Enamorada Del Peligro

Capítulo 9

- Ahora yo necesito escucharte a ti Ana. Que sientes?

- Me dejas sin palabras, siempre escuché tantas cosas de ti y fui una más que te juzgo. - El me mira serio. - Ahora al saber todo esto, necesito que me disculpes. Nunca creí que pudiese llegar a sentirme atraída por ti. - Su sonrisa se hace más ancha.

- Era yo quien sentía que enloquecía y no veía futuro a tu lado. - Se acerca hasta donde yo estoy. - No tengo nada que disculparte, solo quiero saber si podemos darnos una oportunidad?

- No va a ser fácil.

- Mientras estés conmigo nada será fácil. - Besa mis manos. - Solo te necesito dispuesta a tratar.

- No quiero que me hagas daño, he recibido golpes muy fuertes intentando y no quiero otra mala experiencia por favor.

- Eso quiere decir que si? - Toma mis manos más fuerte.

- Quiere decir que si algo cambia serás sincero en todo momento y mi respuesta es si! - No me doy cuenta en qué momento salta y me esta besando.

Todo con el es mágico, me besa y se me olvida todo. Solo espero que ahora sea diferente. Me siento tan bien que hasta puedo acostumbrarme, no será fácil.

- No va a ser fácil, prácticamente estoy traicionando a mi prima y mi familia no te quiere.

- Me importas tu, si estamos juntos vamos a demostrar que si se puede. - Este hombre me hace sentir importante y lo más impresionante piensa en mi, esto nunca nadie lo había hecho.

- Necesito un poco de paciencia mientras habló con mi madre, sé que ella me entenderá, no se cómo vayan las cosas con mis hermanos y mi padre, pero es mi vida y tendrán que entender. - Nos fundimos en un abrazo que me confirmaba su apoyo.

- Es bastante tarde, no me quiero ir, - no para de besarme y yo feliz, - pero mañana es otro día.

Me cuesta dormirme, recuerdo cada una de sus palabras. Y me duermo feliz.

* * * * * * * * * * * * * * * * * *

Los días pasan rápido, estando con Edward el tiempo vuela, nos quedamos hasta tarde en la fábrica para poder compartir juntos y conocernos un poco mas, todo mientras mamá llega.

Ya me he hecho adicta a sus dulces besos, separarnos cada vez es más difícil.

Ya es viernes y mamá estará acá mañana.

Decidimos no vernos hoy para poder cuadrar con Caro lo de las clases perdidas y evitar que por imprudencias mi mamá se entere por personas ajenas.

- Te siento diferente Ana. - Caro me esta viendo como un animalito extraño.

- Estoy normal, - evito su mirada, no es momento de contarle, - de que me perdí en las clases?

- Tienes mucha suerte, nada relevante. - ella esta radiante.

- Tu te ves diferente, algo que contarme? - así evado lo mío, para escucharla a ella.

- Que bien me conoces Ana! - tiene una sonrisa de oreja a oreja. - Estoy enamorada.

Esta saliendo con el chico de la noche que fuimos a bailar. Mi amiga esta muy entusiasmada, ojalá la sepa valorar, porque es una gran persona.

Conversamos bastante y pasamos una tarde muy bonita, ya es tarde cuando me voy a casa, estoy un poco cansada y ya voy a dormir cuando me llega un mensaje de texto de alguien desconocido.

"Princesa te he extrañado mucho, muero por estar contigo"

La verdad es que en el tiempo que llevamos juntos no hemos intercambiado números, pero lo cierto es que no me gusta responder a números desconocidos. Y pensándolo bien si es el, lo mejor es que llame. Estoy muy cansada y me duermo.

Por la mañana es un hermoso día para montar bicicleta, pero no quiero encontrarme con Fabián nuevamente y tengo que pensar cómo le contare todo a mamá.

Tocan la puerta y me desconcierta, quien podra ser? Es bastante temprano.

- Mami!!! - corro a abrazar a mi mamá que esta en mi puerta.

- Llegamos anoche, no quise molestarte hija, era bastante tarde.

- Vamos a desayunar mamá. - La hago pasar.

- Me estás invitando? - Esta sonriente.

- Claro que si mamá! - He terminado de servir el desayuno y es un buen momento para hablar con ella. - Cómo les fue en el viaje?

- Muy bien Ana, pero me fui preocupada por ti. - No entiendo a que se refiere. - El día que nos fuimos te ví muy triste, pero regreso y no eres la misma, estás feliz.

- Desayunemos mamá, tengo algo que contarte. - Mi madre es la más comprensiva de todas y algo me dice que me entenderá.

Mientras desayunamos hablamos del viaje y de lo bien que les fue, me alegra mucho que su fábrica vaya bien.

- Ahora cuéntame tú, cómo está todo? Te veo radiante. - Cómo buena madre me conoce muy bien.

- Ese día no dormí mucho, estaba un poco triste, porque me reencontré con Fabián. - Me mira preocupada. - No te preocupes, le deje muy claro todo, eso se acabó. Mi tristeza era por algo que estoy sintiendo y que afortunadamente es correspondido.

- Quien es el afortunado mi amor? - Esta ansiosa por saber y ha llegado el momento de contarle.

- Es Edward! - Su cara cambia, está preocupada.

- Te conozco muy bien, sé que me estás notificando, no me estás pidiendo permiso. - Es la respuesta que sabía me daría, toma aire y continua. - Siempre has sido bastante madura, solo me queda confiar en tu decisión. No quiero que te hagan daño nuevamente, sé que sufriste mucho con lo de Fabián, te deseo suerte hija, pero estaré muy pendiente por si te hace daño, házmelo saber.

- Gracias mamá, sabía que me entenderías. - Estámos tomadas de manos. - A ti no puedo negarte que siento miedo, pero estoy sintiendo cosas muy lindas.

- Me alegra eso mi amor, pero tu familia no te la va a poner fácil. - Aprieta mis manos.

- Lo sé, me importaba tu opinión y debo estar preparada para eso. - La miro a los ojos, amo a esta mujer. - Quiero ser feliz mamá.

- Y yo quiero que lo seas mi niña. - Nos abrazamos y así nos quedamos por largo rato. Mi madre es como pocas, la amo y siento que no tuviese suerte en el amor.

Vamos a la fábrica, le muestro lo que ha llegado y lo que ha pasado en su ausencia.

Llega mi hermano y vamos a almorzar. Se nos pasa la mañana volando. No he sabido nada de Edward, es normal no tengo su número, lo extraño.

Debo esperar que me busque. Decido ir a casa a ver una película. Cómo hago para verlo? Es extraño que no se haya puesto en contacto. Se dónde vive, pero no me atrevo a llegar hasta allá. Mis pensamientos se distraen por la puerta cuando llaman.