--Barcelona, dos meses después--—Esto es brutal, nano.
Manu Guix volvió a darle al botón de reproducir, la maqueta de una de las nuevas canciones de Alfred empezó a sonar, era una canción dura, te ponía los pelos de punta con las primeras notas de su voz y te desgarraba por dentro con la letra, era brutal, como le acababa de decir.
—¿En serio?
—Yo nunca te he mentido, Alfred.Desde que fue a despedirse de Dana al aeropuerto a la mañana siguiente de aquella noche mágica hacía dos meses, la vida de Alfred había sido muy extraña, puede parecer una tontería, pero había pasado por las cinco fases del duelo, aunque obviamente ella no hubiera muerto, es muy común que esto ocurra cuando una relación tan intensa termina.
La negación no duró mucho, un par de días a lo sumo, iba y venía de su casa como si nada hubiera pasado, como si ella fuera a aparecer por la puerta en cualquier momento, pero la realidad le dio de en la cara cuando fue a ver el nuevo capítulo de una de las series que veían juntos y ella ya no estaba allí, en ese momento fue cuando apareció la ira, se sentía frustrado y culpable por estar teniendo que vivir esa situación, Marta y su madre fueron las que sufrieron más esta etapa, estaba todo el día peleándose con ellas por cada mínima cosa, y llegó la negociación, Alfred imaginaba que estaban meses atrás, aún juntos, incluso se planteó más de una vez llamarla para que volviera, pedirle al destino que todo fuera mentira, que cuando se conocieron en aquella playa nunca hubieran tenido un final, esta etapa duró poco, porque de nuevo se dio de bruces con la realidad haciendo que entrara en la etapa de depresión, el vacío por dentro, el dolor que lo teñía todo, las lágrimas, la tristeza, el echar de menos, pues Dana ya no estaba allí con él, María Jesús se asustó bastante cuando Alfred pasó por esta fase, le recodó demasiado a cuando había pasado por la pérdida de su primo, se aisló de todo y de todos, casi nunca salía y se quedaba encerrado en su piso, con su guitarra y su teclado, pero hacía poco más de una semana que había pasado a la última fase, la aceptación, Dana ya no estaba, no iba a estar más allí, la seguiría queriendo, igual que ella a él, pero ya no estaban juntos, tenían que seguir con sus vidas como pudieran.
Después de una comida familiar en la que María Jesús volvió a respirar tranquila por su hijo, una tarde de playa y risas con sus amigos en la que Marta también volvió a respirar tranquila por su mejor amigo, Alfred llamó a Manu y le dijo de salir a tomar una copa aquella noche, que tenía cosas que contarle, y una semana después estaban allí, en su estudio, escuchando las maquetas de las canciones que había compuesto en esos dos meses.—¿Tienes algún contrato ahora?
Manu empezó a guardar todos los archivos, y a trastear en los ordenadores mientras Alfred guardaba su trombón y su guitarra eléctrica en sus fundas correspondientes.
—El acuerdo que tenía para el disco y la gira anterior duraba hasta que terminara todo, no quería vincularme con nadie por si salía mal, no quería tener algo que me atara más allá, acababa de llegar del mi viaje y no quería perder esa libertad.
—Te entiendo.
—Ahora es distinto, todo funcionó y no quiero que se acabe, ya me conoces, yo no quiero un contrato absorbente, pero si necesito esa seguridad.
—Con estas maquetas, cabronazo, te van a ofrecer de todo en todos sitios.Alfred sonrió, estaba muy contento con el resultado, pero a la vez tenía un punto de rabia porque siempre que le salían canciones así eran a base de dolor, se quitó ese pensamiento de la cabeza y se sentó en una de las sillas al lado de Manu.
—Me conoces, yo no quiero nada espectacular, yo quiero poder ser yo mismo encima de los escenarios, que mi música llegue a la gente, no pido nada más que eso.
Comieron juntos en un bar cercano al estudio de Manu, y, cuando se despidieron, Alfred notó todo el cansancio que tenía encima, era normal después del proceso que había vivido durante esos dos meses, lo sabía, pero aún así no le gustaba nada, él era una persona que tenía que estar siempre activa, aunque su cuerpo le pidiera que se fuera a casa a dormir, decidió no hacerle caso, principalmente para poder dormir mejor por la noche, y, con sus gafas de sol puestas, se adentró por las callejuelas de la ciudad de Barcelona.
Una de las cosas que más le gustaban de Barcelona era que a pesar de haber muchísima gente, casi nunca le paraban por la calle, no era lo mismo que en Madrid, aunque Madrid también le gustaba no era lo mismo.
Entró en una tienda de ropa bastante estrafalaria de la que se llevó dos camisas de flores con colores bastante chillones y unas zapatillas que su madre querría quemar en cuanto las viera.
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Realidad
FanficAlfred, Amaia y sus catorce compañeros de concurso han terminado la gira de Operación Triunfo 2017. A partir de ahora empieza el verdadero camino. ¿Conseguirán mantener todo lo que han construido juntos? ¿Se desvanecerá todo como en un sueño?