(⬆sentí nostalgia... Aún no pongas la musica)
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- ¡Dioses que bien dormí!- Millerna se sirvió una gran porción de salchichas y huevos benedictinos con rebanadas de pan integral.
Hacía bastante que no traía al mundo un hijo y mucho más en ayudar a traer el de alguien más. Ya no estaba en la práctica médica pero estaba al tanto de los avances. Su deber como reina ya no le permitía asistir a las asambleas de la universidad donde terminó los estudios pero leía cada artículo publicado.
De vez en cuando hacía una consulta improvisada o platicaba con un colega, el doctor Jan era un muchachito recién salido de la facultad y aún le faltaba bastante por recorrer pero no era un inútil.
La doctora ellenia no se encontraba y probablemente tardaría bastante, era una lástima, Millerna disfrutaba mucho platicar con ella.
- ¡Caí rendida después de ayer! ¿Mis hijos no dieron problemas mientras dormí?- van negó con la cabeza, ni xulio ni su gemela reportaron nada, tampoco había actividad inusual a los alrededores.
- No, todo estuvo bien. Tus hijos son buenos chicos, de hecho ayer se incorporaron a la clase de el señor Lewis el tutor de los chicos y ayudaron contribuyendo con la clase de historia.-
- ¿A sí? *Munch,mastica mastica*¿Haciendo que?- preguntó mientras le daba una enorme mordida a la salchicha. Los embutidos fanelienses eran deliciosos y grasosos nada bueno para una dieta sana a menos que se ejercitarán todos los días, era la dieta básica de los soldados y estos hombres nunca paraban.
Pero millerna planeaba pasar todo el día en el mercado local e iba a Secuestrar a los hijos de van.
- Contribuyeron con sus conocimientos de Asturia y los alrededores de el reino, fue bastante entretenido…- van le dió un sorbo al café y se dió cuenta que la taza estaba vacía. Un sirviente la relleno de inmediato y Millerna bebió de su vaso de leche.
- Seguramente fue fenrir.- van asintió- y Mirella hizo algunas observaciones- van volvió a asentir.- esos dos son demasiado parecidos por eso se llevan tan bien.- Millerna terminó su plato y se sintió satisfecha. - creo que se parecen más a dryden que a mí.-
- Me parece que son la combinación de ambos… no sé a quién saldría tatiana.-
- Yo tampoco lo sé la verdad… van ¿Me prestaría a tu hijo para que me acompañen a la ciudad, me gustaría ir al mercado. Siempre encuentro algo diferente.-
- Por supuesto, de todos modos eres capaz de llevarlos en cuanto me dé la vuelta.- Millerna le sonrió y le agradeció. - a estas horas luk debe estar…- en eso Merle entró corriendo y sin ceremonias se aproximó a van y se vio aliviada al ver a Millerna.
- ¡Van… luk tiene mucha fiebre… no se presentó al entrenamiento matutino con brand y moonrow fue a despertarlo y lo encontró empapado en sudor y tiene mucha fiebre!- van y Millerna se levantaron tan rápido que tumbaron las sillas y corrieron tan rápido como pudieron.
El camino a el tercer piso nunca le pareció tan largo, debió aceptar la idea de dryden de incorporar un elevador. Al llegar a la habitación de luk, moonrow y vanna estaban tratando de bajar la fiebre con trapos empapados de agua fría.
- el doctor Jan está al otro lado de la ciudad abastecimiento el dispensario y Fuá a consultar a del farmacéutico! -
- Déjenme ver…- Millerna auscultó a luk y vio que este se contorsionaba de dolor y lo empujó para voltearlo y ponerlo sobre su estómago, estaba pesado y necesito la ayuda de van. En la espalda de Lacour algo se movía bajo la piel y volteó a ver a van el cual se veía preocupado.
- Sus alas están brotando… debió haber pasado hace años pero en la luna mística era imposible por la poca magia que hay en ella… la piel está muy gruesa Millerna y se está lastimando…- van volteó a mirarla con súplica - ahora solo hay una forma de que broten- Millerna miró aquella piel que se retorcía y movía bajo la piel y le pidió a Moonrow que corriera a su habitación y buscará bajo la cama el maletín negro.
Millerna siempre llevaba ese maletín con ella y revisaba que no le faltará ni un solo de sus instrumentos y medicamentos. Moonrow ya conocía ese maletín y había hecho esto mismo un par de ocasiones, el cuarto no quedaba lejos de él de Lacour. Entró barrido y sacó el maletín de abajo de su cama para volver a salir corriendo y ponerlo a un lado de la reina.
Millerna sacó una jeringa y un frasco que vanna pensó sería anestesia.
(Ahora puedes poner la música)
- Millerna… debe estar conciente para que él extienda sus alas solo…- van dijo esto con pesar, solo podía imaginar el dolor que su hijo sentía. Millerna se mordió los labios inferiores y volvió a meter el frasco para sacar otro.- Entonces será anestesia local, esto disminuirá el dolor en el corte… lo demás dependerá de él.-
- ¡Necesito que lo sujeten bien que no se mueva!...- van le agarró un brazo a su hijo y moonrow el otro mientras que vanna se sentó en sus piernas.
Millerna se sentó sobre su trasero pues lacour era bastante fuerte, le puso la inyección en medio de donde debía cortar, fue difícil no notar como la piel se estiraba tratando de romper y salir. Era casi abominable.
Los gritos de luk atrajeron muchas miradas pero ninguno se atrevía a entrar a el cuarto. Hikaru escuchó los gritos al ir acercándose y al ver que provenía de la habitación de su primo se alarmó mucho y corrió hasta llegar a el, cuando iba a girar la perilla una mano lo detuvo y vio a Fenrir a su lado y Mirella tras él.
- ¡Espera!... Ví a Moonrow cargar con el maletin de mi madre, probablemente... ¡Espera!- Hikaru no espero y entró a la brava Fenrir entró tras él y Mirella no se quedo atrás.
Cruzaron el pequeño recibido y entraron al cuarto. Vanna y moonrow trataban de mantener quieto a luk pero este se movía demaciado. Millerna vio a sus hijos y a Hikaru por el rabillo de el ojo y les pidió su ayuda.
- ¡Fenrir ven y ayuda a Moonrow, Hikaru ayuda a vanna, Mirella asisteme!- los tres corrieron a sus puestos y lo sujetaron con tanta fuerza como se pudo. Millerna le pasó la jeringa vacía, la inyección parecía no haber hecho efecto. Luk tenía fiebre y eso no ayudaba pues parecía tener alucinaciones.
- Lacour… luk por favor escúchame, necesito que me ayudes y te estés quieto.- el muchacho siguió removiendo se pero pareció escuchar y las protuberancias de su espalda dejaron de moverse millerna le pidió el yodo y las gasas a Mirella. La muchachita obedeció y Millerna limpio la área donde cortaría para sacar las alas. Millerna le devolvió el yodo y las gasas usadas y Mirella las puso en un frasco para pasarle un bisturí a su madre.
- Por favor por favor, no te muevas lacour, esto es muy peligroso.- Millerna agarró con fuerza el bisturí y sintió que le recogían el cabello de la frente, su hija le estaba sujetando el cabello en un molote (moño, chongo, cebolla.) Y le limpio el sudor de la frente con una gasa limpia. La reina volvió a prestar atención a su paciente y rogó a los dioses que la anestesia local ya hubiera surtido efecto.
Con pulso corto primero en el lado derecho, procuro que la incisión no fuera muy grande pues las alas no requerían una hendidura grande. La sangre broto y Mirella limpio el área demostrando que era una enfermera que había pasado por esto muchas veces. La reina pasó a cortar el otro lado y la sangre brotó de nuevo, las gotas manchaban la sabanas debajo de luk pero eso no importaba.
...espero que con esto sea suficiente…- Millerna le pasó el bisturí a su hija y ella lo depósito en un frasco con alcohol. Millerna se levantó de encima de Lacour y cuando estuvo cerca de la orilla de la cama lacour volvió a removerse con dolor y la piel de su espalda se volvió a estirar. De la garganta de Lacour salió un espantoso rugido de dolor, el chico arqueó la espalda y todos vieron como de las incisiones salieron dos grandes protuberancias, a vanna le recordó las alas desplomadas de los pollos que colgaban de los establecimientos de comida y se sorprendió al ver como a medida que crecían estos apéndices se cubrían con plumas blancas.
Luk ahogó otro alarido en las sábanas y las alas extendidas cayeron desplomadas encima de van y moonrow que aún sostenían los brazos de luk.
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"LOS HIJOS DE LA LUNA"
Fantasy¿fue todo un sueño o una ilusión?, a veces quisiera que así fuera, pero cada vez que miro hacia atrás me doy cuenta de lo egoísta e inmadura que fui. lo extraño y en "él" veo siempre su reflejo, pero tome mi decisión... y la de ellos. ...