"Mirando al Cielo"3ra parte.

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  -  Claro que lo molestaste…- dijo Mirella cortante - Tatiana… se lo que es ilusionarse con alguien, pero debes comprender a leer el lenguaje corporal y saber cuándo incómodas a alguien.- le dijo está muy seria, más de lo usual. - Tú misma eres la “espanta viejas” de papá, reconoces cuando alguna mala mujer le pone el ojo a papá y le haces saber a esa mijer “que tenga” cuidado… -

    Mirella hizo un par de comillas con sus manos en el aire. - colgarte de un joven y que este se muestre acartonado e incómodo es muestra de que no aprecia la compañía y solo lo haces sentir mal porque no quiere rechazarte.- Tatiana hizo un desagradable puchero.

   - Tu misma has dicho que te molesta la actitud de mizeth pero te estás comportando como ella y asumes que existe una relación personal entre ustedes.- la cara de Tatiana estaba roja pero no de vergüenza.

  -  No tiene nada de malo que me deje llevar por el corazón.-

   - Tatiana… no creo que sea el corazón el que habla sino tu falta de sentido común.- ahora Mirella estaba perdiendo la paciencia - no dijiste que estabas perdidamente enamorada de sir Martz, después te enamoraste de Percival y lo seguías hasta el baño y le juraste amor eterno detrás de la puerta y ahora tu víctima es moonrow- está vez si fue vergüenza lo que tiñó el rostro de Tatiana.

  -  ¡Tenía 11 años!- juró está - no me lo eches en cara, y sir Martz está casado… y

    .. y moonrow me dijo que a él ya le gustaba alguien y…-  el rostro de la princesita mostró una emoción que rara vez mostraba y Tatiana fue golpeada por la certeza. - y que no era de este mundo…- cuando dijo estas palabras puso las manos en las caderas y su angelical rostro se tornó un poco agresivo. - esa tipa de cabello azabache me lo robó…- Mirella se golpeó la cara con la palma de la mano y dejó salir un fuerte gruñido de frustración.

    Esto debería preocupar a millerna y molestarle que su hija menor fuera una cabeza hueca, pero estaba ocupadisima tratando de no reír y soltar la carcajada.

    Comprendía la frustración de Mirella, su hermana estaba siendo demasiado ingenua y “tonta” aunque ellos tenían la regla de no acceder a un matrimonio arreglado, si no tenían cuidado Tatiana terminaría amarrada a un hombre manipulador que sin duda trataría de llegar a la corona. Situaciones así se habían dado en el pasado de otros reinos.

     Millerna no iba a permitir eso, amaba a su hija, pero era tiempo de que Tatiana madurara. Entró a la habitación y Mirella se vio visiblemente aliviada.

   - Mami dime por favor que escuchaste todo.- imploro Mirella. Su madre asintió.

    - Cariño… ve a dar un paseo y regresa en unas dos horas…- le pidió su madre.

    Así lo hizo ella, salió de la habitación y dejó a madre e hija, ya sabía lo que ella le diría o al menos lo imaginaba.

    Primero empezaría con la típica charla de madre e hija, luego tendrían un momento íntimo y agradable donde su madre le relataría de su infancia y de cómo tía Marlene la había criado. Luego le volvería a relatar de su amor juvenil por Allen schezar y después remataría con las consecuencias de entregar su corazón a un b@$7@®do hijo de pu7@ que es capaz de matar a todo un linaje para asegurar la Ascensión al trono de su hijo con la única princesa sobreviviente. Eso último era un hecho histórico y había pasado un par de veces. No en Asturia por supuesto, Asturia era un reino relativamente nuevo pero no el más nuevo.

    Tatiana debía tomar en serio su lugar como princesa asturiana. Quizá ella no era el mejor ejemplo ahora mismo, Después de todo se había enamorado o al menos encandilado con sir James. Su madre tenía razón en algo, Mirella quería sentirse amada y saber lo que era el verdadero romance o un cariño sincero.

     Por eso se sintió particularmente molesta cuando el nuevo objeto de las alucinaciones de su hermana era el pobre Row.

      Ese niño no sintió ni un poquito de aprecio por su empalagosa hermana la cual se le pegó como una Lapa.

    No podía ponerse de parte de Tatiana y asegurar que era un inocente amor juvenil. Pues antes de parasitar en el brazo de moonrow trato de buscar la atención de el príncipe Lacour. Mirella de inmediato se tomó de el brazo de él príncipe y le dejó bien claro que no lo tocará.

    No supo como lo tomarían los demás, pero podía jurar que luk le dedicó una enorme sonrisa de agradecimiento.

   ¿Quién sabe? Quizá repetiría este movimiento durante el tiempo que durará la reunión de las naciones.

    Mirella camino por los pasillos casi vacíos y llego hasta el jardín prohibido. El jardín donde la reina desapareció y fue vista por última vez. No era que fuera prohibido, pero durante los primeros años estuvo cerrado y nadie podía entrar. Era en años recientes que estaba abierto otra vez y una hermosa estatua con la figura de la reina ocupaba el dragón que estuvo en años anteriores en la fuente.

    La flor “lágrimas de plata” eran las favoritas de Mirella y tenían la peculiaridad de aromatizar por la noche, se daba todo el año y crecían en abundancia en las orillas de los ríos o lagos.

   Cuando llegó a la fuente se quedó quietecita cuando vio a el rey de espaldas y con las alas extendidas frente a la figura de lady hitomi. La figura escucho los pasos de Mirella y se giró lentamente.

    -  ¡Ah! Lo… lo siento no quise interrumpir.- dijo mirella y quiso dar media vuelta.

   -  ¿Interrumpir? ¿Qué cosa?- preguntó aquella voz tan familiar. Mirella se detuvo al escuchar la voz de Lacour. Ella se le quedó viendo.

    A la luz de la luna azul se veía diferente. Tenía el torso descubierto y gotas de agua caían por su abdomen. \(*o*)/

    Traía puesto unos pantalones a los que Mitsuki llamaba pantalones de mezclilla.

   - ¿No estoy interrumpiendo?- Mirella hizo todo lo que pudo para que su mirada no volviera a caer en ese hermoso abdomen. Luk negó con la cabeza.

  - No… estaba practicando como me pidió mi padre.- dijo él y le dió la espalda para recoger una toalla húmeda junto a una banca de la fuente. A Mirella le hubiera gustado ver cómo lo hacía pero le están dando la espalda. No se quejó mucho. Sus alas eran una hermosa visión.

    Se quedó con la boca abierta al ver a estas desaparecer en su espalda, una pluma se desprendió de estas y floto hasta donde Mirella estaba parada. La muchacha alzó el brazo y agarró la pluma en el aire.

    Era suave y delicada, parecía brillar con luz propia en la oscuridad de el jardín.

   - ¿Es extraña verdad?- le preguntó luk. Mirella no lo miró, estaba muy entretenida mirando aquella pluma entre sus manos.

   -  No lo creo…- aseguró sin mirarlo - pienso que es muy bella.- dijo esto último casi como un susurro.

   - ¿De verdad?...- si Mirella no hubiera estado tan embobada, habría notado el sonrojo y la bella sonrisa que Lacour le estaba dedicando solo a ella. - entonces atesorala, es mi regalo para ti.- dijo el tratando de recuperar un poco la seriedad príncipesca.

   -  ¿Puedo?- ella levantó la cabeza para mirarlo a los ojos y luk asintió.

   - Solo no se lo digas a Fenrir… lleva insistiendo que le demos una pluma toda la semana.-

     - No se lo diré a nadie.- aseguró sonriéndole “lo atesorare por siempre”

                                        🐰🌙

      (  🎶 Love is in the air ohhh love is ln the air 🎶.  Ship it good)

"LOS HIJOS DE LA LUNA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora