Capítulo 46

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No objeto nada, el que haga lo suyo, yo lo mío y luego a casa.

Me dirijo a recepción mientras lo veo dirigirse al ascensor para visitar a su suegra.

- El paciente se encuentra en observación, - me notifican - por el pasillo de la derecha la puerta número 2.

- Muchas gracias, - camino al pasillo y Zoe va de salida. - ¡Hola Zoe! - se sorprende y me sonríe.

- Hola Ana, que alegría que vinieras, - me abraza, recuerdo que fuimos buenas amigas en la adolescencia.

- Acabo de llegar de viaje y quise pasar directamente para ver en qué puedo ayudarte. - caminamos por el pasillo mientras me explica.

- La situación es compleja, no recuerda el accidente, desde que despertó solo te ha llamado, el médico a cargo quiere demostrar una teoría, - nos detenemos ante la puerta y me pongo nerviosa.

- ¿De qué forma puedo ayudar? - Zoe pone cara de ruego.

- Se que ustedes terminaron mal, pero por favor síguele la corriente, - solo asiento mientras Zoe toma el pomo de la puerta para entrar y lo gira.

Al entrar puedo ver la sonrisa de alivio que se dibuja en la cara de su mamá, el duerme, ha cambiado desde la última vez, ya no hay ninguna manguera de la que dependa.

- ¡Gracias al cielo hija, viniste! - solo le sonrió y me quedo mirando a Fabián que respira relajado.

Abre los ojos suavemente y mi corazón amenaza con salirse de mi pecho, estoy muy nerviosa.

- ¡Mi hermosa Ana! - el sonido de mi corazón me ensordece, escucho a Zoe cuchichear algo con la mamá de Fabián y está sale de la habitación.

- Cálmate Fabián, - Zoé es quien habla para que no se siente, - Ana sientate.

Torpemente me siento y el aprovecha para tomar mi mano, su mirada es extraña.

- ¿Por qué no habias venido? ¿Que me sucedió? - me exige respuestas y Zoé quiere hablarme con los ojos.

- Cálmate, ya podremos hablar con más tranquilidad, - salgo de mi shock y consigo responder eso, alguien entra en la habitación y sospecho es el médico.

- Me duele la cabeza, quiero que nos vayamos de aquí, diles que todo está bien, lo único que no recuerdo es que sucedió cuando me fui de tu cumpleaños, se que contigo lo recordaré.

- Fabián quiero que te calmes, - ahora es el médico quien le habla, - ¿Que es eso último que recuerdas? - me mira como si necesitara permiso y yo le asiento.

- Era el cumpleaños de Ana, ya se los he dicho, era tarde, había tomado un poco, pero podía manejar, no recuerdo haber llegado a casa, - se toca la cabeza como si tratará de sacar los recuerdos a la fuerza, - me desperté y estaba acá.

- ¿Hay algún detalle que estés olvidando? - lo interroga el médico.

- Solo estábamos sus padres, sus hermanos, Caro y yo.

Ese recuerdo es de hace casi dos años, solo estuvo un cumpleaños conmigo. No sé qué pensar, podría estar fingiendo, ¿Pero con que fin?

Su forma de mirarme es como sí me suplicará ayuda, mi corazón no lo soporta.

- ¡Me duele! ¡Me duele! - se frota la cabeza y comienza a desesperarse.

- Tranquilo Fabián, ya está, - es lo único que consigo decir, el doctor inyecta algo en su solución y poco a poco cae dormido. Siento un nudo en la garganta.

Salimos al pasillo todos en silencio.

- Ana necesito que me confirmes que tiempo tiene ese recuerdo - el médico me saca de mi letargo.

Enamorada Del PeligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora