi hijo dormía plácidamente.

—Eres tu pequeña Miller — río.

—Ya cállate — reí mientras le sacaba el pantalón y le colocaba tu pijama.

—No me callaré — río. Odiaba que lo haga tanto. —¿Sabes? Deberíamos escaparnos para siempre. —

—¿Por que deberíamos? — dije mientras me acostaba en el medio de él y Noah.

—Estoy cansado de esto, la prensa, no tener vida social, que todos se interesen en mi, de Stephanie— esto último me había sorprendido.

—¿Por que estás con ella si realmente no la amas? —

—La quiero, y mucho —Auch, eso dolió — pero otra persona ocupa un lugar en mi corazón, no puedo sacarla de mi cabeza —

—¿Y por qué no se lo dices? —

—Ella se alejaría de mí, no me ve de esa forma. — me preguntaba quién sería.

—No lo sabes, tienes que arriesgarte por amor —

—estoy... — empezó a decir mientras se quedaba dormido. —estoy enamorado de ti — dijo para luego quedarse dormido definitivamente.

Mi corazón iba a mil por hora, no podía creer lo que mis oídos habían escuchado. Decidí no creerle, el había tomado mucho, no sabía lo que decía... ¿verdad?