" alza tus alas "2da parte.

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     La primera vez que se miró al espejo con esas cosas blancas en su espalda lo hacían sentir ridículo. Su hermana lo miraba embelesada y Hikaru le había tomado una foto asegurándole que algún día está llegaría a la tierra para ser vista por su familia. Estaba al tanto que habían conseguido recibir un mensaje de su primita Kasumi y logrado enviar un mensaje a casa asegurando que todo estaba bien.

     Extrañaba su hogar en la tierra, la sopa de miso de su abuela, el ramen instantáneo y el mochi… pero cada momento que pasaba en gaea era especial y se estaba enamorando de fanelia. No sabía cuáles palabras podrían describir mejor “su país”. Era un mundo colorido y extraordinario. Quizá Esa era la palabra que mejor describía fanelia.

    Desde que su padre… es decir Gabriel se había vuelto a casar,luk trato desesperadamente de ser un buen hijo y llevarse bien con la mujer de su padrastro. Kaname no siempre fue indiferente con ellos, incluso era amable y le dedicó una que otra sonrisa. Pero a medida que Hanna crecía el lado supersticioso de kaname salió a flote y el carácter de luk también cambio.

    Aprendió a reprimir sus emociones y mantenerse callado para evadir problemas, No era que fuera tímido y callado.

   maduro a la fuerza y así siguió cuando su tío Mamoru le quitó la custodia a su padrastro.

   Cuando llegó a Tokio apenas y conocía a sus tíos, tampoco recordaba mucho a la abuela a pesar de que ella tenía muchas fotos de él y de su hermana.

   Se suponía que eran familia y que la familia permanecía unida. Pero la familia que él tenía se había dividido y lo último que vio de su entonces padre fue la espalda cuando se metía a el elevador. Gabriel no vio cuando Lacour corrió tras él y cayó al suelo. Fue la primera vez que el dolor de su espalda fue tan fuerte que le hizo perder el conocimiento en la mitad de el pasillo.

    Desde ese momento luk procuro no encariñarse demasiado con las personas… tampoco confiaba en otros y prefería hacer las cosas por sí mismo... Pero.

   Su abuela y hannah no permitieron que su corazón se volviera frío. El solía pensar, que la mejor manera de proteger su corazón era no dejando entrar a nadie.

    Pero los Kanzaki y Amano no eran personas normales. Se metieron en su corazón y no se salieron de ahí.

    Con frecuencia miraba la luna y se preguntaba cómo se encontraban. Los extrañaba… pero tenía en claro que no podía volver.

    Probablemente… les hubiera encantado conocer gaea… pero muy seguramente su tió Mamoru le lanzaría un puñetazo a la cara de su padre.

   Luk soltó una pequeña risa y se la a trago al sentirse culpable, no era gracioso. Se quitó la camisa y sacó sus alas. Prefería hacer eso en la noche donde todo era tranquilo y los sirvientes no se le quedaban mirando con la boca semiabierta. Sabía que debería acostumbrarse a ser admirado así, pero la fama no era lo suyo.

    Lacour extendió las alas tanto como pudo y aleteo con ellas como acto reflejo se impulsó y despegó del suelo. Cuando su hermana Hannah corría en la pista de atletismo a él le parecía que estaba a punto de despegar el vuelo.

   Pero quién ahora despegaba el vuelo era el.

     Lacour sintió como las alas sostenían su cuerpo con facilidad y se preguntó si así era como se sentía siempre que atravesaban el cielo. Era un sentimiento maravilloso y extraño. Se podría decir que hasta divino.

    Lacour voló tan alto como le fue posible, no pudo evitar recordar las teorías que Hikaru expuso sobre los atlantes y el clan dragón.

    ¿Como exactamente habían creado la tierra que sus pies pisaban y porqué gaea no podía ser vista desde la tierra? ¿Las criaturas que habitaban gaea eran autóctonas de esa tierra o provenían de la tierra? De ser así… ¿los hombres bestia habían emigrado con los atlantes o fueron sometidos?

"LOS HIJOS DE LA LUNA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora