Capitulo 50

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- Es buena idea, me encantaría, - me quedo muda.

- Gracias por el café, - se levanta para irse, - les confirmo la hora y el lugar en un rato.

Luis se va y soy incapaz de hablar ni moverme, de enemigos ahora hasta salimos. Entra una llamada es Zoé.

- Lo siento, debo responder, - me levanto y le doy la espalda.. - Hola Zoé.

- Hola Ana, - su voz me deja calmada, - quería decirte que despertó más calmado.

- Gracias al cielo, - pongo la mano en mi pecho, - ¿Puedo verlo?

- Debemos esperar como pasa el día, recuerda que tú presencia lo altera.

- Por favor mantenme informada.

- Tranquila, mi guardia termina ahora, pero puedo estar pendiente.

- Yo al mediodía paso y pregunto en recepción.

- Que no te vea.

- Gracias Zoe, tranquila, - colgamos ambas.

- Disculpa que me meta, - reaccionó al escucharlo, - ¿Pasa algo?

- No, - niego con la cabeza y me siento frente a la portátil, - gracias, - se sienta junto a mi, - hora de trabajar, - comienza a sonar mi teléfono y es Caro, lo silencio y continuamos. La insistencia de Caro me enloquece, así que apago el teléfono.

Así continuamos toda la mañana, tenemos hasta un chat con Ricardo, la mañana transcurre tranquila, me enseña algunos formas menos formales y más rápidas para realizar los cálculos. Realmente hacemos buen equipo.

- ¿Podrías explicarme cómo hiciste ese cálculo? - lo miro sorprendida, - nunca fui bueno para ese programa.

- Solo debes llevarlos datos a maprex y el se encarga de hacer todo lo demás.

- Lo haces ver tan fácil, - habla apenado.

- Es que en realidad es más fácil que Lulo y tu lo haces ver fácil. - ambos nos reímos - ahora en la tarde te explico cómo se hace.

- Si, ya es hora de almuerzo, - baja la mirada, - ¿Almorzamos juntos? - lo miro sorprendida.

- Gracias, pero no creo que me dé tiempo de comer.. - estoy asombrada de que me lo pidiera, miro mi reloj y es la hora, - debo irme, - nos levantamos para irnos, - será en otra oportunidad, - solo asiente.

Efectivamente no me da tiempo ni de comer, entre ir al hospital, ver cómo está Fabián y regresar a la constructora se me va el tiempo.

Regreso a mi oficina satisfecha de saber que está mejorando, aproveche de hablar con su mamá para que me mantenga informada mientras estoy en Mérida. Entra un llamada de Edward y mi corazón se acelera.

- ¡Hola nena! - escuchar su voz es lo mejor.

- ¡Hola!

- ¿Estás ocupada? ¿Ya comiste?

- No, aún no comienzo a trabajar, - llaman a la puerta y veo a míster simpatía asomar la cabeza, le hago señas para que entre. Me sorprende ver qué lleva una bolsa y es comida china.

- ¿Me escuchas nena? - lo veo caminar hasta la mesa de la cafetera y comienza a sacar las cajitas y desplegar las en la mesa.

- ¡Eh! Si..

- ¿Nos vemos más tarde?

- Voy a salir con Caro..

- ¿Quiero verte? - no quiero hablar en su presencia, aunque no me mira se que escucha.

Enamorada Del PeligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora