" Encuentros Cercanos De El Tercer Tipo "2da parte.

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- ¿Qué es esto?- Pregunto yukari pero ellos no contestaron de inmediato, en su lugar Mamoru puso en la mesa el paquete de cartas que Hitomi usaba para adivinar.

- es un envío de Hitomi, apareció ayer en la mañana.- les comento mamoru.

Susumu y Yukari leyeron el diario, que de alguna manera había sido enviado desde ese mundo extraño llamado Gaea.
En el no decía nada de geografías ni aventuras fantásticas.
Sino que relataba el día a día de una muchacha que agradecía a sus padres por LaVida que le dieron y explicaba se decisión de quedarse en donde se encontraban para casarse con un joven de nombre van fanel.

Ni el padre de Hitomi ni Mamoru aprobaban su devoción hacia un hombre que probablemente no conocerían jamás.
Pero nada podían hacer, les explicaba también que no estaba sola y que tenía amigos tan buenos como lo eran Yukari y susumu.

El corazón de Yukari se tranquilizó al leer que le pedía disculpas por no comentarle su decisión ni hablarle de Gaea.
Quizá había tomado una decisión apresurada, pero su corazón no conocía razón.

En otras palabras era lo mismo que recibir la carta de una hija que se marchaba de casa para vivir con la familia de su esposo. Pero... Que en otro planeta... Y para ser reina.

Solo que esta información no venía en el diario, esto era algo que solo los kansaki sabían y no lo compartieron con "los Amano".

Yukari no perdió el contacto con los kansaki, en su lugar frecuentaba a Mamoru, pues su intuición femenina le dijo que le ocultaban cosas.

Y así era, a fin de cuentas Mamoru les contó lo que no venía en el diario.
En el atado de cartas venían 2 pequeños retratos de óleo.

Uno era de Hitomi con un vestido similar a un kimono, y el otro era de un muchacho joven y con un traje similar a un hakama.

Era el chico de el dragón.

        FIN DE FLASHBACK

  Nunca más supieron de  Hitomi, pero  Mamoru y  Yukari aseguraban que de vez en cuando soñaban con Hitomi en un idílico jardín a la sombra de un árbol gigante.

Si Hitomi estaba de vuelta en la tierra, era porque algo había pasado.
Susumu miró de reojo a Yukari, sin duda pensaba lo mismo y conociendo como se movían sus engranes, seguro todo tipo de conspiraciones se gestaban en su mente.

- ¿Creés que tú qué tal vez hubo un golpe de estado en fanelia? - pregunto su novia asustada.

"Bingo" pensó susumu y suprimió una sonrisa, en realidad no era una idea tan loca, era un mundo diferente y extraño.

- no lo sé cariño, pero lo averiguaremos pronto. - dijo él.

                            🏥

   El viejo nissan se estacionó en la entrada para que yukari bajará primero y buscará informes.
De todos formas era capaz de altar de el vehículo en movimiento si no se detenía en la puerta.

   Susumu vio a su chica correr por los escalones y se siguió preguntando porque seguía diciendo que ella no servía para el equipo de atletismo.

  - vine a buscar a Hitomi  kansaki.- dijo Yukari a una enfermera gordita en la recepción.

   mujer reviso la pantalla de la computadora y Yukari trato de no perder la compostura.
Nunca debías hacer enojar a un empleado de el gobierno... Ni de el sector privado.

   - oh si... Aquí dice que no tiene documentos, ni está afiliada tendrá que pagar su ...-

  - ¿Está herida¿, ¿está internada? ¿Está sola?- soltó Yukari interrumpiendo a la enfermera.

   - ... ¿Es familiar de ella?- pregunto la enfermera, se veía que Lidia a con histéricas todo el tiempo.

   -...es mi prima.- dijo Yukari  recuperando la compostura.

   - ...su prima está bien de salud, pero se recomienda que guarde reposo, el bebé era muy grande y está lastimada, ni la madre ni el niño están en peligro serán dados de alta mañana.-

   -...¿Bebé?.- la enfermera siguió hablando y dándole recomendaciones y le dio el nombre de el doctor que atendió a su amiga, peto Yuka dejó de prestar atención.

   - solo necesitamos los documentos para arreglar... ¿Señora está prestando atención?-

                           👣

   - Es un bebé precioso ¿Verdad?- dijo la enfermera a el latino junto a los cuneros.

   Gabriel estaba parado frente al vidrio de los cuneros,  solo había cuatro bebés y de los cuatro tres eran niñas, el bebé de  Hitomi era el único  varoncito.

Tenía una gran mata de pelo negro y a diferencia de los otros bebés se veía muy tranquilo.

   - si, es un bebé muy guapo.- aseguró.

   Ahora sabía que la joven mamá se llamaba Hitomi, pero aún no sabía que hacía en la escuela a esas horas de la noche.
En realidad no era de su incumbencia, pero el era demasiado curioso a veces.

   Además... No quería dejarla sola, el parto sin duda fue doloroso, en especial porque no alcanzo a llegar al hospital.

   Los paramédicos no tenían eso que las mujeres se ponen en la columna.
Hitomi se agarró de las barras de protección de la camilla y Gabriel hizo todo lo posible para no desmayarse.

   "Van ...  você é estúpidaeu  te odeio, a culpa  é suavocê  deveria estar aqui!"

   Estaba gritando a todo pulmón, estaba asustada y muy probablemente insultaba a el padre de su bebé.
No supo que más hacer, así que solo sostuvo su mano mientras ella lloraba, Hitomi lo miro a los ojos y le agradeció su amabilidad, estaba sola, muy sola.

   La ambulancia ni siquiera avanzó de donde se encontraba la caseta de policía , varios curiosos estaban afuera escuchando los gritos, mientras el joven agente montaba guardia y le pedía a los ciudadanos que no llamaron a otra patrulla.

   Un par de ancianos se detuvo y se acomodaron en un banco, aquello se convirtió en un circo que se disipó cuando se escucho un sonoro chillido infantil.

   Gabriel no sabría decir cuánta gente habría afuera de la ambulancia, pero cuando el paramédico grito que era un saludable niño, pudo escuchar con claridad que mucha gente ovacionaba y aplaudía afuera de el vehículo.

   Nunca le había tocado ser parte de algo si en toda su vida, Japón estaba siendo hasta ahora una gran y exótica experiencia.

  Hitomi se quedó dormida después de dar a luz, el paramédico le puso una manta encima pero no le dejó su bebé  un lado, la rubia seguía mojada y el chófer volvió a emprender el viaje al hospital.

  En cuanto pudo llamo al número que Hitomi le "dicto", el paramédico que venía con ellos en la ambulancia tuvo que ayudarle por que su japonés era muy pésimo y la señora al otro lado de la línea se escuchaba un tanto histérica.

  Hitomi seguía dormida, el niño estaba bien y ambos estaban sanos, salvos y secos.

  ¿Así que porque seguía ahí?, Le habían tomado declaración para descartar cualquier cosa.
  Cómo no podía decir que la encontró en la pista... Les dijo a las autoridades que la encontró cerca de la entrada de la escuela kamakita.

  Se dijo que sólo esperaría a que despertara para informarle de su versión de la historia.
   Se alejó de los cuneros y entró al cuarto donde Hitomi seguía dormida.

   Su cabello era rubio tal y como lo pensó, se veía muy diferente a la luz de el día, era una mujer bonita y su cabello le llegaba hasta la cintura, por el momento se parecía a la bella durmiente, era una lastima que no pudiera despertarla con un beso.

  Hitomi se removió en la cama y despertó lentamente, miró a su alrededor y se asustó, luego se miró el vientre y se asustó mucho más.

  - ¡No te asustes! Tu bebé está bien es un niño sano y de 5 kilos.- la rubia se le quedó mirando confundida y lentamente lo reconoció.

"LOS HIJOS DE LA LUNA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora