Capítulo 34✔

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Sabía que la cirugía de Wyatt tardaría mucho. En unas horas posteriores Tammy me llamó para solicitar mi presencia.
Imaginé que era por los resultados de la autopsia de Crawford.

Le pedí a Smith que me mantuviera al pendiente de todo lo que pasara ahí, y a Bentley para que me llevara a la estación.

Llegamos y me topé con Mackenzie, fue a saludarme y me informó que me sustituiría por el momento.
Tammy fue por mi y caminamos a su oficina.

—Toma— me pasó unos papeles.

—¿Aquí están los resultados?

—Sí, puedes leerlos mientras viene Kylan, dijo que quería hablar contigo.

—Que lindo— dije sarcástica.

—Ya Riley— se sonroja y nos reímos con ganas.
Tomé los papeles y empecé a leer cuando Kylan atravesó la puerta.

—Riley que gusto— me abrazó.

—Kylan— acaricié su cabeza.

—Veo que Tammy ya te pasó las copias de la autopsia.

—Pues sí, es una lástima saber que murió.

—Se encontraron huellas de Audrey en su cuerpo, la asesinó de una puñalada.

—Me da rabia, ella no tenía nada que ver en el problema entre Audrey y yo.

—Me consta, pero Ashley era un obstáculo para llevar a cabo su plan.

—Tienes razón, Audrey enloqueció.

—Pero bueno, ella ya está en la cárcel cumpliendo su sentencia.

—Está donde debe estar— regresé la mirada a los papeles donde estaba la foto de Ashley cuando estaba en la regadera. Agradecía en partes que la víctima no haya sido Kenny Clarck.

Terminé de leer los papeles y Tammy me acompañó a mi oficina, la cual la estaba ocupando Mackenzie en esos días hasta que yo me repusiera.

Sin darme cuenta pasaron horas en la estación, leí varias investigaciones y di por concluida la de Wyatt puesto que la dichosa esposa jamás existió. Además la investigación de otra chica no había sido resuelta y estaba a mi cargo, también la de Audrey... era trabajo de leer y escribir nada más. Así que las horas pasaron rápido.

Smith me llamó avisándome que Wyatt ya había salido del quirófano y colgando con él, salí corriendo de la estación.
—¡No corras Riley!— me regañó Bentley

—Perdona— rodé los ojos y esperé a que él me ayudara hasta subir al coche.

En cuestión de minutos estábamos en el hospital, subimos por el ascensor hasta el área de terapia intensiva, donde él estaba.

Arthur venía saliendo junto a otro doctor de ojos cafés.

—Riley que bueno que has venido— Arthur extendió su mano en saludo.

—Sí doctor, iba a estar aquí sin falta, pero fui a la estación y me ocupé un poco.

—Oh, no importa de hecho tiene como 10 minutos que salió del quirófano.

—¿Y cómo salió todo?

—Salió bien, lo salvamos.

—Gracias al cielo— abracé a Bentley —Gracias a usted doctor.

—No es nada... pero tiene que estar aquí días más.

—¿Cuándo podré pasar a verlo?

—En unos minutos, dentro está su hermana Julissa, no pueden tardar mucho.

Agente PrescottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora