"LOS HIJOS DE LA LUNA"

Capítulo 09; "Querido Amigo" 1ra parte.

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        -¡Row! ¡Mira ese que viene entrando es mi onii-chan!- la niña pasó a su lado y row se volteó para seguirla.

     Luk entró por la puerta de el establecimiento y cuando su hermana corrió hacia él, puso al perrito de peluche en medio de ellos.

       - ¡PEPITO!- grito feliz y abrazo al peluche en lugar de su hermano.

        -  Fui hasta la estación a recogerlo, el guardia dijo que era muy común que le preguntarán por algún peluche… perdido.- luk dejó de dar explicaciones pues su hermana dejó de prestarle atención.

       La niña se dio la vuelta y lo ignoro por completo.

         - ¿A quién buscas?- pregunto el mirando en la misma dirección.

          - ¡ A mi amigo de el tren! quería que lo conocieras, pero creo que se asustó ¡Luk lo asustaste!- luk achicó los ojos con desconfianza.

         - ¿Y tu amigo tiene nombre?- pregunto él y ella asintió.

          -  Se llama ROW y tiene mi edad, ya te lo había dicho. ¡Presta atención!- luk le sonrió y se sintió tranquilo de que no fuera un especie de depravado que se hiciera pasar por un niño aprovechando la imaginación.

      Hanna tenía una imaginación desbordantes o al menos así lo parecía. Quizás ese también podría ser un defecto pero kaname la mantenía encerrada en lugar de sacarla al parque así que Hanna pasaba todo el tiempo en su propio mundo.

         A veces pensaba que debería dejar la práctica del Kendo y pasar más tiempo con su hermana. Pero su mamá lo había inscrito y no había parado desde entonces.

        Además… ¡Todos los niños tenían amigos imaginarios ¿no es así? El mismo tuvo uno cuando era pequeño, su abuela lo veía jugar con él y con frecuencia le llamaba folk.

         No recordaba nada de eso, él tenía escasos 4 años… y para los 6 ya se había olvidado de el.

         Quizás lo mismo pasaría con Hannah. Eso… si es que realmente era imaginario y no un niño tímido e invisible con una imaginación en otro mundo para andar inventando dragones de 2 patas.

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       - Te has portado tan bien toda esta semana que hasta me das miedo.- le dijo Merle al muchachito mientras lo arropaba.

          -  Tan solo quiero curarme rápido, no es como si planeara hacer algo a tus espaldas tía Merle.- el niño movió repetidamente las cejas de manera sospechosa y Merle se soltó riendo.

       - Forte y dann te han extrañado bastante, recupérate pronto para que jueguen juntos.

       “ Más bien dirás … para que los vea jugar mientras yo me quedo quieto en la sombra” pensó con amargura.

        - ¿Que pasa? - Merle notó el cambió de inmediato.

           - Nada, es solo que a veces me gustaría ser como…No importa.- dijo el y se dio media vuelta dándole la espalda. - buenas noches tía Merle.

           - ¿Sé como quien? ¿Tu padre? ¿Galahan?.- pregunto y le acarició la espalda pero él no se volteó.

             -… a veces ...no .., realmente me gustaría ser como los demás niños que cuando corren mucho no se desmayan en la mitad de el patio, me gustaría ser como forte y mizeth que pueden subir los árboles sin siquiera pensar lo que pasaría si me desmayo por intentarlo o ser como Dann, Retas y Zack cuyos padres los entrenan como lo hace el general Asuna con brand y galahan con mi padre y el caballero Caeli.-

        A Merle se le rompió el corazón al escuchar sus palabras, si bien era un niño de 5 años, moonrow era un niño muy listo y extremadamente ocurrente.

         Siempre tenía algo en mente y tenían que vigilarlo para que no hiciera alguna travesura. Al final de cuentas eso es lo que era. Un niño.

        Cuando hablabas con folken moonrow Fanel, era fácil olvidar que era un niño con quien charlabas, era tan ingenioso que no era difícil seguir el juego, pero al final de cuentas era solo un muchachito que solo trataba de estar a la altura de lo esperado. Y eso no estaba bien, porque moonrow era sensible aunque no lo pareciera.

       - Ten paciencia mi pequeño príncipe, tu padre no fue entrenado hasta la edad de 6 años, a ti aún te faltan 6 meses para eso.-

         - ...está bien tía Merle… ya no importa.. buenas noches.- y con eso dio por concluido la discusión. Merle le volvió a besar la frente y vio que el niño tenía los ojos cerrados y en su mano apretaba el dije que van le prestó mientras esté estuviera enfermó.

          - Descansa mi príncipe.- le acarició los cabellos y se alejó para dejarlo dormir.

           Antes de salir volvió a mirar hacia atrás pero él estaba quieto. Cuando van no podía venir a darle su beso de buenas noches, Merle o galahan se hacían cargo.

      El caballero consentía mucho al príncipe pero no exageraba con lambisconerias y lo sacaba de sus errores de vez en cuando.

      Galahan era el hermano mayor que a todo chico le gustaría tener, Percyval en cambió, era un poco buscabuyas y molesto de vez en cuando, pero era un buen hermano mayor y quería a sus hermanitas enid y leony.

    Moonrow estaba rodeado de amor… pero a veces eso no era suficiente.

    Merle se encaminó en dirección a la biblioteca principal, ser la asistente de Rufus era un trabajo que requería mucha cabeza, pero ser una de las consejeras de Van más difícil.

     Al entrar a la biblioteca, vio a Forte y Robin en el sillón junto al vitral. El niño estaba dormido mientras Robin leía en silencio una historia sobre un jardín secreto o algo así.

       Robin era un hombre del bosque igual que ella. La diferencia estaba en que ella era una mimosa gata de ciudad mientras que el un vulgar gato silvestre y arrabalero.

      Cuando le tocó el tiempo de buscar pareja, dejó su villa la cual era la misma donde vivía la tribu de zawul; los hombres camaleón de el bosque de fanelia.
    No había muchas hembras gato que fueran solteras, así que salió de su aldea en busca de trabajo a la ciudad principal donde zawul lo introdujo entre los encargados de el establo. En el momento en que conoció a Merle quedó cautivado.

     El hombre leopardo no se dejó intimidar por la agresividad de la felina, y al final logró conquistar.

    - Entre buscándote y lo encontré dormido con este libro en sus manos.-

    - El libro de Hitomi… será mejor que lo guarde… a van no le gusta que lo agarren.-

    La gata se dirigió al escritorio y metió el libro en un cajón. Su marido cargo al niño y los dos salieron de la biblioteca de “la reina”.

       - Merle… no es mi intención entrometerme en las decisiones de mi señor pero… creo que sobreprotege demasiado al príncipe.- Merle solo suspiro