Capítulo 82

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Narra Edward:

Después de la borrachera de anoche me he quedado dormido, despertando con un sonido muy familiar, mi teléfono...

Me desperezo y reaccionó al despertar completamente notando que es Sophie quien me llama. Son más de las 4 de la mañana.

- Sophie... - digo con un dolor de cabeza espantoso.

- Edward por favor ven... - no habla más porque está llorando.

- ¿Que sucede? - el corazón amenaza con salirse de mi cuerpo, mi mayor temor al estar lejos es que algo le suceda a mi familia.

- Es papá... - no puede hablar, el llanto la consume. No puedo continuar escuchando, cuelgo.

Corro a la ducha, el agua fría termina de quitarme la borrachera. Me visto y salgo rápidamente a tomar un vuelo a casa.

"Dios nuevamente yo, te necesito, por favor no me quites a ninguno" - aprieto los ojos en el taxi camino al aeropuerto.

Hoy particularmente todo es un caos, mi cabeza, las horas, el aeropuerto, debo hacer algunas escalas para estar en casa.

Tratar de comunicarme con Sophie y sentir que tengo un cronometro que en cualquier momento va a decirme que se me acabó el tiempo me tiene desesperado.

Siento que me quiebro, es duro sentir que no tienes fuerzas para lo que sea que toque enfrentar, pero eres quien debe dar fuerzas cuando no las posees.

Dos horas después de luchar, logro abordar el avión.

Papá sufrió un derrame cerebral, ahora mismo está en quirófano. Mis escasas fuerzas necesitan ser renovadas para poder animar a mamá y Sophie, pero ¿Cómo?

El vuelo me parece eterno, al hacer escala siento que la ansiedad me va a matar, no quiero que a papá le pase nada malo.

Me falta la respiración, siento que la tristeza me inunda y lloro como un niño.

Narra Ana:

- Quiero que hablemos de nuestra futura casa, - todo es totalmente en serio, no pierde ni un solo detalle, me he quedado muda. - ¿Dónde quieres que vivamos?

- Realmente no lo he pensado, - vamos camino a casa, me vine con el, mamá y Alejo van juntos en el carro adelante de nosotros, llevan a Luis.

- ¿Quieres algo en especial? - mientras maneja toma mi mano y la besa, la sensación es tan linda.

- Si, - me mira emocionado esperando mi respuesta, - estar lo más pronto posible contigo, - esa mirada ya la conozco, quiere besarme, tanto como yo a él.

- Para eso necesitamos un lugar donde estar a gusto.

- A mi me gusta mi casita, pero se que es muy poco espacio para ti... - suspira y se que es porque no quiere herir mis sentimientos.

- ¿Que te parece mi apartamento? - la pregunta le sale con miedo.

- Es lindo, cómodo, espacioso... - todo lo digo pausado.

- ¿Pero...? - no quiero que suene feo, me armo de valor después de un silencio que el respeta y respondo.

- Cuando lo escogiste ¿Que esperabas de el? - lo piensa, me mira y me sonríe, eso me desconcierta.

- No lo planifique con nadie... - sabe lo que trate de decirle, - no se si lo sabes, pero ayude a diseñarlo, así me lo imaginaba y quería un espacio para mí, - me toma por sorpresa su afirmación, - no pensaba en nadie, si eso te preocupa, tu llegaste a mi vida y no puedo negarte que ya ahí te soñaba. - las mariposas revolotean en mi panza, un casto beso me sorprende, - fue mi sueño hecho realidad, pero es necesario que ahora hagamos realidad juntos nuestros sueños.

Enamorada Del PeligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora