Capítulo 43; "Captura la Bandera ."1ra parte.

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    Dolía… dolía bastante y aún faltaba para que le dieran la próxima dosis de medicamento. No quería quejarse pues al hacerlo la llevarían de nuevo a revisión y kuaru volvería a hacer ese horrible procedimiento que la hacía sentir en las nubes y no la dejaba pensar.

     Prefería que la conectarán a esa horrible máquina a la que Adam llamaba oráculo. No entendía cómo pero ella hacía funcionar esa cosa, no sabía como ocurría pues entraba en trance así que ella nunca estaba del todo consciente.

     Quizá era mejor no saber cómo ocurrían las cosas y vivir en la ignorancia. Al menos así le gustaría que fuera todo, pero los malditos sueños eran extraños rompecabezas que no lograba entender. Además… ¿De que servía tenerlos si no podía hacer nada? Era una esposa trofeo y prácticamente lisiada, ni siquiera sabía exactamente cuál era su problema de salud. Sabía que era su corazón… pero también dolía mucho su cabeza. Lo curioso es que no temía morir… solo dejar a Chester y a los niños solos.

    - ¿Mi señora, desea un té para calmar su dolor de cabeza? - pregunto Chester a su lado, como siempre el niño estaba preocupado. Ella acarició su cabello de manera maternal y asintió.

      El niño se retiró para preparar una tetera llena de té medicinal. Era una hierba especial que calmaba su dolor pero sabía horrible.

      El alijo era un regalo de jerjez, el hombre canis,  el capitán de los Nova temía que al lesionarse uno de los chicos, el hechicero paruchi lo terminaría diseccionado en una plancha. Sería un desperdicio que un buen soldado terminará así solo por un pseudo científico obsesionado con abrir gente. Esa era otra cosa que no entendía.

   ¿Por Qué paruchi estaba tan aferrado en abrir a los chicos, en especial el cerebro de Miguel?

     Jerjez Tenía una gran provisión de plantas medicinales en las barracas. Los mismos chicos se aplican los cataplasmas como parte de su entrenamiento en campo abierto. En una situación de peligro tienen que identificar un planta comestible o medicinal para no terminar envenenados.

    Las hierbas producían un mejor efecto si se fumaban, pero eso a Escarina no le gustaba para nada. Así que Chester hacia un preparado para infusión. Aunque su sabor era espantoso el efecto le hacía bien y le calmaba o quitaba mucho los dolores, eso dependía de la intensidad. tanto el dolor de cabeza como de pecho remitía considerablemente. Chester regreso con una humeante taza de té, esta vez el horrible olor estaba enmascarado bajo el aroma de frambuesa y kiwi seco. Escarina se lo agradeció y soplo antes de dar un sorbo.

   

    - Mmm creo que esta vez sabe mejor, la combinación de frutos secos le quita un poco el sabor amargo a el té. - aseguró ella y dio otro sorbo.

   - Lo tomaré en cuenta…- dijo el niño y sacó una libreta donde anoto la nueva combinación de ingredientes para la infusión.

     El dolor empezó a ceder y se sintió más tranquila. Escarina dejó la taza vacía en la mesita de té junto a ella y le pidió a Chester que abriera las inmensas cortinas para apreciar la vista. Las cortinas se abrieron de par en par y debajo de ellos el ventanal de cristal dejó ver un frondoso bosque, montañas y un bello cielo azul.

     - La vista es hermosa… ¿Donde estamos ahora? Me gustaría que al menos Adam me contará en qué dirección nos movemos.- dijo está en un suspiro.

     - Creo saber dónde…- aseguró Chester y se acercó a la ventana. - escuché a ese hombre horrible decir que pronto llegarán huéspedes nuevos y que los niños favoritos de kuaru regresarían de su misión. - Escarina se irguió en su asiento.

"LOS HIJOS DE LA LUNA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora