La llamada de su hermano para que se reuniera con él cuando llegaron a Madrid hizo que Amaia no se pudiera quedar en ese aeropuerto como quería.—Tienes que venir ya.
—Pero es que está...
—Aunque esté el Papa de Roma, Amaia, es urgente.Tragó saliva y se giró hacia Carlos, justo cuando Ana se abrazó a Alfred, y sin decir nada ambos se entendieron, no quiso mirar hacia Alfred, no quiso ver cómo se abrazaba a Ana ni quiso ver cómo Anahí seguía allí junto a él, le hizo un gesto con la mano a Aitana como que la iba a llamar y esta asintió cuando su móvil empezó a sonar.
Consiguieron llegar a un taxi, ella se subió al coche al oír a varias personas decir su nombre, mientras Carlos guardaba todas las maletas con la ayuda del conductor, una vez estuvo todo listo salieron del aeropuerto.—Estaba allí...
—Lo sé, niña.
—Ella estaba con él...Carlos había visto a su hermana pero no habían cruzado ni una sola mirada, él por miedo, ella... Los motivos de ella no los sabía, pero estaba seguro que no había sido por casualidad.
Llegaron al edificio que Amaia le había dicho al conductor, Carlos la miró antes de que se bajara del vehículo.—Lleva las cosas a casa, cuando termine la reunión o lo que sea que quiera mi hermano iré allí, habla con Ana.
Cerró la puerta y Carlos vio cómo se alejaba sacando el móvil del bolsillo trasero de su pantalón. Le dio la nueva dirección al conductor y se fue de allí.
Amaia no conocía el edificio en el que acaba de entrar, preguntó en recepción por su hermano y después de varias llamadas le indicaron donde debía ir, se subió en el ascensor y al bajarse en la planta quince se sintió fuera de lugar, muchas personas con trajes y papeles por todos los lados, de nuevo tuvo que preguntar por su hermano a una mujer que no tenía caro si había sido amable o no y la llevó ante una puerta de madera, llamó con los nudillos y cuando desde dentro le dijeron que pasara ella abrió.
—Disculpen, Amaia Romero ya ha llegado.
El silencio se hizo en la sala, estaba decorada en tonos marrones y verdes, parecía que habían retrocedido cuarenta años en el tiempo, a un lado de la mesa estaba su hermano con cara de preocupación, a su lado un hombre que ella no conocía pero que la miraba con seriedad, en el otro lado de la mesa estaba el señor que la había contratado para los conciertos, el jefe de la empresa de Carlos, a su lado había otros dos señores que no conocía y, sentada entre ellos estaba Elena, la chica que se había hecho su amiga en el concierto de Madrid, la que le había convencido de entrar en ese cuarto y probar... Sus miradas se cruzaron, Amaia frunció el ceño y ella desvió la mirada, avergonzada.
—¿Qué está pasando?
—Siéntese, señorita.Amaia miró a su hermano y este asintió, algo malo pasaba y ella no entendía nada, se sentó a su lado y guardó silencio.
—Como ya estamos todos, podemos proceder a leer la denuncia y así poder llegar a un acuerdo sin tener que pasar por los juzgados.
Javier se pasó la mano por la barba y Amaia intentó mirar a los ojos de Elena, pero esta la rehuía.
—Elena Rodríguez y Leopoldo Conde, ambos presentes, han presentado una denuncia contra Amaia Romero, la primera de manera individual y el segundo en su nombre y en el nombre de su empresa, con la que la denunciada tiene un contrato, por posesión, venta y consumo de drogas en horario de trabajo, incumpliendo su contrato, e incitando a la primera denunciante, entre otros que no han querido presentar su declaración, de momento, a su consumo.
Amaia se quedó blanca, tuvo que agarrarse a la mesa que tenía delante, miró a su hermano, que la miraba fijamente, juzgándola.
-Varias horas después, en Barcelona-
Anahí había llegado a su casa con un enfado monumental, no entendía como Alfred se había ido con Ana en vez de con ella después de esas semanas juntos, pensaba que confiaba en ella y que había conseguido adentrar en su mente hasta tal punto que sería una más de sus marionetas, pero no era así, o no aún, pues el abrazo que le había dado antes de separarse le había hecho tener esperanzas con que aún podía conseguir tenerle por completo en sus redes.
Cuando canceló el vuelo hasta Barcelona, desde Orlando, y le hizo creer a Alfred que había sido por culpa de la compañía de aviones, empezó a mandar varios emails, cuando llegaron al hotel realizó también un par de llamadas, todo estaba preparado, los informadores que tenía en Tenerife y en Madrid le habían dicho a qué hora llegaban los unos y a qué hora iba a producirse el encuentro con los abogados, no había sido difícil convencer a Elena para denunciar, era frágil y una adicta, y mucho menos a Leopoldo, pobre, llevaba toda su vida en el armario y un señor con su prestigio no podía permitirse que fotos suyas en la última orgía organizada en casa de uno de sus amantes, en las que se veía perfectamente cómo se la estaba chupando a un jovencito y él mimo estaba manteniendo sexo anal con otro, llegaran a manos de su querida esposa, sus cuatro hijos, sus nietos y a toda la prensa nacional.Después de darse una ducha y arreglarse, a pesar de estar muy cansada y ser algo tarde, cogió el coche y se dirigió a su oficina donde su jefe la esperaba.
—Hola, Anahí.
—Hola, me acaban de llamar, tienen una nueva reunión con los abogados mañana para ver si llegan a un acuerdo o van directamente a juicio, dudo mucho que al payaso del hermano de la niñata de Amaia le interese que se haga un juicio público contra su hermana por drogas, si al final aceptan el acuerdo se arruinarán, sin dinero y siendo despedida por la empresa, cosa que filtraremos en cuanto ocurra, dudo mucho que pueda volver a cantar de forma profesional en ningún puto lugar de este país.Su jefe la miraba con una sonrisa amplia y llena de satisfacción.
—¿Y Alfred?
—Se ha quedado en Madrid con su amiga Ana Guerra, también estaba por allí Aitana Ocaña, pero vendrá a Barcelona quiere ver a su familia, preveo que en cuatro días como máximo está de nuevo en el Prat.
—La discográfica está muy contenta con todo el material que les hemos entregado y tengo buenas noticias.Anahí esperó a que su jefe siguiera hablando mientras miraba la pantalla de su móvil, ninguna llamada de Alfred, se estaba poniendo nerviosa y no tenía ninguna manera de contactar con él salvo conseguir el numero de Ana, prefería esperar.
—El disco va a salir casi ya, vamos a hacer un par de conciertos en España: Barcelona, Madrid, Zaragoza y Granada.
—Lógico, ¿y la buena noticia?
—Anahí... nos llevamos a Alfred García a Argentina, México, Perú... Pero también a un par de ciudades estadounidenses, le vamos a hacer una estrella internacional.Ella sonrió, estaba consiguiendo todo lo que se proponía, el plan iba viento en popa, después de esos cuatro conciertos se irían de allí, conseguiría hundir a Amaia y separarles... Y ya que estaba, a ver si conseguía también destruir a su querido Carlitos...
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Realidad
FanfictionAlfred, Amaia y sus catorce compañeros de concurso han terminado la gira de Operación Triunfo 2017. A partir de ahora empieza el verdadero camino. ¿Conseguirán mantener todo lo que han construido juntos? ¿Se desvanecerá todo como en un sueño?