14. La reunión de la discordia y un viaje inesperado.

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Sentado al lado de su tío, y manager, en el despacho de un señor que gritaba en vez de hablar, pero que les estaba ofreciendo cosas extrañamente interesantes, Alfred se miraba las manos intentando recodar el tacto de la piel de Amaia bajo ellas, no les había dado mucho tiempo a despedirse, se vistieron deprisa y él intentó dejar la cama lo más decente posible para que las empleadas del hotel no tuvieran tanto trabajo, Javier les esperaba abajo con un taxi, los dos hermanos se bajaron en la esquina de la calle donde estaba el piso donde vivía Javier, tenían una videoconferencia con la empresa de Madrid en menos de media hora, el beso que se dieron fue demasiado fugaz para su gusto, pero en ese momento su madre le estaba llamando para avisarle de que su tío ya estaba en un bar cercano al edificio donde él también tenía una reunión, le dijo al taxista que le llevará hasta allí, pagó y se encontró con su tío.
La empresa de publicidad les había ofrecido un contrato de promoción de 1016, la discográfica estaba al tanto y estaban de acuerdo en que todo el tema de marketing estuviera en manos de esa empresa, pero, como siempre, y gracias al contrato que firmó al salir de la academia con la discográfica, él tenía voz y voto, según la información que le había dado su tío la cosa no pintaba mal, era extraño, pero no parecía haber ninguna irregularidad ni ninguna letra pequeña, Alfred confiaba en su tío muchísimo, pero quería comprobar las cosas por él mismo.

—El contrato incluiría publicidad nacional pero centrándonos en un público adaptado a ti, hemos realizado varios informes sobre las edades, los lugares y las situaciones de tus fans, y lo cierto es que, sorprendentemente, abarcas un espectro muy amplio de público...

Levantó la mirada de sus manos hacia el hombre que estaba delante de ellos, ¿sorprendentemente?, intentó que su rostro no reflejara nada de lo que esa expresión le había hecho sentir.

—Lo primero y principal en lo que queremos centrarnos contigo, Alfred, si firmas con nosotros, es en hacerte el videoclip de la canción que va a ser single de 1016, hemos estado hablando con la discográfica y, a pesar de que aún estás maquetando tus canciones, ya habéis acordado cuál va a ser el single, entre arreglos en el estudio, grabaciones y demás, nuestra idea es grabar todo lo posible e ir dando dosis pequeñas a tus fans, llevas muy bien tus redes sociales, pero te estoy hablando de algo más grande, radios, televisión, todo medio de comunicación de este país estaría pendiente de promocionar tu imagen y tú música.

Aquel hombre que estaba tras el escritorio le miraba como si fuera un producto que vender y con el que ganar dinero a raudales, un escalofrío le recorrió la espina dorsal, peligro, DANGER, se giró hacia su tío que miraba los informes que les habían dejado delante.

—Lógicamente tú tendrías la libertad que ahora mantienes con la discográfica, puedes opinar sobre lo que vamos a hacer, siempre supervisado por un asesor.

Su tío dejó los papeles y notó la mirada de su sobrino fija en él, se miraron a los ojos, ¿qué debía hacer?, no sabía si su tío había interpretado lo mismo que él, pero si firmaba ese contrato estaba vendiendo su alma a un diablo muy poderoso, y no sabía si estaba dispuesto a correr el riesgo por la publicidad, desde el primer segundo en el que pisó fuera de la academia dijo una y otra vez, exactamente igual que Amaia, que a él le daba igual la fama, solo quería vivir de su música, en el fondo siempre le había llenado más hacer acústicos en salas pequeñas que cualquier otra cosa...

Anahí estaba en una de las salas donde se reunían los becarios, no estaba allí por gusto, lo cierto es que estaba allí escondida, Alfred y su representante habían llegado y su jefe la había mandado allí hasta que le diera la señal de entrar en el despacho como si no supiera que estaban allí.
Estaba nerviosa, la noche anterior había dormido muy poco, pero no por el mismo motivo que Alfred, ella había estado dando vueltas por la habitación de su piso compartido, cigarro en mano, hablando por teléfono sin parar durante horas para urdir hasta el más mínimo detalle del plan, cuando se fue a dormir era muy tarde y esa misma mañana había necesitado una ayuda extra para ponerse en pie...
Se dio una ducha y se puso el vestido más sexy que se podía permitir para ir a trabajar, después de verles huir a esos dos niños de la mano se había sentido bastante mal, y allí estaba, como si jugara al escondite, su móvil sonó, la señal, se colocó la falda y el pelo, cogió un taco de papeles y se fue hacia el despacho, empezaba el show.

—Tenemos que hablarlo, ahora mismo no...

La puerta se abrió interrumpiendo al tío de Alfred, el hombre que tenían delante empezó a despotricar, Alfred no miraba la escena, estaba intentando buscar la atención de su tío para decirle que tenían que salir de allí por patas justo cuando escuchó su voz.

—Discúlpeme, le traía los informes que me pidió para...

Alfred se giró de manera brusca hacia una Anahí haciendo el mejor papel de su vida, su jefe notó el momento en el que todo empezaba a ir por buen camino cuando la mirada de Anahí se centró en la suya.

—Alfred... ¿Qué haces tú aquí?
—Creo que esa pregunta te la debería hacer yo a ti.
—¿Os conocéis?

El silencio se hizo en el despacho de aquel señor, el tío de Alfred no entendía nada, tenía la sensación de estar en una comedia de Hollywood de las malas.

—El que calla otorga, así que asumo que os conocéis y eso nos viene aún mejor para lo que nos traemos entre manos, Anahí es nuestra asesora jefe, ella estaría detrás de todo el marketing y la publicidad que queremos darte con 1016, ella te acompañaría a todos los sitios, te ayudaría en lo que necesitaras, ella... Ella es la que te va a acompañar a Nueva York para que empecemos a grabar el videoclip...

¿Nueva York?... En serio, ¿Nueva York?, Alfred estaba intentando asimilar toda la información que acaban de darle cuando su móvil le vibró en el bolsillo, su tío empezó a hablar de detalles legales que a él no le interesaban, Anahí le observaba con disimulo y pudo ver cómo le cambiaba la cara en milésimas de segundo cuando leyó el whatsapp que le acababa de llegar.

"Alfred, cuando salgas de la reunión llámame, por favor, tengo que contarte muchas cosas, pero tengo una mala noticia, mi hermano y yo ya vamos hacia la estación, tenemos que estar en Madrid esta misma tarde, prometo explicártelo. T'estimo molt"

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