Luego de ducharme y estar lista para ir a trabajar, Wyatt me llamó.
-Buenos días.- su voz se escuchaba algo somnolienta.
-Buenos días ¿te acabas de despertar cierto?
-Sí.- escuché una risa de él. -¿Qué tal?
-Bien, estoy por irme al trabajo.- cerré la puerta y me fui caminando.
-Ah bueno.
-¿Y tú qué harás hoy?
-Ir al autódromo.
-Que bien.
-Quería que me acompañaras.
-Pero no puedo.- bufé, yo realmente quería ir al autódromo.
-Podremos ir en otra ocasión, que tal... ¡vacaciones!
-Tampoco podré en vacaciones y lo sabes.
-Oh, es cierto.- ahora él bufó. -Entonces cuando tengas día libre.
-Sí, será mejor ya que en vacaciones seré esclava de mi capitán.- reí.
-¿Porqué dices eso?
-Porque yo estaré a cargo de los nuevos chicos que vienen de la escuela de entrenamiento.
-¿Y eso es bueno o malo?
-Bueno, los haré sentir como me hicieron sentir a mi.- reí.
-No conocía tu lado malvado y vengativo Riley.- él correspondió a mi risa.
-Es porque aún no me conoces, bueno te dejo que tengo que subirme al metro.
-Okey, hablamos luego.
-Sí, bye.
Terminé la llamada con mi amigo Wyatt y entré a buscar mi lugar en el metro.
Llegué de nuevo a la oficina de buen humor, no es que yo sea amargada, pero por lo regular siempre me estresaba fácilmente. Saludé con una gran sonrisa a todos los que me encontraba en la calle y a los que estaban dentro del pasillo.
Me senté dispuesta a trabajar con el mejor humor posible.
Aún tenía la investigación de la granja y ya quería saber los resultados.Frank abrió la puerta dejándome ver mejor sus grandes y fuertes brazos.
Me mordí el labio tratando de controlarme ya que lo tenía enfrente y mi mente divagaba en muchas cosas sin sentido.-Buen día.- me saludó depositando un beso en mi frente.
-Hola Frank.- respondí embobada.
-Anoche ya no te quedaste conmigo.- se encongió de hombros.
-Lo siento, es que Noah estaba aquí y no iba a dejarlo solo.
-Entiendo.- se acomodó en la silla y me dio una parte de los papeles que llevaba en la mano. -¿Hubo buena información?
-Muy buena, el granjero nos dio pistas importantes.
-¿Quiere decir que ya tienes a Ayden?
-No realmente, no tenemos sus rasgos físicos.
-Eso es cierto.- nos quedamos en un silencio no incómodo, sentía mi corazón bombeando la sangre más fuerte que de costumbre al darme cuenta que Frank tenía sus ojos depositados en mi.
-¿Qué tanto me ves?- levanté la mirada y le dediqué una sonrisa.
-A ti, eres una de las agentes que se ve muy bonita concentrada.

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Agente Prescott
Non-Fiction¡HISTORIA APTA PARA TODO EL PÚBLICO! Riley Prescott se convierte en agente del FBI. Su principal objetivo era conseguir el puesto de agente especial, un trabajo que la apasionaba. Ella trabaja en colaboración con otros agentes en la investigación d...