"LOS HIJOS DE LA LUNA"

"Cambios" 2da parte.

    Paruchi se emocionó cuando supo que el chico tomó la navaja, quería ver porque el cerebro de ML-VIII era diferente, pero entonces ella apareció.

     Lady escarina se entrometió entre el y su oportunidad de encontrar su camino a la inmortalidad. Ella le mostró una compasión que solo ofrecía una madre, la joven mujer le devolvió la esperanza perdida a ML-VIII y el chico se olvidó de cortarse las venas.

     Aquella mañana en que kuaru dejo el vone momentáneamente vio su oportunidad cuando Miguel cortó los tendones de su brazo derecho, era un soldado inútil ahora, por supuesto que eso tenía arreglo pero tardaría mucho tiempo y el muchacho no lo sabía. Lo acorraló como un perro rabioso a su presa y lo envolvió en sus palabras. El chico recuperó la mirada perdida y la desesperanza. Pero la mujer lo robo en frente de sus narices y lo introdujo en su cuarto de donde no pudo sacarlo.

     Kuaru casi lo mataba y sabía que no volvería a tener otra oportunidad… era sumamente frustrante.

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   -  Ya me siento bien my lady… no es necesario que permanezca en sus aposentos, los chicos me tendrán celos si permanezco aquí mucho tiempo.-

  - Tonterías… apenas te bajó la fiebre y no debes usar ese brazo aún.- lo regañó ella mientras le cambiaba la tela mojada de la frente y le ponía otra, Miguel sintió un alivio inmediato. Lady escarina era tan cariñosa como la madre que aún vivía en los recuerdos de el difunto Miguel lavariel. A veces pensaba en su madre y sus hermanas pero la última vez que vio a su madre estaba muy enferma y probablemente ya había fallecido, sus hermanas tal vez estaban casadas y con hijos y él solo era un bonito recuerdo.

   - Tienes mucha suerte muchacho tonto… aunque es una herida seria no cortó ningún tendón y solo debes reposar y no cargar nada pesado.- la cháchara alegre de escarina despertó a Miguel de sus tristes ensoñaciones.

    - Si… my lady… gracias por salvarme… le agradezco que me sacara de ahí.- el chico se veía tan frágil y pálido que a escarina se le volvió a romper el corazón.

  - Miguel… ¿Alguna vez te has preguntado cómo es el mundo más allá de esta fortaleza?- Miguel la miró con incredulidad, como si el mundo fuera plano y ella sugiriera que es redondo.

  -  Yo no puedo salir de aquí… no estoy muy segura de el porque… pero tú puedes irte cuando quieras… tu y esos niños tienen esa opción aunque les digan lo contrario.-

   - ¿Y a dónde iríamos mi señora?... ¿A dónde podría ir?- preguntó Miguel con desesperanza. Ella le sonrió y acomodó un mechón de cabello detrás de su oreja.

  -  Cualquier lugar de el mapa que Adam odie… como Fanelia o Asturia.- dijo ella con una sonrisa cínica que a Miguel le pareció encantadora. - no sé qué es lo que Adam planea hacer… pero sé que no es algo bueno.- dijo ella con pesar.

  - Creo que en realidad todos somos peones para el, inclusive yo…- le aseguro a Miguel, ahora ella era la que se veía apática, Miguel y Bione eran los únicos con los que realmente podía tener una charla así, Chester era un niño al que no agobiaba con charlas existenciales. El pequeño se conformaba con muy poco y a ella le gustaría ofrecerle un futuro… ¿Pero qué futuro podían encontrar estos chicos en el vone?

   - Mi señor adam la quiere mucho lady escarina…-

  -  Si… me quiere, me necesita… me necesita mucho, de eso estoy segura.- Miguel se le quedó viendo a los ojos pero ella no lo veía a él, su mente estaba en otro lado y Miguel sintió temor, aún era muy pronto para que kuaru y foruma la sometieran a otro tratamiento.