Agente Prescott

Capítulo 54

Al finalizar el baile, pasaron los invitados a darnos los regalos, abrazos y sus buenos deseos.

—¡Foto, foto!— gritó Zoe Kelley.

Inmediatamente el fotógrafo se puso enfrente para capturarnos a los dos y a nuestros padres.

Luego a nosotros y nuestros amigos de Los Ángeles, y luego a mi con mis amigos de Nueva York.

Me imaginaba que todos ellos habían rentado algún medio de transporte pues llegaron juntos y por lo que tenía entendido se irían juntos.

Posteriormente salimos al patio y una foto sólo de nosotros dos.

Sirvieron la comida y los invitados guardaron silencio, aunque luego ese silencio se convirtió en murmullos.

Al servir el pastel, Rick me manchó la nariz con él y yo me vengué llenándole las mejillas de pastel.

—¡Hey! ¿qué van a pensar los invitados de mi?— finge molestia pero una carcajada lo delató.

Terminamos el pastel y volvimos a entrar a bailar.

—¡Amiga!— Carson se acercó a donde estaba después de bailar dos canciones. —¡Me debías el baile!— me apuntó con su dedo y yo me reí.

—Lo prometido es deuda, andando amigo mío— lo jalé de la mano y entramos a la pista. —Ya te vi cómo estabas de acaramelado con la prima de Rick.

Se sonrojó.
—Se llama Babette y es un poco presumida, descuida no seremos familia.

Reí con ganas.
—Qué nombresito— me burlé.

—Será prima tuya— se carcajeó.

Después de bailar, Antonella entró para bailar con Bentley, Victoria con su papá, su esposo con Miranda y mis padres juntos.

Fue una noche mágica para la familia Prescott Collins, aunque ahora me convertí en la señora de Ackerman.

—Quisiera hacer un brindis— Rick tomó el micrófono y nos paramos en la plataforma. Todos los invitados guardaron silencio.

—Primeramente en nombre de la recién formada familia Ackerman Prescott, les damos las gracias infinitas por haber asistido a esta fiesta la cual es muy importante para nosotros— hablé y todos aplaudieron.

—Y brindo por la familia y la unidad, por la vida que me ha recompensado con una maravillosa esposa como Riley. ¡Salud!— Rick alzó su copa.

—Y yo brindo por el amor, y que nuestro  matrimonio perdure y no nos separe ningún hombre, ni mujer— todos se rieron. —¡Salud por eso!

Ahora era el momento de lanzar el ramo.
La dichosa cancioncita que sonaba hizo que me pusiera más nerviosa y todas las mujeres se acercaron para atrapar el ramo.

Lo aventé y cayó en manos de Babette. Rápidamente yo le dediqué una sonrisa sarcástica a Carson y él estalló en una carcajada.

Seguimos bailando y tomándonos fotografías.

Ya muy de noche, la fiesta finalizó y todos se fueron retirando.

—Te deseo mucho éxito amiga— Randy me dió un abrazo, después Tammy y los demás.

—Los quiero mucho a todos— les sonreí ampliamente.

—Y nosotros a ti— Kylan respondió por todos.

Luego se acercó Kenny Clarck. Ya hacía tiempo que no lo veía, se había dejado crecer la barba pero mantenía su mismo cuerpo, aún traía sus grandes lentes transparentes.