- Cómo hago para que entiendas que no me importa Elizabeth? - Me agarra fuerte y me mira de una forma muy tierna. - Me interesas tu.
Nos quedamos no sé por cuánto tiempo mirándonos sin decir nada más, mi corazón late de alegría y yo me muero de miedo, espero esto en sueños, pero para la realidad no estoy preparada. Que puedo decirle? El habla por mi.
- Se que a ti te pasa lo mismo, - me mira y parece que me leyera. - He tratado de alejarme, pero todos los días te veo y no quiero que pienses que tengo algo con Elizabeth.
- Yo no soy como ella. - No sé que decir.
- Por eso es que me siento tan atraído, eres diferente.
- Esto no puede ser, tu y yo somos muy diferentes. - No sé que excusa dar. El me sonríe y ya no me quedan argumentos.
- Polos opuestos se atraen, - vuelve a sonreir, - eso es lo que menos me preocupa, quiero saber qué sientes tú?
Su pregunta me enmudece más, esta pensando en mí. Es su estrategia o yo de verdad le importo?
- Creo que es mejor que vayamos a trabajar, necesitamos tiempo para hablar. - No era el momento y hay muchas cosas que necesito pensar.
- Está bien, al salir de la fábrica hoy, - ahí esta esa sonrisa que me emboba. - Tenemos una cita!!
Pasamos la mañana ocupados, a penas y tengo tiempo de mirarlo en contadas ocasiones y mi mente no piensa claramente, que nos diremos? Por que pienso en tanta gente menos en mi? Es mi momento de ser feliz? No sé que pienso tanto, solo debo vivir el momento y ya, solo soy una más.
Llega la hora de salir y mis nervios aumentan, cuando a la salida esta Elizabeth.
- Hola prima, cómo estás? - Tiene una sonrisa de oreja a oreja, se gira y se dirige a Edward. - Necesitamos hablar.
- Hola Elizabeth, - a penas y puedo hablar, la había olvidado completamente. - Bueno, los dejo. - Camino apresurada, solo quiero llegar a casa y certificar que solo ha sido una ilusión.
El no dice nada y su silencio me certifica que debo olvidar lo que me ha dicho en la mañana. Es mejor que todo termine aún sin comenzar. Al menos no dolerá tanto. Y es que puede doler menos?
Me he pasado la mañana haciéndome ilusiones y ahora choco duramente con la realidad. Llego a casa y lo mejor es una ducha de agua bien fría. Al salir reviso mi teléfono tengo un mensaje de texto de Adrián.
" Hola hermanita, cómo estuvo el día? Llegamos bien, solo que necesito de tu ayuda, solo será esta semana. Te necesito jueves y viernes. Serás recompensada. Por favor. "
Cómo puedo negarme cuando me necesita? Ese es mi defecto nunca me niego aunque me duela y más si se trata de mi familia. Mi respuesta es que no se preocupe, yo lo haré.
Eso me hace recordar a Elizabeth, somos tan diferentes. Ella todo lo logra tan fácil y no es envidia, porque me gusta esforzarme para lograr lo que me propongo, solo que la mayoría de las veces me toca ser conformista.
A esta hora ya deben de haberse reconciliado y mañana el llegará como si nada hubiese pasado, en cambio yo tragandome mis ilusiones.
Me dispongo a dormir cuando llaman a la puerta. Quién puede ser a esta hora? Mi atuendo no es acordé para recibir a nadie, un shorts y mi franelilla favorita para dormir.
Al abrir ahí está el recostado al marco de la puerta y su cara es de preocupación.
- Disculpa, pero tenemos una cita! - Sonríe nervioso. - Puedo pasar?
Cometere un grave error si lo dejo entrar, pero necesito escucharlo.- Es bastante tarde. - Hace una mueca de ruego. - Que sea rápido. - Lo dejo pasar y sentenció mi muerte.
Al estar dentro de mi pequeña casa, el me mira de arriba a abajo y yo me sonrojo, estoy en desventaja.
- Siéntate, te ofrezco algo? - El me mira, niega y señala con su mano para que me siente a su lado. Yo me siento lo más alejada que puedo.
- Teníamos una cita y tú te fuiste sin decirme nada. - lo dice como si le doliera.
- Sentí que sobraba. - Es la verdad. - Además tú no me detuviste.
- Por que siempre te sientes inferior a los demás? - Lo pregunta muy serio. - Solo debías quedarte a mi lado. Cuando te fuiste no supe que pensar, no te imaginas todo el tiempo que me tomo decidir venir hasta acá. - Se ve muy sincero.
- Es mejor olvidar todo, tu y yo no tenemos futuro. - Ignora lo que le digo. Se acerca hasta donde yo estoy y toma mi cara entre sus manos, mi corazón amenaza con salirse de mi pecho.
- Necesito saber que sientes tú, dímelo por favor.
- Esto no tiene sentido, - trato de alejarme, el me agarra con fuerza, pero sin lastimarme, - Elizabeth me pidió que la ayudara contigo.
- No me interesa Elizabeth, - esta molesto, - se lo deje muy claro, quiero saber si yo te importo.
No hay necesidad de decirlo, no puedo hablar, su cercania es todo para mí, el mira mis labios cada vez más cerca y creo que mi cuerpo le esta dando permiso para que me bese, su olor es a limpio, a frescura, a él, es tan tierno, besa mi labio inferior, luego el superior y finalmente invade mi boca, es como si nuestros labios danzarán y fuesen pareja hace años. Se entienden muy bien, mi cabeza no pienso y mi corazón lanza fuegos artificiales. Mis manos viajan a su cabello, es como si mi cuerpo le obedeciera. Sus manos se aferran a mi cintura y estámos tan pegados que me falta el aire. Nuestros labios se separan y al mirarlo veo un brillo especial en sus ojos. Meto mi cabeza en su pecho.
- Esto no puede ser. - Quiero alejarme, pero no puedo, quiero estar ahí.
- No me niegues está oportunidad, tu la quieres tanto como yo. - Levanta mi cara para mirarme a los ojos.
- Siento que vamos muy rápido. - Seguímos sin separarnos.
- Podemos ir a tu ritmo, solo dime que lo intentaremos. - Esta muy cerca y su comprensión es única.
- Primero comenzamos al revés, debemos conocernos, lo que se de ti lo sé por comentarios y no te favorecen. - Lo miro y veo algo indescifrable. - Lo siento, pero tú me dices si puedes llevar ese ritmo? - Sonrie y me besa.
- Disculpa, - lo dice por el beso, - lo haremos de esa forma, déjame demostrarte que puede funcionar. - Se separa y solo toma mis manos. - Va a ser difícil, pero valdrá la pena. - Besa mis manos.
Tengo que sentarme, siento que mis piernas tiemblan, no sera nada fácil.
- Será mejor que te vayas, - ya es bastante tarde. - Mañana tenemos que trabajar.
- Cómo usted ordene jefa. - Se ve tierno haciendo un gesto militar.

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Enamorada Del Peligro
AcakAna es una chica de su casa, estudiosa y de nobles sentimientos, se enamora de Edward todo lo contrario a lo que ella es, comenzarán una relación llena de mucho amor, pero con muchos impedimentos, empezando por su familia y un pasado muy pesado en l...