Caminamos de la mano por la orilla del mar mientras la brisa pasaba entre nosotros. Era una playa privada y estábamos tranquilos de que no habrian paparazzis.
Los fuegos artificiales comenzaron a verse por todo el cielo indicando que ya eran las doce de la noche. Miré a Niall con una sonrisa plasmada en mi rostro.
-Feliz Año Nuevo, amor. – dije.
-Feliz Año Nuevo, a los dos. – dijo besándome y luego a mi enorme vientre.
-En un mes estará con nosotros. – suspiré acariciando mi vientre.
-Estoy emocionado. – dijo besando mi mejilla.
Habían pasado tres meses desde el cumpleaños de Niall, habíamos pasado navidad en casa junto a los chicos y ahora estábamos todos en aquella playa privada disfrutando del último día del año. Cada uno había decidido ir por una caminata por la orilla para esperar a las doce en pareja. Incluso Harry había traído una chica.
Mi bebé estaba enorme ya y en un mes ya nacería, ambos estábamos ansiosos y aún no nos poníamos de acuerdo con el nombre. Debíamos apurarnos o nacería sin nombre.
-Ven. – dijo palmeando sobre la arena y recostándose en ella, mientras esperaba que imite su acción. Y eso hice.
-Se pueden ver las estrellas a la perfección. – murmuré sorprendida.
-Es hermoso, ¿cierto?
-¿Alguna vez haz visto una estrella fugaz? – pregunté.
-Claro. – sonrío.
-¿En serio? ¿Cómo es? ¿Es bonita?
-¿Nunca haz visto una? – preguntó sorprendido.
-Nunca. – sobresalí mi labio inferior.
-Estoy seguro de que esta noche veremos una. – besó mi mejilla.
Nos quedamos en silencio mirando hacia el cielo mientras Niall acariciaba mi vientre. Estábamos muy relajados.
La prensa había descubierto mi embarazo ya que luego de unos meses mi vientre no se pudo esconder más. Miles de paparazzis, revistas, programas de TV, fans y demás nos molestaban al principio pero Niall solo se encargó de contestar algunas preguntas y luego nos dejaron de seguir. Las fans no recibieron bien la noticia, recibí muchos insultos de parte de ellas pero no hice caso a ninguno de ellos. No iban a arruinar mi felicidad.
-¿Cómo se supone que le diré a Cameron que en dos días nos vamos a vivir a Londres? – suspiré.
-El deberá entenderlo. – me miró serio.
-Lo sé pero el... está solo aquí. Su madre está a punto de morir y yo lo estoy abandonando.
-No puedes quedarte aquí solo por el cariño, ¿no crees que es lo suficientemente grande?
-Lo sé, lo sé pero... - suspiré. -No quiero tenerlo lejos de mi.
-Este es el momento en el que me pongo celoso. – sonrío.
-Tonto. – reí mientras lo abrazaba.
-¿Qué nombre le pondremos a este pequeño? – señaló mi vientre.
-¿Gordon? – bromee.
-¡Es horrible! – rio. -¿Qué tal... Gary?
-¿Hablas en serio? – asintió. -¡Niall! ¡No le pondremos ese nombre feo! – reí.
-Hey, ¿Qué tiene de malo, eh?
-No me agrada. – negué. -¿Freddie?
-Nop. ¿Henry?
-No. – reí.
Nos quedamos en silencio otra vez, buscar un nombre que nos agrade a los dos era algo difícil. En un instante se me ocurrió un nombre, quedaba a la perfección con el apellido de Niall y me encantaba.
-Connor. – dijimos los dos a la vez.
Ambos nos miramos a los ojos y comenzamos a reír. Realmente había sido algo inesperado.
-Connor Horan. – sonreí.
-Así será.
***
Caminé de un lado a otro por mi departamento esperando a que Cameron llegue, por la mañana temprano se había ido y volvería en cinco minutos. Iba a decirle que mañana me mudaría a Londres y estaba muy nerviosa por eso, moria de miedo de que piense que lo estaba abanadonando.
La puerta de abrió bruscamente dejando ver a mi amigo algo serio, me acerqué a él.
-¿Estas bien?
-Si. – sonrío falsamente. -Ire a darme una ducha, ¿esta bien?
-¿Crees que podamos hablar luego?
Me miró algo pensativo y asintió.
-Esta bien, de todas formas yo también quiero hablar de algo contigo.
-Te espero. – sonreí nerviosa.
Luego de cuarenta minutos de nervios mirando la tele sin prestarle un poco de atención, mi amigo salió del baño sin camiseta y unos shorts. Era realmente sexy.
Camino hacia mi y se sentó a mi lado mirando hacia la nada. Algo pasaba dentro suyo y debía averiguarlo.
-Cam. – me miró. -Mañana me iré a vivir a Londres.
Al ver que no contestaba comencé a desesperarme. ¿Y si estaba enojado?
-Siento tanto avisártelo ahora pero es que no sabía como decirlo, no quería que te enojes conmigo ni pienses que te estoy abandonando. Eres mi mejor amigo y lo que menos quiero es que tú...
-Mi madre murio. – me interrumpió provocando que mi respiración se corte y mi corazón empiece a latir fuerte.
Abrí la boca sorprendida, no sabía que hacer realmente. Y mucho menos que decir.
-¿Cómo...?
-Hace una hora. – intentó sonreír. -Me llamaron del hospital por la mañana, su cuerpo ya no resistía mucho más al cancer y... hace una hora murió. -suspiró.
-Lo siento tanto, Cam. – lo abrace.
-Solo... la extrañare. – una lágrima se deslizó por su mejilla.
-Lo sé cariño. -suspiré. -Pero ella estaba sufriendo aquí, estoy segura que ahora está mucho mejor.
-Eso espero. – besó mi mejilla. -Entonces... ¿me abandonaras?
-Lo siento. – lo miré triste.
-No tienes por que sentirlo, es tu vida cariño. – sonrío.
El silencio vino hacia nosotros y en ese instante se ocurrió una idea. Era genial y esperaba que el acepte.
-Ven conmigo. – me miró sin entender. -Ven a Londres conmigo.
-No lo sé _______, ¿Qué hay de Los Ángeles?
-¿Qué te retiene aquí? Tu hermana vive en Nueva York, no tienes trabajo y... te quedarías solo. No quiero eso. ¿Y si un día vuelvo a visitarte y estás rodeado de siete gatos?
-¿Exagerada. – rio. -¿Y donde viviré?
-Puedes vivir conmigo y con Niall hasta que consigas un trabajo y puedas mudarte a un departamento. Vamos Cam, ¡ven conmigo!
Me miró unos segundos y suspiró sonriente.
-Esta bien.
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Noah. |Niall Horan & tu|
Fanfic________ Miller estuvo enamorada desde la primera vez que vio a su mejor amigo. Daba su vida por él y él por ella pero por desgracia él la veía solo como su mejor amiga. Planearon una vida juntos en Londres luego del instituto, ir a la universidad y...