Capítulo 53✔✔

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A partir de esa mañana ya estaba de vacaciones, así que me desperté como a eso de las 11 de la mañana.

Esa noche Rick me había invitado a cenar con sus padres, o sea mis suegros.

¡Ay dios mío! ¡Sólo espero que la señora Ackerman no sea una bruja como pintan a las suegras!

Karelle me ayudó a buscar un buen vestido para la ocasión.
Al fin me decidí por uno que era de blusa negra con escote en la espalda y la falda era roja estampada de flores hasta el piso. También por unos zapatos bajos color negros.
Mamá me aconsejó no maquillarme demasiado y tenía razón.

Sentí que el día pasó volando e igualmente mi corazón latía rápidamente.

Dejé mis cabellos sueltos después de terminar de arreglarme. Fui a la sala donde estaba el resto de mi familia.

-Que linda hermanita- me elogió Bentley.

-Gracias... estoy nerviosa- me senté en el sofá.

-Tranquila, no te harán más que preguntas y más preguntas- me animó Karelle.

-Espero que no sean una familia preguntona- reímos.

-Todo estará bien mi niña- dijo papá.

-Eso espero- bufé de nervios.

Llamaron a la puerta.
-Yo abro- corrí a abrir. Era Rick que venía con un ramo de rosas, más bien eran dos ramos.

-Hola muñequita- me dio un fugaz beso. -Te ves radiante.

-Gracias mi vida- le sonreí. -Adelante.

Él entró al salón, mis manos temblaban aunque ya lo conocían pero me sentía como la primera vez.

-Hola familia Prescott- dijo él muy tranquilo. -Que gusto volver a verlos.

-El gusto es nuestro Rick- papá estrechó su mano con él, Bentley copió su acto.

-Para ustedes- mi novio les entregó los ramos a Karelle y mamá.

-Gracias- respondieron las dos a coro.

Él se recargó en la pared, vestía chaqueta negra de cuero, jeans, tenis y una playera blanca. Traía el cabello un poco alborotado. Tal vez había corrido por las calles.

-¿Nos vamos?- dije tomando mi bolso.

-Claro- él puso su brazo para escoltarme. -Nos vemos luego- los despidió con la mano.

-Adiós - respondió mi hermano.

-Cuida a mi niña- dijo papá y yo reí.

-Por supuesto que sí- Rick asintió y me miró con ojos soñadores.

Subimos a su Kia Forte, él abrió la puerta para que entrara . Siempre tan caballeroso.

Mientras íbamos de camino no dejaba de jugar con mis dedos en una muestra de mis nervios.

-Mi reina ¿qué tienes?

-Nervios- se me escapó una risita.

-Descuida, mis padres y mi hermano son buenas personas.

-Eso espero. Y que a tu hermano no se le haya ocurrido la genial idea de vestirse igual que tú- soltó una carcajada.

-Lo dudo, Samuel es más diferente a mi.

-Yo lo digo porque como los gemelos siempre se visten igual.

-Ya lo comprobaremos- alcanzó mi dorso.

En breve, estuvimos frente a la residencia Ackerman.
La adrenalina volvió a recorrer mi piel.
Rick me tomó de la mano y así entramos en la casa.

Agente PrescottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora