Capítulo 27

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Ahora todo esto me tenía muy confundida, no iba a tener el valor de ir a donde estaba Wyatt y decirle: Oye, ¿es verdad que tienes esposa? Iba a sonar algo muy tonto y tampoco iba a soportar que él me dijera algo como: Eso no es de tu incombencia o un seco  y frío "Sí".
Iba a terminar rompiéndome más el corazón y ya estaba muy rota como para soportar algo así. Lo amaba pero no iba a perder la dignidad de esa manera tan baja.
Mejor iba a investigar de la manera más difícil y complicada posible.
Siendo agente especial ningún día iba a ser normal, y de eso estaba consciente.

Me asignaron a una misión de camuflaje en la ciudad de Las Vegas. Tuve que hacer maletas e irme, antes fui al hospital para despedirme de mi familia.

Ahí estaba mamá y Bentley hablando animadamente.

—He vuelto—sonreí.

—¿No crees que es muy temprano?— Bentley miró su reloj de mano y se echó a reír.

—Tengo una misión en Las Vegas.

—¿Te irás?—mamá puso cara triste.

—Sí, es necesario que lo haga.

—Te deseo lo mejor mi pequeña—mamá se acercó a mi para darme un beso y abrazarme, Bentley también se unió al abrazo.

—Ahora me despediré de Audrey— me acerqué a ella. —Audrey... sé que puedes escucharme, o bueno eso me dijo Kenny. Me iré, ya puedes estar tranquila, Ayden era Wyatt, la misma persona. Ahora está en prisión y lo sentenciaron a pena de muerte, no sé bien la fecha pero pagará por lo que te hizo— volví a besar su frente y me despedí en serio de mi familia. Salí un poco desconsolada de ese lugar, esperando toparme con Kenny o Ashley.

Fui a la recepción para preguntar por Kenny, la enfermera me indicó dónde era su consultorio y subí corriendo para hablar con él.
Cuando llegué al segundo piso, toqué la puerta que decía: Cardiología. Entonces su voz me pidió esperar. Me senté impaciente... hasta después de unos largos minutos él salió con su bata impecable y ahora llevaba unos grandes lentes negros transparentes. Él sonrió un poco confundido e hizo que pasara.

Me senté en las cómodas sillas frente a él mientras cerraba la puerta detrás y jugaba con los botones de su bata.
—¿A qué se debe el honor de tu visita?— rió incrédulo.

—Tengo algo importante que decirte— mi pecho subía y bajaba con rapidez y su sonrisa desapareció.

—¿Audrey despertó?— estaba ansioso.

—No... precisamente vengo a pedirte un favor sobre ella.

—Dime—se recostó en el respaldo y bufó.

—Me iré a Las Vegas por una misión que tengo asignada, por eso quiero que me mantengas al pendiente de los avances de Audrey, ya sabes los análisis, terapias y todo eso.

—Claro que sí, cuenta con ello— volvió a sonreír.

—Lamento venir a quitarte tu tiempo— me puse de pie y acomodé la silla, él también se levantó.

—No te preocupes, mucha suerte con esta nueva asignación— estrechamos las manos, sonriendo.

—Gracias, de verdad que la necesitaré, y esperaré la información.

—No es nada, yo me encargo de eso—sacó su móvil e intercambiamos números telefónicos. Me despedí de él y salí de su consultorio, no había tardado mucho pero la recepcionista me veía un poco mal.

Bajé las escaleras corriendo y atravesé la puerta de salida de ese hospital. Abordé un taxi, mi coche lo había dejado a cargo de Bentley, podían usarlo.
Llegué al aeropuerto para abordar mi vuelo a Las Vegas. Mi plan era disfrazarme de una asesina y traficante de drogas, no iba a ser tan difícil, ya que ver películas de ese tipo me habían ayudado un poco y tenía una idea.

Agente PrescottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora