Cuando Carlos recibió la primera llamada de su hermana con los movimientos que debía seguir no pudo evitar alegrarse, por fin iba a volver a su casa, lo estaba pasando muy mal en su experiencia Erasmus, todos sus amigos estaban disfrutando muchísimo menos él, aunque él nunca había sido como todos los demás. Desde pequeño la belleza, tanto a su hermana como a él le había venido sin pedirla, eran guapos, muy guapos, y eso les había marcado, a veces para bien, a veces para mal. Se sentía solo rodeado de gente superficial en un mundo superficial, su hermana había conseguido abrirse paso y utilizar sus armas para triunfar pero él no buscaba eso.
Al principio de la llamada discutieron, mucho, pero todo cambió cuando su hermana consiguió convencerle.—Si lo hacemos bien, Carlos, si lo conseguimos vamos a tener el dinero suficiente para que te vayas al voluntariado en África como siempre has soñado, podrías irte y tener el dinero suficiente para subsistir hasta que encuentres tu hueco allí...
Y decidió ceder ante la presión de Anahí, pasarlo mal unos meses, seguir un plan maquiavélico por la absoluta libertad a continuación... ¿Merecía la pena? No lo tenía muy claro.
Cuando los ojos de Amaia se quedaron clavados en los suyos en ese paripé absurdo que habían hecho en la empresa algo dentro de él dijo que podía conseguirlo con solo un par de miradas más, pero también otra parte de él, la parte que ansiaba salir de ese mundo en el que vivía se empezó a replantear las cosas.
Amaia y su hermano salieron del despacho con unas sonrisas amplias, estaban convencidos de firmar y en el fondo todo el plan de Anahí y su jefe en Barcelona iba a beneficiar a las carreras musicales de ambos, pero con el precio de su relación, Anahí iba a por todas, pero Carlos... Carlos no tanto.—Están hospedados en este hotel, tienes que aparecer por casualidad.
—Anahí...
—Nene, tienes que hacerlo, aleja a la niña está de su hermano y llévatela a tu terreno, dad una vuelta, llévala de fiesta o lo que sea, tienes que ganarte su confianza.
—¿Qué tal con Alfred hoy?
—Muy mal, le he llamado como mínimo diez veces y no me lo coge, el jefe está que echa humo...
—Es que...
—Les vamos a separar como que me llamó Anahí Sánchez.
—Eres muy cabezona, hermanita.
—Es por nuestro bien, nene, si les tengo que joder para que tú y yo vivamos bien lo haré hasta destrozarles.Después de esa conversación, y con una mala sensación anidada en su pecho, Carlos se dio una ducha, se puso sus vaqueros negros rotos, su camiseta favorita y una bomber encima, dejó que el pelo rubio y liso se le secara al aire, tenía un rollo rebelde que no se podía aguantar, todo el mundo en el metro se le quedaba mirando, se bajó del vagón en la parada más cercana al hotel y fue andando hasta allí con las manos en los bolsillos, giró una esquina y entró en el hall del hotel, preguntó a la recepcionista en un perfecto inglés para disimular si tenían un restaurante y cuánto costaba el alojamiento cuando por las puertas del ascensor que había a su derecha salieron Amaia y Alfred de la mano, el chico llevaba puestas sus gafas de sol y sonreía con todo el cuerpo, Amaia hablaba con él bromeando y riendo, Carlos se giró para que no le vieran, la recepcionista puso los ojos en blanco y le llamó la atención dos veces, pero Carlos salió de allí sin decir nada más para seguirles.
—¿Y dónde vamos?
—No lo sé, pero a ningún sitio con mucha gente.
—Todavía no me puedo creer que estés aquí...
—Tenía que venir.
—Pero, Alfred...
—Nada de peros, Amaia, dijimos que nos íbamos a ir este fin de semana y no vamos a poder, pero sí podemos pasarlo juntos.Al principio nadaron sin rumbo, pero a medida que veían que por aquellas calles nadie les paraba, gracias al personal del hotel que les había recomendado que fueran por aquella zona de Madrid céntrica, pero no tanto como para ser acosados y perseguidos por cientos de personas, llegaron a una pequeña plaza, había varios bancos cercanos a un árbol, varias parejas de ancianos discutían hacia dónde dirigirse, una madre jugaba con sus hijos y su perro con una pelota, otra señora con traje hablaba por el móvil y andaba muy deprisa. Decidieron sentarse en uno de los bancos.
—¿Has decidido si vas a firmar para hacer esos conciertos?
—Javi dice que es una gran oportunidad, son pocos y con grandes artistas, lo bueno es que entre uno y otro podré volver para rematar las cosas del disco que he ido grabando este verano.
—Yo también pienso que es una gran oportunidad.
—¿Tú qué vas a hacer?Carlos había conseguido que no le pillaran mientras les seguía, en esos momentos estaba lo suficientemente cerca de ellos como para escucharles y verles, pero no como para que ellos pudieran verle a él, sacó un cigarro del paquete medio vacío que llevaba en los pantalones y lo encendió, dio una calada mientras escuchaba como Alfred le habría el alma a Amaia sobre el proyecto de Anahí y el miedo que tenía.
—Mi tío Toni va a hablar con los abogados...
Amaia le observaba en silencio mientras hablaba, le veía realmente preocupado, n sonreía y estaba seguro que sus ojos, que no podía ver bien por las gafas de sol, reflejaban eso que tan poco le gustaba a ella ver, se levantó y apartándole las manos que él tenía apoyadas en sus piernas, se sentó sobre él, dejando sus propias piernas colgando hacia la derecha, le abrazó por los hombros.
—Todo va a esta bien.
—Lo sé, Amaix, pero después de este verano con la gira de OT y los festivales, que ha sido todo espectacular, tengo...
—Miedo...Amaia dijo esta palabra cantando, Alfred se giró para mirarle a los ojos y se quitó las gafas de sol, se quedaron en silencio durante varios minutos, simplemente teniendo una conexión que iba más allá de todo, se acercaron despacio y, poco a poco, se fundieron en un beso lento y dulce.
Carlos tiró la colilla y soltó el poco humo que le quedaba dentro, la mala sensación que tenía dentro del pecho había aumentado de forma exagerada, y mientras se iba de allí, tomó una decisión.
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Hola queridxs lectorxs:He podido volver, me fijé que el día que subí la NOTA DE LA AUTORA me mandasteis mensajes privados y comentarios pero no puedo contestarlos, sabéis que os he cogido mucho cariño y os llevo en el corazón.
Estoy bien, no os preocupéis, eran problemas que no sabía solventar y al final si he podido.Muchísimas gracias a todos los que habéis seguido aquí leyendo, a los que comentáis y a los que estáis en las sombras.
Tengo muchas ganas de continuar esta historia, tengo muchas ideas para seguir.
Contadme ¿Qué creéis (y queréis) que pase? ¿Carlos será bueno? ¿Anahí conseguirá separar a Alfred y Amaia? ¿Se irá Alfred a Nueva York?GRACIAS POR TODO.
Miss T. Girl.
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Realidad
FanfictionAlfred, Amaia y sus catorce compañeros de concurso han terminado la gira de Operación Triunfo 2017. A partir de ahora empieza el verdadero camino. ¿Conseguirán mantener todo lo que han construido juntos? ¿Se desvanecerá todo como en un sueño?