Amaia estaba tendida en el suelo, el hombre que estaba a punto de dar un puñetazo a Carlos, al ver que se interponía entre los dos, se frenó, pero no lo suficientemente rápido e hizo que Amaia cayera hacia atrás sin remedio, dándose en el hombro con una silla que estaba allí.—¡¡AMAIA!!
Ana y Aitana gritaron a la vez su nombre, vieron la caída como a cámara lenta, Carlos se soltó del agarre del hombre y se agachó para ver si Amaia estaba bien.
—Niña... Niña... ¿Estás bien?
Amaia se incorporó con cara de dolor, se había roto la blusa negra por la parte del hombro y tenía un raspón con algo de sangre, Aitana estaba bastante asustada, Ana fue directamente a increpar al hombre.
—¿Pero ha visto lo que le ha hecho a mi amiga? ¿Sabe usted quién es? Voy a llamar ahora mismo a la poli...
—¿A la policía? No, no, yo no quería, ella, estaba...Se estaba empezando a poner nervioso, cuando cayó en manos de Anahí y de su empresa, hacía dos años y medio, pensó que su carrera iba a despegar y ser meteórica, iba a salir de los bares y las salas de siempre para llegar a lo más alto, o eso era lo que la rubia de ojos verdes le había prometido, la misma rubia que meses después de conseguirle todo, le quitó todo por culpa de un malentendido que aún hoy en día él creía que lo había orquestado ella, volvió a tocar en los bares en los que conocía a los dueños, pero incluso hasta allí llegó Anahí, sin saber cómo se quedó sin amigos, sin banda y sin nada, tuvo que irse de Barcelona y empezar una vida nueva, Madrid fue sus segunda opción, pero los hilos envenenados de Anahí llegaron hasta allí, decidió dejar la música y el destino le llevó a Tenerife, donde pudo volver a tocar de manera local y a encontrar el amor de su vida. Había conocido a Carlos cuando estaba en lo más alto, siempre había sido un chico a la sombra de su hermana y encontrarle allí solo podía significar que ella estaba cerca, verle le había nublado la mente y no había podido evitar ponerse agresivo, a pesar de saber que Carlos no tenía la culpa de nada.
—Parad...
—¡Claro que a la policía! Ha herido a mi amiga, no ve que está sangrando...
—¡¡PARAD!!El grito de Amaia hizo que todo el mundo se quedara en silencio, Carlos intentó ayudarla para levantarse pero solo recibió una mirada extraña que no pudo interpretar, cuando estuvo de pie movió el hombro y se miró la herida, no era para tanto, aunque le dolía bastante, suspiró.
—Disculpe todo este circo que hemos montado, pagaré todos los desperfectos, solo tiene que ponerse en contacto con mi hermano Javier Romero...
Le dio el número de teléfono al dueño y ante la mirada de todos colocó la silla con la que se había golpeado, Aitana se había acercado a Ana se había cogido de su brazo, Carlos no apartaba la mirada de Amaia y el hombre miraba al suelo avergonzado.
—Salgamos fuera.
Lo dijo con la voz más dura y fría que nunca le había oído nadie, fue la primera en salir del local, una vez en la calle vio como todos los demás la seguían.
—Tenemos que llevarte a urgencias para que te curen el hombro, puede que te tengan que poner la vacuna del tétanos...
—Ana tiene razón, deberíamos ir a unas urgencias.
—Callaos.Las dos amigas permanecieron en silencio con cara de indignación.
—¿Anahí? ¿Qué Anahí?
Amaia miró a los ojos del hombre que tenía en frente con cara seria y este se puso a hablar, Carlos escuchaba en silencio un relato del que solo conocía una parte, Anahí nunca le contó hasta que límites había llegado para destruir a ese hombre, Anahí nunca le dijo... Bueno, lo cierto es que Anahí nunca le contaba más de lo necesario, solo le utilizaba y le manipulaba para sus propios beneficios, que buena hermana tenía.
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Realidad
Fiksi PenggemarAlfred, Amaia y sus catorce compañeros de concurso han terminado la gira de Operación Triunfo 2017. A partir de ahora empieza el verdadero camino. ¿Conseguirán mantener todo lo que han construido juntos? ¿Se desvanecerá todo como en un sueño?