Capítulo 55✔✔

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Las dos semanas de asueto pasaron volando entre tantas cosas que hicimos en Poipu Beach.

Fuimos de compras, de fiesta, a jugar fútbol de playa con unos desconocidos, incluso creí que me moriría cuando me caí de la banana donde estábamos jugando.

Perseguí a Rick por la arena y lo enterré, lo abandoné por una hora completa y otro chico tuvo que sacarlo de la arena. En venganza él me tiró a la piscina con todo y mi vestido de fiesta.

Fueron las mejores semanas de mi vida, me había olvidado de todos mis problemas y ocupaciones, y sólo pensar que en unas horas dejaría aquel bello lugar me deprimía.

-Hora de irnos cariño- Rick depositó sus manos sobre mis hombros donde yo estaba parada observando el vaivén de las olas por última vez.

-No quiero irme.

-Volveremos a visitar este lugar.

-¿Me lo prometes?

-Por supuesto. Pinky promise- enredó su meñique con el mío y yo me reí.

Regresamos a Los Ángeles, en dos días más terminaban nuestras vacaciones y volveríamos a la rutina siendo agentes.

Para mi desgracia, nos quedaríamos unas semanas más en casa de los padres de Rick, y como era de esperarse, Jeffrey Ackerman estaba allí. A veces me daba ganas de golpear a Deborah pero me tranquilizaba.

Esos últimos días de vacaciones, Rick y yo fuimos al cine, a la plaza y a pasear por la ciudad.

Hasta que llegó el momento de volver a la unidad.

Me desperté temprano como de costumbre y preparé café y unos hot cakes para desayunar.

Nadie más en la casa se había levantado, así que me dio tiempo hasta para leer el periódico de ese día.

-Que bien huele- Rick me abrazó por la cintura.

-Gracias, al menos sé hacer desayuno- soltó una risita.

-¿Qué hay para desayunar?

-Hot cakes, café y una manzana.

Sonrió complacido y nos sentamos los dos a la mesa.

El resto de la familia se levantó y nos saludó, ellos se fueron cada uno por su lado.

El señor Jeffrey nos fulminó con la mirada al vernos vestidos con nuestros uniformes.
-¿Cuánto tiempo estaremos aquí?- le pregunté a mi esposo una vez que nos subimos a mi coche.

-Sólo serán unos días más.

-Espero que pasen pronto- bufé.

Al llegar a la oficina, nuestros compañeros nos saludaron y cruzaron unas cuántas palabras con nosotros.

Posteriormente Mike nos reorganizó por equipos y ahora quedé separada de Rick.

Volví a mi oficina donde podría estar a solas.

Teníamos el caso de un secuestro de un jovencito de 17 años, así que investigaríamos.

En el transcurso de la mañana, nos avisaron que un joven fue encontrado en un basurero a las afueras de la ciudad.

Fuimos todo el equipo y los médicos forenses.

Efectivamente era el jovencito que buscábamos. El medico me dio una hoja con la descripción de la causa de su muerte. Ahora me tocaría ir a darle la terrible noticia a sus padres.

Wade y yo fuimos a casa de los Turner, como se apellidaba el joven.

Tragué saliva y toqué el timbre de la casa.

Agente PrescottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora