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Un estruendoso ruido hizo que me pusiera de pie en un instante, escuché unos balazos y Kenny se acercó a mi.
-¿Qué ocurre?- dije con miedo mientras abrazaba al doctor.

-No lo sé...- decía con la voz entrecortada. -Tenemos que salir de aquí.- dijo apresurado mientras trataba de buscar una salida. Vimos que una silueta se acercaba a la sala, sentía una sensación de miedo como nunca en mi vida...
Kenny me jaló hacia el piso, debajo de una camilla, vimos que el hombre entró y buscó con la mirada si no estaba nadie, empezó a maldecir y luego se retiró. Yo estaba sollozando, escuchaba gritos en la sala principal y también balazos. El doctor me abrazó tratando de infundirme tranquilidad pero no lo estaba logrando, estaba en un estado de pánico.

-Salgamos de aquí.- le susurré a Kenny mas él me tapó la boca.

-No podemos, nos arriesgaríamos.- respondió tratando de mirar a todos lados.

Los gritos afuera subían de intensidad, pero ni locos íbamos a salir de debajo de la camilla. Tardamos minutos ahí, pero esos minutos se me hacían eternos.

Di gracias a dios cuando escuché que la policía entró, dos pares de pies con botas entraron a la sala de emergencias, la corbata de Kenny no me dejaba ver bien si eran policías, pero luego él me extendió su mano para salir de ese incómodo lugar.
Íbamos detrás del policía, y por el pasillo vi varios cuerpos en mares de sangre, y fuera vi a la mitad del personal.

Kenny reconoció a una enfermera y fue corriendo a abrazarla, me hizo de señas para que me acercara y no dudé en hacerlo. ¿Dónde demonios estaba Riley en esos momentos? Entonces recordé que era domingo por la noche y ella ya debería estar descansando después de días de desvelo.

-Fue... horrible...- dijo la chica con la voz temblorosa mientras sostenía una manta que cubría su cuerpo.

-¿Qué ocurrió?

-El paciente... era peligroso... me salvé porque... me metí debajo de la camilla... si no.... no quiero pensar en eso...- la chica sollozaba.

-Tranquila Abie, no pasó y sigues con nosotros.- él la abrazó mientras yo me abrazaba a mi misma porque tenía frío.

Entonces se acercó un chico del FBI a nosotros, nos pidió declaraciones, pero tanto Abie como yo estábamos con mucho miedo. Abie apenas y podía hablar, el chico se sentó a su lado y le pidió que se calmara un poco. Kenny sacó su estetoscopio para revisarla hasta que ella pudo estar tranquila para relatar su experiencia horrible.

Vi cuando empezaban a sacar a los muertos y heridos del hospital, eran doctores y enfermeros, realmente me sentí terrible ya que a la mayoría ya los conocía un poco. Ashley salió acompañada de un policía tambien, yo daba gracias a dios que ella estaba bien. En cuanto la vi, fui corriendo a abrazarla y ella soltó un suspiro enorme del susto.
Me contó que ella había tenido que calmar y cuidar a los niños para que no escucharan los disparos y gritos. Lloramos juntas ya que ella se había asustado aún más que yo.
Regresamos a donde estaba Kenny y Abie, ella seguía histérica y era de comprenderse.
El chico nos pidió que también habláramos, la primera fue Ashley y al último yo. Dimos nuestros nombres y el chico se retiró.
Algunos pacientes fueron trasladados a otro hospital, el director nos sugirió irnos a nuestras casas y descansar mientras la policía hacía su trabajo.
Me temblaban las piernas, un chico llegó por Abie directamente a abrazarla y darle algunos besos, Kenny dijo que me llevaría y yo accedí, tenía miedo después de todo.

Eran alrededor de las 2 de la madrugada ya que la ciudad estaba en completo silencio, Kenny y yo discutíamos sobre que quizás el ataque fue terrorista, y era lo más viable.

Cuando llegamos a la casa me pidió que me calmara, o que me tomara calmantes, él también estaba asustado pero intentaba calmarme algo muy lindo de su parte.

Agente PrescottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora