Capítulo 4

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Entré en la oficina y vi a mis compañeros escribiendo apresuradamente.

-¿Ya le comentaron?- dije con interés.

-Sí, tienes que ver esto.

-¡Demonios! Borró su comentario.- dijo Noah quien seguía en la computadora.

-Escribí todo tal cual estaba, no te apures Noah.- respondió Colton.

-Déjenme ver.- me coloqué al lado de Colton.

Leía lo que mi compañero escribió y en mi cara de seguro estaba un ceño fruncido.

-¿Qué opinas de esto?- dijo Colton.

-Opino que debemos actuar cuanto antes.- estaba sumamente preocupada. -¿Qué hora es?

-Son la 1 de la tarde.- dijo Noah.

-Tenemos que seguir a esa chica, no podemos dejar que sea la siguiente víctima.- me apresuraba a tomar mis cosas y mis compañeros me seguían.

-Necesitaremos de refuerzos terrestres y aéreos.- opino Colton.

-Encárgate de eso.- respondió Noah.

Fuimos a la escuela preparatoria. Acertamos y los alumnos iban saliendo, entonces vimos a un chico más grande que ellos, sospechosamente miraba por doquier. Entonces Leah salió y el chico la prendió del brazo.

Noah puso en marcha su coche. Por eso me agradaba mi amigo, era sutil.

Vimos que a la vuelta de la escuela subió a la fuerza a Leah a un coche color rojo.

Se pusieron en marcha y Noah aceleró.
Salieron de la ciudad hacia la cabaña que ya conocíamos. En la carretera dejaron de fluir los coches y para no vernos sospechosos, Noah continuó conduciendo y el auto entró en otro camino.

Donde pudo dar vuelta, Noah regresó y dejó el coche muy bien oculto. Los compañeros llegaron en patrullas y se bajaron siguiéndonos.
Llegamos hasta el patio trasero de la cabaña, entonces escuchamos los gritos de Leah.

-¡Leah!- grité y corrí.

-¡Espera Riley!- Noah me siguió acompañado de otros chicos.

Entré apresurada hasta donde estaban.
Noah me detuvo del brazo, en sus ojos se veía preocupación. -No vayas a hacer alguna tontería.- me susurró.

-Sé lo que hago, no te preocupes Noah.- le respondí apretando su mejilla.
Entonces continué con mi camino y abrí cuidadosamente la puerta.
Estaba sobre Leah, mientras ella gritaba.

Me acerqué cuidadosamente al chico y le puse la pistola en la cabeza.

-Déjala.- le dije con la mano en el gatillo.
Rápido, él dejó a Leah y otro compañero llegó a esposarlo.

-Ya estás a salvo Leah.- me acerqué a ella y la abracé.
El tipo estaba sin camisa y me veía con mucho odio.

Ayudé a Leah para que se pusiera de pie, mientras ella lloraba.

Lo subimos a la patrulla y también a Leah.

-¿Es él tu novio?- le pregunté a la chica y ella negó con la cabeza.
-¿No es él?- abrí los ojos como platos.

-No... él... es su hermano.- respondió aún entre sollozos.

-¡Maldición!- me apresuré a decir y luego me tapé la boca cuando Leah y Noah me vieron extrañados.

Llegamos a la Unidad y bajaron al tipo. Yo caminé deteniéndolo de la cabeza y de las manos esposadas. Lo llevé a una de las celdas.

-Buen trabajo Prescott, ahora se hará cargo el agente Carroll.

Agente PrescottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora