Capítulo 77

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- ¿Alejandro? - siento una especie de suspenso en su voz, el miedo me invade y su respuesta parece que se me hace eterna. 

- Si...

- No se ha separado un instante de aquí desde que ocurrió todo, - mi corazón amenaza con salirse por la boca. - voy a salir para que entren ¿Te parece? - asiento y le sonrió, - nos vemos mi amor, ¡que feliz estoy! - me da un beso y se retira.

Olvide decirle a Caro que me peinara, debo estar horrible, no hay remedio, espero no salga corriendo.

Soy un manojo de nervios, escucho la puerta abrirse lentamente, me hace cerrar los ojos por los nervios.

Los abro lentamente, el corazón no me permite oír nada, su toc toc está tapando mis oídos, está tan lindo que me odio por estar tan impresentable , me encanta ese cabello despeinado, sus ojos brillan, sus labios entreabiertos me hacen desear que me bese.

- Hola... - agita su mano ante mi y me parece tan gracioso que no puedo evitar sonreír porque se que está nervioso, - esa sonrisa es lo mejor que me ha pasado en una semana, - siento las mejillas sonrojadas, pero no aparto los ojos de el. - Siento tanto haberte dejado, - es doloroso ver cómo toma mi mano y lágrimas salen de sus ojos.

- No llores... - recuerdo cuando arranco su camioneta y me ahogo en lágrimas.

- No... Por favor... No llores, - su contacto es mi energía, la sensación como siempre es lo mejor, limpia mis lágrimas con sus dedos, cómo deseo que me abrace, - no sabes cómo deseaba que despertarás, - está tan cerca que olvidó lo horrible que pueda verme, solo quiero que me bese y lo hace, un roce suave que me da vida.

- Discúlpame... - las lágrimas me ahogan, el las limpia y besa mi mano.

- No sabes cómo me he reprochado haberte dejado, - lo veo borroso, me parece mentira tenerlo frente a mi, me besa la frente.

- No sabías lo que iba a suceder, - sus ojos me muestran tanta tristeza que me provoca abrazarlo y no soltarlo nunca.

- Ana te amo... - mi corazón amenaza con explotar, no hay mejor forma de volver a la vida.

- Te amo mucho más... - digo casi sin aliento, su sonrisa se ensancha en su cara y ya nada me preocupa, volví a mi burbuja de felicidad.

- Debes descansar, fue lo que encargó el doctor, - tomo su mano para que no se separe de mi.

- No te vayas... por favor... - en sus ojos veo que tampoco quiere irse.

- No hay necesidad que lo pidas, - no hay manera de sentir más felicidad, - no me quiero separar de ti, pero debo salir para que los demás puedan entrar.

- ¿Quien más está fuera? - su semblante cambia y eso me asusta.

- Está Alex... y la hermana de Carter... - escucharlo decir su apellido me hace sentir miedo, revivo lo que sucedió, - si no la quieres ver dímelo, - aprieta mi mano.

- No tengo problema de ver a Sophie... ¿Solo ella está? - el miedo me hace hablar pausado.

- ¿Fue el quien te hizo esto? - cuando lo escucho se que el también tiene miedo.

- Nooooo... - necesito aclararle porque se que podría salir corriendo a matarlo.

- Se que recordar puede ser doloroso, pero necesito saberlo, - solo asiento para calmarme ante los recuerdos que están en mi cabeza, - ¿Quien fue?

- Fue Brenda, - no puedo evitar que unas lágrimas rueden por mis mejillas.

- Calma hermosa, - su contacto me da paz cuando limpia las lágrimas que salen de mis ojos, - se que es doloroso, pero no estás sola.

Enamorada Del PeligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora