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Una cuna, un llanto, una mujer de largo cabello azul y ondulado.
El fuego se propaga en la habitación y la mujer no puede hacer nada, el fuego alcanza las cortinas. El humo quema los pulmones pero ella no hace nada, no puede hacer nada.
La puerta se abre con un golpe sordo, un hombre tigre grande y ensangrentado entra a trompicones. Busca la cuna pero el humo no le permite ver, el llanto de el niño lo guía y el tigre corre en esa dirección. El bebé alzó las manos y el tigre lo tomó para salir corriendo.
La mujer permaneció parada mientras todo ardía en llamas, y su silueta desaparecía en el espeso humo.
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Hanna despertó empapada en sudor, se miró los brazos y los tanteó, su piel estaba fría pero ella juraba que le ardía la piel.
Se acomodó para levantarse de la cama pero cuando se puso de pie sintió un mareo y juro que hasta podía oler humo.
Apoyo los codos en las rodillas y cubrió su rostro con sus manos, respiro rotundamente y volví a tratar de levantarse.
Esta vez lo consiguió, sin dudarlo se dirigió al baño y abrió el grifo de la llave. Le gustaba mucho ese lavabo porque asemejaba una jofaina. El castillo de Fanelia gozaba de muchas modernidades que muchas personas carecían o no querían.
El agua fría refresco su piel y la incomodidad se fue. Había sido un sueño aterrador. Todos los sueños se estaban haciendo muy vividos y daba miedo.
Antes de salir apagó la lámpara de energiz, no quería hacer mucho ruido por arriesgarse a despertar a Shizuka que dormía al otro lado de la puerta.
Miró por la ventana y se le ocurrió jalar una almohada y la sobrecama. Se dirigió a el balcón y la tendió en el suelo.
Dejó las ventanas del balcón abiertas y recostó la cabeza sobre la almohada, las estrellas se veían claramente a pesar de que la luna desprendía un brillo azul.
La escena era tan bella y tranquila que volvió a quedarse dormida… y volvió a soñar, pero esta vez, fue algo más pacífico.
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"LOS HIJOS DE LA LUNA"
Fantasi¿fue todo un sueño o una ilusión?, a veces quisiera que así fuera, pero cada vez que miro hacia atrás me doy cuenta de lo egoísta e inmadura que fui. lo extraño y en "él" veo siempre su reflejo, pero tome mi decisión... y la de ellos. ...
