Noah. |Niall Horan & tu|

7.

Estaba congelada, no esperaba que él esté ahí y mucho menos mirándome de esa forma. Aún no sabía qué decir, ni qué hacer. Mire a George buscando ayuda pero él había desaparecido. ¡Genial! Me las pagará.

-G-Gracias - Logré articular.

-Te ves... - Me miro de arriba a abajo. - adulta -

-¿Gracias? - levante una ceja. - Debo vestir así para este trabajo -

-¿Tacones? - Me miro - La ______ vieja no usaba tacones por nada en el mundo -

-Muchas cosas han cambiado. -

-Ya lo veo - sonrío desganado. -Has cumplido tu sueño - dijo al ver mi cámara.

-Algo así - sonreí - Y tu también -

-Fue sólo suerte -

-No fue suerte Niall, tienes mucho talento -

-Gracias, supongo -

Un silencio incómodo inundó la habitación. Hace 3 años atrás, no hubiera pasado algo así por nada en el mundo.

-Bien, debemos comenzar con esto. - dije señalando mi cámara.

-Claro, te sigo. -

Comencé a caminar hacia el estudio, ninguno articulaba palabra alguna. El único sonido que se escuchaba era el de mis tacones.

Una vez en el estudio, aquellos tres chicos de antes nos estaban esperando.

-¡Hasta que llegas, Niall! - gritó uno.

-Cállate - rió Niall.

-No nos hemos presentado - Me Habló uno. - Soy Harry Styles - sonrío mostrando su hermosa dentadura.

-Louis Tomlinson - se presentó el ojiazul.

-Y yo, Liam Payne -

-Mucho gusto chicos - sonreí amable. Mire el reloj de mi celular. - Debemos empezar, en una hora acaba mi turno.

La sesión comenzó, debía sacar muchas fotos debido a que ocuparían diez páginas de la revista. Debía admitir que eran todos demasiado lindos y muy fotogénicos. Sabían perfectamente como posar y eso facilitaba el trabajo.

-Bien Louis, la cámara te ama - reí. Aún no sé qué tenía ese chico, pero me caía muy bien y por lo visto, yo a él. No podíamos parar de bromear y por lo visto, a Niall no le hacía gracia ya que estaba serio.

-Lo se, todos lo hacen. - respondió.

-Ponte serio - ordené. Flash. -De costado - Flash.

-¿Ya terminamos? - pregunto impaciente. -Muero de hambre. -

-Aun me falta Niall - sonreí a medias. -Terminamos contigo - le dije a Louis.

-¡Al fin! - exageró.

-Ven aquí - Le hablé a Niall, quien estaba sentado detrás mío.

Niall se colocó delante mío en silencio, y bastante serio. Comenzó a posar, solo él sabía hacerlo de esa manera. Comencé a sacar fotos mientras le indicaba algunas poses, pero pocas veces se las indicaba, ya que por lo visto él las tenía claras.

-Excelente, Niall - sonreí una vez que habíamos finalizado.

-Gracias - respondió sonriente.

El resto de los chicos ya se habían ido, el hambre les había ganado.

Caminé hacia mi oficina, y podía sentir unos pasos detrás mío, estaba segura que era él.

-Veo que este trabajo va de verdad - dijo Niall al ver mi oficina.

-Lo es, por algo estoy aquí en Londres - respondí guardando mi cámara.

Un silencio se formó, no podía describir si esa incomodo. Simplemente era un silencio.

-¿Sabes que aún nos debemos una charla, cierto? - preguntó.

Suspire. - Creo que no hay nada de qué hablar. - respondí.

-¿Nada de que hablar? Habíamos planeado un futuro juntos, ______. Desde que subí a ese avión, no he sabido nada más de ti. - se cruzó de brazos.

-Todo... todo ha sido muy difícil Niall - Lo miré a los ojos por primera vez en tres años.

Estaba segura de que mi mirada reflejaba tristeza, porque recordar el tiempo en el que Niall se había ido, y Austin me había abandonado, estaba sola, con una panza enorme y era una gran inexperta. La había pasado mal, demasiado. Mis noches se basaban en llorar, o llorar junto a Noah, cuando no lograba calmarlo, lloraba junto a él. Fue muy difícil hacerlo sola.

-Merezco explicaciones, ¿no lo crees? - pregunto dolido.

-Quizás... algún día - respondí agarrando mi bolso. En media hora, tendria que pasar por Noah.

-Vamos a mi casa, hablemos - Habló detrás mío. Ya había cerrado mi oficina, estábamos esperando el elevador.

-No puedo, Niall. Tengo responsabilidades - dije mientras me miraba en el espejo del elevador, el cual iba bajando.

-Tienes diecinueve años, ¿que clase de responsabilidad puedes tener? - Me miro levantando una ceja.

-Mas de las que tú puedas creer. - respondí.

-¿Por que no me dejas saber de ti? - pregunto desesperado.

-No estoy preparada, ¿sabes? La he cagado, la he pasado terrible, aún no estoy lista para que entres en mi nueva vida. -

-Yo no he sido el culpable de eso - Me miro a los ojos.

-No - negué. Las puertas del elevador se abrieron y salí de ahí cuanto antes. No quería más preguntas. - Adiós. - Lo salude mientras me dirigía a mi auto.

-¿A dónde vas? - pregunto mientras me veía subir a mi auto.

-¿Puedes dejar ya las preguntas? - respondí algo cabreada.

-No podrás escapar mucho tiempo. - dijo asomándose por la ventana de mi auto.

No sé cómo lo lograban, pero pude divisar a un paparazzi detrás de un árbol. Eso no estaba bien. Nada bien.

-Hay paparazzis - Lo mire - No quiero ser la portada de Vogue mañana - bromeé.

-Bien, tú ganas está vez. Pero me debes una charla - se dio por vencido.

-Gracias a Dios - contesté.

-¿Puedes pasarme tu número? -

-No lo recuerdo - mentí.

-______ -

Mi celular sonó escandalosamente. La suerte estaba de mi lado aquel día.

-Debo atender. Y debo irme. -

-Está bien -

-Adiós - dije para luego arrancar mi auto.

No sabía como iba a contarle sobre Noah, no sabía como iba a reaccionar. No quería que él supiera, iba a hacerme mil preguntas y yo no estaba lista para eso. ¿Por qué tuve que encontrármelo? He trabajo por un año en Vogue y jamás me lo había tenido que cruzar. Quizá era cosa del destino, ¿cierto?