Regresé exhausta a los vestidores realmente quería descansar en mi suave cama en casa, pero no podía hacerlo, debido a los asesinatos de los doctores, las guardias se extendieron cada vez más para nosotros.
Justo hoy se hacía un mes de esa matanza.Me quité el traje azul y me puse la bata blanca para continuar con mis deberes en el hospital de noche.
No había visto a mis amigos y me sentía un poco sola, así que me encaminé a urgencias donde ya había un paciente herido. Tenía una herida grande en la cabeza y parecía que se había quebrado la pierna. El traumatólogo llegó y pidió que se preparara el quirófano para operarlo, era un jovencito de unos diescisiete años tal vez. Hicimos lo que debíamos hacer para salvarlo y lo logramos. Yo tuve que asistir al doctor porque el responsable no estaba, tenía que hacer doble trabajo.
Al final el chico salió bien de la cirugía, el doctor me mandó a darle las noticias a sus padres que esperaban con muchas ansias. Cuando salí, la señora me alcanzó como loca para que le diera la información, la calmé y le di la buena noticia.
Ella empezó a llorar de felicidad y no dejaba de darme las gracias. Yo asentí y me di la vuelta para poder alcanzar a los camilleros que ya se llevaban al pequeño.
Lo llevamos a la habitación de urgencias, donde se llevaban a los que llegaban de noche.
Cuando me adelanté a abrir la puerta ahí estaba descansando Ashley sobre una camilla profundamente dormida.Sugerí poner al pequeño en la camilla de al lado y los chicos me obedecieron. No quería despertar a mi amiga se notaba cansada y ya tenía días sin dormir...
Ellos salieron y yo me quedé con Ashley unos minutos. Ella empezó a despertarse.
-¡Dios! ¿qué hago dormida aquí?- dijo escandalizada y yo me reí.
-No lo sé, yo vine y tú ya estabas aquí.
-Que pena...
-No quería despertarte.
-No te preocupes, al contrario.
-Te ves muy cansada ¿porqué no te duermes más?
-Ni hablar, quisiera pero tengo pacientes que atender.- bostezó. -Ya no quiero ser la jefa.- hizo una mueca y las dos nos reímos.
-Salgamos de aquí ¿no crees?
-Sí, despertaremos a los pacientes.- señaló dos camillas y salimos de ahí, caminando y hablando muy bajito, el hospital ya estaba en silencio y era de mala educación ir hablando muy fuerte.
Caminamos juntas hasta los dormitorios. Ella abrió la puerta y ahí estaban sus pacientes descansando, los revisó brevemente y luego salimos del lugar a sentarnos en las cómodas sillas de la sala de espera.
-¿Qué tal tu día?- preguntó ella.
-Bastante ajetreado.- respondí haciendo un puchero.
-Igual el mío... ya entiendo porqué la jefa de enfermería siempre está enojada.- burló y reímos.
-Pero tú serás una jefa alegre y paciente.
-Esperaría eso, pero todos me vuelven loca.
-Trata de no enloquecer.
-Lo haré.- bufó. -¿Y que tal las cosas con Kenny?
-Bastante bien, ya somos amigos.
-Wow, que bien.
-Sí... es un buen chico.
-Sí que lo es, y sobre todo inteligente.
-Exacto, espero que nuestra amistad dure.

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Agente Prescott
Non-Fiction¡HISTORIA APTA PARA TODO EL PÚBLICO! Riley Prescott se convierte en agente del FBI. Su principal objetivo era conseguir el puesto de agente especial, un trabajo que la apasionaba. Ella trabaja en colaboración con otros agentes en la investigación d...