44.

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Me abrí paso entre toda la multitud, necesitaba salir de ahí. Niall era un idiota.

Busqué con la mirada a Cameron pero no tuve éxito, estaba segura que se encontraba con alguna de sus conquistas en las habitaciones. Mis lágrimas no paraban de salir de mis ojos y algunas personas se habían percatado de eso ya que me miraban raro.

Caminé hacia fuera de la casa. Saque mi móvil y marque el número de Cam. Sonaba pero el muy maldito no atendía.

-¡Atiende, atiende, atiende! - exclamé mirando la pantalla de mi móvil. -Estúpido Cameron. - comencé a caminar de un lado a otro. -Quiero irme de aquí, quiero irme de aquí.

Estaba hablando sola y si alguien me estaba observando pensaría que estaba completamente loca. Me senté sobre el césped y escondí mi cabeza entre mis piernas. Las lágrimas no habían cesado en ningún momento. Niall me había lastimado, y mucho.

-¿________? - esa voz tan conocida para mi resonó en mis oídos. -¿Estas bien?

-Si. - contesté secando mis lágrimas y poniéndome de pie. -No es nada, estoy bien. - intente convencerla.

-¿Que sucedió?

-Nada, sólo... solo quiero irme.

El hecho de que esta sea nuestra primera conversación en años no me agradaba. Lucy me miraba con tristeza en sus ojos. Sabía que quería ayudarme y estaba luchando internamente con su orgullo para no hacerlo. No la culpaba.

-Ven. - habló luego de unos segundos. -Te llevo a tu departamento.

-No Lucy, tú quédate.

-Vamos _______, te llevo. - insistió.

Suspiré. -No tengo llaves, las tiene Cameron y no se donde se metió.

-Bien, vámonos de todas formas. Conozco un lugar.

Asentí y caminé tras ella. Era extraño que sea tan amable conmigo. La conocía a la perfección y Lucy era una de las personas más orgullosas que existían. Algo me decía que Louis tenía mucho que ver en esto.

Lucy conducía un carro que estaba segura que no era de ella pero no me atreví a preguntar. Estuvimos en la carretera unos quince minutos y aparcó frente a la playa. Estábamos en Santa Mónica.

-Aquí solía venir de pequeña cuando veníamos a visitar a mis abuelos en Los Ángeles. - comento mientras nos sentábamos sobre unas rocas.

Estábamos en una especie de precipicio, debajo nuestro se encontraba a la playa y el mar. Lo admirábamos de lejos.

-Es muy relajante. - añadí. -El sonido del mar es uno de mis favoritos.

-Lo sé. - apretó los labios.

-¿Por qué... me ayudaste? Es decir, no he sido la mejor persona contigo en estos años.

-No lo sé. - se encogió de hombros. -Supongo que verte en ese estado no fue lo más lindo.

-Gracias, Lucy. - suspiré. -Y perdón por todo, yo no quise...

-No. - me interrumpió. -No tenemos que hacer esto, el hecho de que yo te haya sacado de ahí no significa que yo quiera...

-Escúchame. - la interrumpí yo esta vez. -No necesito una respuesta, solo... escúchame.

Bufó. -Bien.

-El día que me subí al avión rumbo a Los Ángeles, estaba rota. Totalmente rota. No podía respirar, no podía pensar, incluso sentía que no podía amar a nadie. No podía amar a Niall, no podía estar junto a ti y a los chicos... sé que huir no era la solución pero no tienes idea de lo que estaba pasando por ese momento. -mi voz se quebró y las lágrimas volvieron a salir. -No estoy pidiendo que me perdones Lucy, sé que te he lastimado al apartarte de mi de esa forma pero quisiera que me entiendas. - suspiré. -Tardé dos años en sanar, incluso hay días en los que pienso que todavía no lo he hecho porque lo extraño, extraño mucho a Noah y daría cualquier cosa por volver a pasar un solo día con él.

-¿Y no has pensado que las personas que tenías a tu alrededor también estaban sufriendo? ¿Que estábamos todos dispuestos a ayudarte? Lo siento _________, pero yo he sufrido tanto como tú. ¡Y no eres la única que lo extraña!

-¡Lo sé! Sé cuanto él significaba para ti pero no vengas a decirme que sufriste tanto como yo porque no tienes idea lo que significa perder un hijo.

-No debiste irte.

-Lo sé.

-¡Deja de decir eso! - exclamó bruscamente.

-Lo siento, no tengo idea de que hacer para remediar las cosas.

-¿Eres... feliz ahora? - la miré. -¿Irte de Londres te hizo feliz?

-Pues... no se si esta es la respuesta que tu quieres escuchar pero si, soy feliz ahora y alejarme de Londres fue una de las mejores cosas que me pudieron pasar.

El silencio se hizo presente entre nosotras mientras mirábamos hacia el horizonte, ambas teníamos una guerra con nosotras mismas internamente. Sabía que Lucy había sufrido por Noah, sabía que lo extrañaba tanto como yo y anhelaba arreglar las cosas entre nosotras.

Suspiré algo resignada. Sabía que ella era dura y no me perdonaría fácilmente, incluso estaba segura de que había muchas chances de que no me perdonara.

Volver a verlos había removido sentimientos en mi que creía muertos.

-_________. - me llamó provocando que la mire. -No vuelvas a lastimarme nunca más de esa forma.

Esperen. ¡¿Que?! ¿Acaso era lo que yo estaba pensando?

-¿Me estás...

-Abrázame antes de que me arrepienta, idiota.

-Lucy. - murmuré mientras me lanzaba sobre ella para abrazarla. No podía creer que me había perdonado, juraba que no iba a hacerlo jamás. -Te extrañé.

-Yo también a ti. - suspiró. -Fue duro no tener una amiga para contarle mis problemas con Louis.

-¿Problemas? - volví a mi lugar. -¿Louis fue un idiota contigo? Porque juro que...

-¡No! - rió. -Nada que no fueran peleas de parejas, ya sabes.

-Más le vale a Tomlinson, cuando me fui sabía que te dejaba en buenas manos. - dije y me respondió con una sonrisa.

-¿Por qué llorabas en la fiesta?

-Discutí con Niall. - suspiré pesadamente. -Llamó estúpido a Noah, ni siquiera lo reconozco Lucy. Él no es Niall, no el que yo dejé en Londres.

-¡Es un idiota! - me miró enojada. -No puedo creer qué haya dicho algo así, se las verá conmigo.

-No vale la pena. - negué. -No quiero verlo nunca más, desde que lo volví a ver mi vida está hecha un desastre.

Otra vez el silencio se volvió a formar entre nosotras por unos largos minutos. El sol se asomaba por el horizonte iluminándonos de a poco.

-Estuvo encerrado por meses llorando luego de tu partida. - la miré sorprendida. -Con Louis intentamos día y noche sacarlo de ahí, nos hemos llevado unos cuantos regaños de su parte. Intentó venir tras de ti pero no tenía idea por donde empezar, Los Ángeles es muy grande. Pero ya sabes, las heridas sanan con el tiempo y ya está mucho mejor pero... no es el de antes ________, y sé que la única que puede volver a traerlo eres tú.

-¿Que hay de... Austin? - pregunté lentamente. No lo nombraba hace años.

-Falleció una semana después. - dejé salir todo el aire que estaba aguantando. -Tuvo muerde cerebral y su familia decidió desconectarlo.

-Dios mío. - murmuré sujetando mi cabeza. No esperaba eso para nada.

-Sabes... luego de mucho tiempo aprendí que la vida te quita personas que amas, que no merecen irse pero al final te recompensa. -sujeto mi mano y la coloco en su panza. -A veces te quita personas para ponerte otras en el camino. - susurró mirándome a los ojos emocionada.

Tardé unos segundos en reaccionar y abrí mi boca atónita. No podía estar pasando. ¡Era una locura!

-¿Estas...

-Embarazada. - completó mi frase. -¡Serás tía, _________! 

Noah. |Niall Horan & tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora