Capítulo 32

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Narra Edward:

Sophie me dijo que viene a casa, pero no puedo estar tranquilo hasta verla. Si en diez minutos no regresa voy a buscarla.

Se abre la puerta y ahí está, la tristeza en sus ojos es muy grande, pero es fuerte, siempre lo ha sido.

Me acerco y la abrazo, pienso que se derrumbara, pero no lo hace. Cierra la puerta tras ella y avanza hacia la cocina dejando sus cosas a su paso sobre un mueble.

- ¿Vienes sola? - no se qué más decir y recuerdo que me dijo que estaba con Ana.

- ¡¡¡Ah sí!!! Ana se fue, la estaban esperando al llegar acá, - ¿con quién se fue? Después tendré tiempo de pensar en eso.

- ¿Cómo estás Sophie? Creo que es una pregunta estúpida, pero no sé qué decir, - me acerco pero ella se aleja.

- Entiendo que estés preocupado, pero estoy bien, - en sus ojos hay tristeza, pero sobretodo decepción, - estoy deshecha, pero esto va a pasar.

- Siempre voy a estar para ti, - logro abrazarla, pienso que se desmoronara, pero no sucede.

- Lo se y te lo agradezco, - se suelta de mi agarre y abre la nevera para comenzar a sacar cualquier cantidad de comida y helado.

No hablamos más y me dedico a ver cómo se consuela comiendo. No me esperaba nada de esto, pero es un buen comienzo para una larga temporada de olvido.

Narra Ana:

Finalmente en casa de Caro me desmoronó y rompo en llanto.

- ¿Necesito saber qué sucede para ayudarte? - me ha dejado llorar bastante, pero está muy preocupada y ya no aguanta más.

Le hago señas de que voy al baño, entro, mojo mi cara y sacó fuerzas de donde no tengo, me reincorporo, seco mi cara y salgo. Está sentada y me mira expectante.

- Ya entendí que Edward dejo a Elizabeth cuando supo que estaba con Fabián, - los labios de Caro forman una o, pero no emite ningún sonido, - cada vez que nos ve juntos ha dicho que ya entendió que es su venganza.

- ¿Quien te lo dijo?

- Con todo esto de Sophie entendí muchas cosas, fui una tonta, - pasó mis manos desesperada por mi cabello, - los mensajes, Elizabeth repitiendolo cada vez que nos veía y lo más importante nunca me dijo quien era el hombre con el que la descubrió.

- Cierto, - se queda pensando, pienso que dirá algo más, pero no lo hace.

- Caro lo único que no entiendo es ¿¿¿por qué a mí??? - se acerca y no aguanto más. Lloro nuevamente sin consuelo, - quiero que sea un sueño, uno muy feo.

- Amiga me duele verte así y quisiera decirte que no es así, pero todo lo que dices es cierto, - Caro me abraza y me abandono al llanto. - Quiero matarlo ahora mismo, - le tomo las manos para que me escuche.

- Lo he pensado, no sé cómo tomar fuerzas, ¿pero necesito ver hasta dónde quiere llegar? - abre sus ojos y pienso que se van a salir.

- Mi amor tú no puedes con todo esto, con lo de Fabián fue suficiente.. - mi teléfono comienza a repicar y es mamá.

- Por favor dile algo, no puedo responderle porque se daría cuenta.

Voy a la cocina por agua y veo a Caro tomar aire para responder de una forma tranquila.

- Le dije que te estabas bañando y que vas a pasar la noche conmigo, que la llames cuando puedas. - asiento y la cabeza amenaza con explotar del dolor.

- Gracias, antes de dormir lo haré, - me mira y se que quiere que terminemos el tema. - Necesito calmarme, para cuando lo vuelva a ver, mi plan es averiguar ¿hasta donde piensa llegar?

- Corres el riesgo de salir muy lastimada, el no pierde nada, - me agarra de los brazos y me hace mirarla.

- La decepción me ayudará a arrancarlo de mi vida.

- Pues hoy era su cita con la bruja, solo que lo de su hermana lo impidió, - siento que mi cabeza va a explotar.

- Vamos a hacer de cuentas que no sabemos nada.

Caro prepara la cena mientras me doy un baño, comemos y nos vamos a dormir. Casi no duermo, la noche se hace larga al pensar lo desdichada que es mi vida amorosa.

Al amanecer paso por la constructora a dejar a Caro y me voy a casa, me cambio y paso por la universidad para saber que novedades hay.

El día se me hace largo, nada nuevo, falta poco para nuestro grado. Me sorprendo al ver a Fabián junto a mi carro en el estacionamiento.

- Que grata sorpresa mi niña, - se dibuja una sonrisa en su rostro.

- Desgraciadamente no puedo decir lo mismo, - lo miro directo a los ojos, - ¿que quieres?

- Quería verte y si no fuiste a tu trabajo, pensé que estarías aquí.. - no lo dejo terminar.

- Dejate de rodeos y ve al grano, - le hago señas de que se aparte de la puerta de mi carro, - no tengo tiempo para estupideces.

- Ana querida por favor volvamos.. - mi risa lo hace dar un brinco.

- ¿Donde está la cámara escondida? - miro en varias direcciones y el me sigue con la mirada, se aparta de mi carro y aprovecho para entrar en el.

- Es de verdad, por favor escúchame.

- ¿Ya te cansaste de mi prima o ella se cansó de ti? - formuló la pregunta y me voy. Queda cabreado en medio del estacionamiento.

¿Y ahora de que va todo esto? ¿En qué tipo de competencia me metieron este trío? Me despejó llamando a Caro para que vayamos a comer a su salida del trabajo.

Es temprano y me voy a la fábrica para visitar a mamá. Anoche olvide llamarla y debe estar preocupada.

- ¡¡¡Hola mamita bella!!! - digo entrando a su oficina y con eso muestro mi bandera de la paz.

- ¡¡¡Hija!!! Que preocupada he estado por ti. - se levanta y me abraza.

- Estoy bien mamá, ¿tú cómo estás? - se va a su silla y me siento frente a ella.

- Mucho trabajo, pero no me quejo. - está concentrada en unos documentos sobre su escritorio, - ¿ya no trabajas?

- Si, pero hoy estuve ocupada en cosas de la universidad.

- Tengo un amigo que necesita un ingeniero y pensé en ti, - sigue ocupada en los papeles, - le dije que hablaría contigo.

- Recuerda que aún no tengo el título, - es una excelente idea, aunque pienso en Caro y no se que responder.

- Descuida yo hablo con el, si te acepta ¿estás dispuesta? - desvía la vista de los papeles y me mira.

- Me encanta la idea, aunque pregunta para dos, - le guiñó un ojo.

- ¡¡¡Para tu morocha!!! Está bien al saber algo te aviso.

Me despido de mamá y me paseo para saludar a mi hermano y distraerme un poco, aunque acá comenzó todo este engaño y solo consigo malos recuerdos.

Bromeamos un rato y recuerdo a Caro, voy al carro reviso mi teléfono y hay una llamada de ella. Me pongo en camino a buscarla y la llamo.

Nos ponemos de acuerdo en vernos en el parque que está cerca a la constructora.

La espero solo unos minutos y al montarse me dice que vamos a seguir a Edward, los nervios se apoderan de mi.

A lo lejos vemos salir su carro y va acompañado, es evidente que es la bruja de recursos humanos. Comienza el espionaje.

Enamorada Del PeligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora