Estar con sus amigos hacía que Alfred se sintiera bien, cualquier tipo de inseguridad se desvanecía a su lado, por eso la noche había sido tan buena, ellos le conocían mejor que nadie, ellos sabían cómo actuaba y cómo pensaba, ellos eran su familia, su familia por elección.
Llegó a su casa bastante tarde, no habían salido a ningún local ni a ningún bar, pero con ellos el tiempo pasaba volando. Acompañó a Marta a su casa y volvió andando a la suya con miles de pensamientos rondándole en la cabeza.
Entró en su casa haciendo el mínimo ruido, supuso que sus padres llevaban durmiendo ya varias horas, se metió en su habitación y cerró la puerta. Lo primero que hizo fue quitarse la ropa y dejarla bien doblada encima del mueble, cogió la camiseta de mangas cortas que utilizaba para dormir y se la puso, en calzoncillos y camiseta se subió a la cama y apoyó la espalda en la pared.
Una de las cosas que menos le gustaba de estar en su casa en esos momentos era no tener a Amaia cerca, la echaba mucho de menos, después de meses juntos recorriendo ciudades de España y de fuera, de cientos de entrevistas, anuncios, promociones, photocalls... En muchas de esas ocasiones no estaban solos, sus familias, gente de la productora y de la discográfica... Pero, a pesar de todo, podían entrelazar los dedos de sus manos, susurrarse canciones al oído y compartir besos a escondidas en los rincones más variopintos, por no hablar de las noches de hotel, Alfred no pudo evitar sonreír, cogió el móvil y entró en whatsapp."¿Estás despierta?"
Amaia estaba apoyada en la barandilla de la terraza de la casa de sus amigos, justo cuando se terminó la copa que tenía en la mano derecha y se disponía a ir a por otra, su móvil vibró.
"Si, ¿qué haces tan tarde despierto?"
"Yo podría hacerte la misma pregunta."En el Prat y en Mendillori dos sonrisas aparecieron para iluminarlo todo.
"Estoy en casa de unos amigos."
"Yo acabo de volver, estoy en mi cama."
"¿Pensando en mi?"Después de escribir y darle al botón de enviar, Amaia notó que las mejillas se le habían puesto rojas, siempre jugaban y nunca le daba vergüenza, pues sólo lo leía él, supuso que era a causa del alcohol.
"Siempre pienso en ti"
"¿Y en qué piensas ahora?"
"Amaia, estás en casa de unos amigos, no creo que sea el momento de ponerme a decirte lo que está pasando por mi mente"Amaia se mordió el labio, abrió la cámara de su móvil y se hizo una foto con cara de pena, sin soltar el labio de entre sus dientes, y el vaso vacío en la mano, como el resultado le pareció correcto, se la envió.
"No puedes hacer eso, Amaia."
"¿El qué?"
"Mandarme una foto así y pretender que yo duerma bien esta noche."Alfred volvió a mirar la foto, estaba guapísima, como siempre, pero tenía algo, sus labios, su mirada, algo, que hizo que su cuerpo reaccionara involuntariamente y una semi erección apareciera.
"¿Y si no quiero que duermas?"
"¿Y qué quieres?"Amaia cerró los ojos y, al abrirlos, se giró con disimulo para mirar lo que ocurría dentro de la casa, sus amigos seguían bromeando y riendo, parecía que no se habían dado cuenta que ella no estaba allí con ellos, bajó de nuevo la mirada hacia la pantalla de su móvil.
"Quiero..."
"Dime qué quieres que haga si no es dormir."
"Sabes lo que quiero."
"¿Ahora te da vergüenza?"
"No."
"Pues dilo."Alfred se dejó caer en la cama tumbándose por completo, dobló la rodilla que estaba más cerca de la pared para apoyarla, dejó el móvil a su lado y se pasó las manos por el pelo. Como deseaba tenerla allí, a su lado, en su cama, poder besarla y desnudarla, como hacían siempre, meter sus dedos entre el pelo y atraerla hacia él mientras ella pasaba sus manos por el cuello y le acariciaba la nuca...
La vibración del móvil en vez de ser corta fue en aumento, lo cogió y era una llamada.—Hola.
—Me he venido al baño.
—Podías haber seguido escribiendo.
—Necesitaba oírte.Amaia había entrado en el salón de nuevo, dejó la copa vacía encima de la mesa y les dijo a sus amigos que iba al baño, uno de ellos empezó a hacer bromas sobre caca y, soltando una carcajada, ella se fue para encerrarse en el baño. Al entrar lo primero que hizo fue cerrar el pestillo y sentarse sobre la taza con la tapa cerrada.
—Amaia...
—Quiero que imagines que estoy ahí, a tu lado. Que tus dedos son los míos cuando te acaricio...
—Joder...
—Que paso mi lengua por...Tenía los ojos cerrados mientras la voz de Amaia se colaba en sus oídos e invadía su mente llenándola de imágenes tan reales que parecían estar ocurriendo en ese mismo instante. Su mano se deslizó automáticamente por encima de sus calzoncillos, caricias compartidas con una fantasía que deseaban que se hiciera realidad, ojalá poder teletransportarse, ojalá poder estar en el mismo espacio físico...
Justo cuando Amaia también había empezado a acariciarse por encima del pantalón sin dejar de imaginar en voz alta, uno golpes en la puerta del baño, hicieron que abriera los ojos.—Tía, ¿te has caído por la taza?
Otro golpe más y otra voz.
—Se te va a rompe el culo de tanto cagar, Amaia, sal de ahí.
Alfred lo estaba oyendo todo a través de la llamada, cerró los ojos maldiciendo en todos los idiomas conocidos y por conocer, se separó el móvil de la oreja y colgó, para acto seguido mandarle un mensaje a Amaia.
"Quiero que continuemos esta conversación cuando pueda tenerte cerca, cuando pueda sentir tu lengua y tus caricias, cuando sean mis labios los que te hagan jadear, cuando pueda meterme dentro de ti y que ambos gritemos como nos gusta. Espero que sea pronto. Hablamos mañana. T'estimo."
Amaia releyó dos, bueno, mejor dicho cinco, veces el mensaje, buscó el emoji del corazón y del ramo de flores, y se lo mandó.
Se levantó de la taza y se miró en el pequeño espejo que había allí, no tenía claro cuánto aguantaría sin decirle a su hermano que se fueran a Barcelona. Los golpes en la puerta y las risas continuaron, se guardó el móvil en el bolsillo y salió de allí.
![](https://img.wattpad.com/cover/144929140-288-k943353.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Realidad
FanfictionAlfred, Amaia y sus catorce compañeros de concurso han terminado la gira de Operación Triunfo 2017. A partir de ahora empieza el verdadero camino. ¿Conseguirán mantener todo lo que han construido juntos? ¿Se desvanecerá todo como en un sueño?