Capítulo 1

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- Solo tres meses y seremos ingenieros - son mis palabras después de haber culminado una parte importante de la tesis.

- Ana necesitamos desestresarnos un poco - me sorprende que Carolina lo diga y le guiño un ojo en respuesta.

- No te había dicho, pero mis tías y Elizabeth quieren lo mismo.

Carolina sonrie y pienso que realmente lo necesitamos, ella y yo somos muy parecidas, dedicadas a nuestros estudios, para algunos tal vez aburridas, pero se debe a nuestro propósito de ser profesionales.

Soy la hija menor y única hembra en la familia Montalvo Massey, a pesar de la separación de mis padres, cuando yo solo tenía doce años, ellos siempre estan para nosotros Adrián y Alfred, mis hermanos mayores.

Mi madre, Alice, junto a mi hermano Adrian llevan tiempo en su negocio de los dulces artesanales, en realidad toda mi familia se dedica a ello, solo que el de ellos es independiente, sus dulces de leche son los mejores.
Cuando puedo los ayudo, solo que mis estudios no me dejan mucho tiempo y desde que me hice independiente subsisto gracias a mis clases particulares, que son muy solicitadas, aunque hace días llevo pensando que debo buscar un trabajo, mientras me graduó.

- Caro que planes tienes para el fin de semana?

- Esperar tu invitación, - al mismo tiempo reimos.

- Está tarde hablo con Elizabeth y te aviso.

Recojo mis cosas y decido ir a casa, llevo tres días durmiendo en casa de Caro, por culpa de la tesis de grado, ya al entregarla hoy, descargo un peso de mis hombros y puedo ir a casa a tratar de descansar y como dice Caro "desestresarme".

Mi amado carrito está justo donde lo dejé hace tres días, un Toyota Araya, siempre fiel. Enciende sin problema y nos encaminamos.

Llegando a casa mi teléfono repica, es Elizabeth, mi prima, cualquiera diría que somos solo amigas, somos muy diferentes, ella morena, yo blanca, ella de baja estatura y lo más llamativo un largo historial de novios.

- Hola!!!

- Estás perdida Ana!! - la siento eufórica detrás del teléfono.

- He estado muy ocupada, soy toda oídos, - siento su emoción al decir la última palabra.

- Mis tías quieren que vayamos mañana a bailar y divertirnos un poco, qué opinas? - la siento emocionada.

Nuestras tías, María y Laura, siempre divertidas, son un poco mayores que nosotras, pero debido a lo alegres que son eso pasa desapercibido.

- Me parece bien, me comunico más tarde con Caro y si quieres mañana nos ponemos de acuerdo temprano, hoy solo quiero descansar.

- Nos vemos mañana. - Antes de colgar siento su emoción.

En casa todo está tal cual lo dejé, es algo pequeño, solo la salita de estar, una habitación con baño y mi cocina con una barra para desayuno incluida, pero es mío, un regalo de mi padre cuando cumplí veinte años.
Decido darme un baño, me pongo mi shorts y camiseta de dormir y me voy a la cama, no necesito nada más.

Al despertar siento un gran alivio, nada de preocupaciones y lo mejor estoy en casa.

Salgo de la cama, cepillo mis dientes, me cambio de ropa, por unos jeans y una camiseta ceñida al cuerpo, haciendo juego con mis converse.

Decido hacer algo de desayuno cuando tocan la puerta.

- Mamá!!! - nos abrazamos, somos muy unidas.

- Ana!!! Anoche al pasar ví tu carro, pero no quise molestarte. - su casa está al lado.

- Llegue casi de noche, estaba muy cansada. - al decirlo hago una mueca de disculpa.

- Me imagino que no comiste, ven a casa, te preparare algo. - nos abrazamos.

- Por eso y más te amo mamá!!!

Salimos juntas y cruzamos la cerca, es lo que separa nuestras casas. El desayuno está exquisito, mi mamá es la mejor cocinera del mundo. Le cuento cómo van mis clases y que ahora estoy más relajada. Me cuenta del trabajo y decido acompañarla.

Al llegar mi hermano está muy ocupado para notar mi presencia, tapo sus ojos y me descubre, soy la única que hace eso.

- Ana!!! - suena eufórico.
Somos muy unidos y debido a los últimos meses ocupada estudiando no hemos podido vernos. Lo ayudo a empaquetar dulces por unidad mientras me cuenta sobre Cristopher mi sobrino.

- Que bueno que voy a pasar más tiempo acá, así puedo compartir con el, ya no debe de acordarse de su tía.

- Haces falta hermana, además eres buena para empaquetar. -Me da una palmada y sonreímos.

- Voy a preparar café, - antes de responder mi hermano sale y me deja empaquetando.

Escucho pasos y pienso que es Adrián, al voltear veo un rostro conocido, es Edward, lo conozco desde la escuela, siempre popular, no creo que piense lo mismo de mi, tal vez ni me recuerde. Lo último que supe es que salía con mi prima Elizabeth, claro son iguales con un largo récord de corazones rotos a su paso. Es muy simpático, atlético, cabello castaño y con unos ojos que te hacen llegar al cielo, mejor olvidarlo, soy la última mujer en su lista y el no es mi tipo.

Enamorada Del PeligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora